viernes, 16 de diciembre de 2011

LAS MADRES Y LOS BENEFICIOS DE LA BANCA.

Quien  no ha oído a su madre alguna vez decirle a su hijo, ante una de sus múltiples peticiones, ¡te crees que soy el Banco de España!, o esa otra que dice ¡crees que tengo una máquina de hacer billetes!. Pues bien, esto es así, las madres siempre tienen la razón, no son el Banco de España pues habría tantos bancos como madres en este país.
Respecto de la máquina de hacer billetes creo que la tienen los americanos, que para eso son americanos y los falsificadores, que los hay muy buenos, por cierto, y no creo que sean todos delincuentes de medio pelo como se esfuerzan en hacernos creer.
Pues bien, mientras nuestras madres hacen números para poder llegar a fin de mes, la banca gana 9.328 millones de euros, en España, en un país en el precipicio, al borde de la recesión económica, y esto las madres no lo entienden coño. A ver, si no hay dinero ni para pipas, si no se fabrica, cómo es posible que esta banda de delincuentes comunes, a rostro descubierto, ganen semejante montón de pasta. Si yo no gasto, mi vecina no gasta, mi cuñada no gasta, la de abajo no gasta, nadie gasta, de dónde saca esta gente la “pasta”. El dinero que hay es el que hay, por lo tanto, según dice mi madre, que es muy lista, y no es porque sea mi madre, si unos ganan mucho dinero es porque otros lo han perdido. En cristiano, que dice ella, el dinero de unos va a parar a manos de otros, de forma que los primeros tienen cada vez menos y los segundos cada vez más, y ahí está la clave, los que tienen dinero quieren más, y ese más sólo sale de un sitio, de quitarlo al que tiene menos. Porque lo que no es normal, es que se lo quiten entre los que tienen el control del dinero, por una doble razón, por un lado es más complicado y por otro, debido una especie de pacto, de código ético implícito entre caballeros. Si se estableciese una guerra entre las grandes fortunas por el control total la cuestión sería incontrolable y los estamentos de poder no serían estables.
Además si tienen más dinero es porque quien sea paga menos a los trabajadores, o en el peor de los casos prescinde de gran parte de ellos; pero, eso sí, siempre desde preceptos o criterios de crecimiento económico, competitividad y productividad. Estos conceptos tan repetidos por los medios de comunicación, ya son comprendidos por nuestras madres, de forma que cada vez que lo oyen se echan a temblar, con razón, sobre todo cuando un día llega el marido a casa y le dice a su mujer, cariño, me han despedido, estoy en el paro. La mujer, que es la madre de sus hijos lo consuela y lo abraza, al tiempo que le dice, no te preocupes cariño, saldremos adelante, ya haré cuentas. Sobre la mesa del comedor, lugar en que su marido le dio la noticia de su despido, el periódico gratuito estaba abierto por la página en la que uno de sus titulares decía La banca gana 9328 millones, un 15% menos (ADN, viernes 16 de abril de 2011)

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