lunes, 19 de diciembre de 2016

VOLVERÁN LAS OSCURAS GOLONDRINAS EN TU BALCÓN SUS NIDOS A COLGAR...PORQUE LO QUE ES LOSSINDICATOS NADIE SABE DONDE ESTÁN...



Sindicalista de pro.

LAS PERSONAS Y SUS DERECHOS LO PRIMERO, DEFIÉNDELOS.
Qué bonito lema para unos pasquines publicitarios que anuncian que los sindicatos viven. Si esto lo acompañas con textos tan “manidos” como: empleo de calidad, salarios dignos, pensiones con garantía de poder adquisitivo y sostenibles, prestación mínima contra la desigualdad,…ya te cagas por las patas abajo, con perdón de la expresión. (o sin perdón)
Este es el cabecero de la propaganda repartida por CCOO y UGT para la convocatoria de manifestación del 15 de diciembre de este año, y lo publican ahora, 8 años más tarde de cuando debieron hacerlo.
Los párrafos comienzan con entradillas del tipo: “Es el momento de aprovechar…”, “es el momento de presionar…”, es el momento de negociar…”.Y digo yo-¿Ahora?, -digo yo- ¿ahora?. Vuelvo a decir yo…¡serán sinvergüenzas!, digo yo también.
Dónde han estado todos estos años de dominio ppero, de dictadura parlamentaria sobre la base de la mayoría absoluta. Donde han estado cuando la reforma educativa, la reforma laboral, la ley Mordaza, los recortes, el rescate bancario a coste cero, los desahucios, …
Dónde han estado en los años más duros de la “CRISIS”, DE LA MIERDA DE CRISIS EN QUE ESTUVIMOS (ESTAMOS) LOS POBRES, no ellos
Quizás hibernando con los osos de los polos, o escondidos tras la hoja de una patatera, todos juntitos, calentitos. Dónde está ese sindicalismo de antes, ese sindicalismo de los tiempos difíciles, ese sindicalismo con sentido de ser y existir, ese sindicalismo con apoyo obrero. ¿Dónde está?, ¿qué mierda de sindicatos y sindicalistas tenemos ahora?.
Y la sociedad, ¿dónde está?, ¿a qué se dedica?, ¿a qué tiene miedo?, Cuando hemos perdido casi todo, (algunos todo), lo único que podemos temer es que nos despeinen, como dice un buen amigo mío, y que eso suceda me importa una mierda, (mierda en el sentido más asqueroso y pestilente que se pueda imaginar, además de con toda la mala educación de la que se pueda hacer gala).
LAS PERSONAS Y SUS DERECHOS LO PRIMERO, DEFIÉNDELOS., este lema es propio de un tiempo en el que estos peligran, de un tiempo en que aún no se tienen y se quieren obtener, no ahora que ya se han perdido. El lema de hoy está más conforme con RECUPERAR que con defender, y de todos es sabido que lo primero es más difícil que lo segundo.
Los derechos se adquieren con lucha y tiempo y se pierden por decreto en un instante, conseguirlos cuesta sudor esfuerzo y en algunos casos hasta sangre; pero luego hay que mantenerlos y consolidarlos, nunca, digo nunca, dejar que un grupo de pperos, con la connivencia del gran capital y sus fieles votantes, nos los arrebaten bajo la justificación de una crisis que a ellos, ELLOS, no les afecta. Con esto afirmo que a sus votantes, sin ningún pudor, y digo que a los votantes del PP la crisis no le ha afectado; ya que de otra manera, la idea de colocar el desfibrilador de tontos en todas las esquinas no sería descabellada. (Esta idea del desfibrilador se la he robado a Carlos Herrera, afamado periodista que por cierto no me cae nada simpático. Ello no quita que de vez en cuando tenga su minuto de oro, como es el caso de esta idea)
Bueno, que comienzo con los votantes pperos, o con los simpatizantes de esta mafia y me pierdo del tema principal, que no es otro que la sinvergüencería sindical de hoy día. Sindicatos conformados y conformistas, con representantes asentados en sus puestos cómodos de las empresas y administración, que cuando pasa la tormenta nos piden que saquemos el paraguas. ¡Tontos del culo!, vosotros, no nosotros, iros a tomar por donde amargan los pepinos y no contéis conmigo. Solo y cuando la regeneración alcance también al sindicalismo me podréis encontrar, antes no, ¡que os den!.

Juan Carlos Vázquez



lunes, 8 de agosto de 2016

LOS CORRUPTOS SON LADRONES Y PRESUNTOS TAMBIÉN; PERO NO PRESUNTOS LADRONES; PUES LADRONES SON, EN TODO CASO SERÁN PRESUNTOS HIJOS DE PUTA.

El calor en el exterior era realmente sofocante. Así que rebusqué entre los viejos discos y encontré uno de Mikel Bublé, a todas luces heredero del gran cantante y mafioso al que dieron en llamar, con toda razón, "la voz". Salvando diferencias, este chico no lo hace mal. Me gusta; así que le dí marcha al aparato y el disco comenzó a girar al tiempo que reproducía lo que llevaba impreso.
Las baladas se apoderaron del ambiente y llenaron todos rincones de mi casa vacía.
Conecté por cuarta vez en todo el verano el aparato de aire acondicionado y me senté frente a la televisión. No, ni siquiera la conecté, la propia música parecía decirme entre sus ritmos que no lo hiciera, la televisión no. La televisión no, desde luego que no. Casi no han comenzado las Olimpiadas y ya estoy hasta las narices de deporte y no quiero decir con esto nada en contra ni del deporte ni de los deportistas, todo lo contrario, es más, y digo esto como profano en este tema, estos deportistas son los verdaderos deportistas, atletas sacrificados y en muchos casos sin recursos para poder dedicarse a ello. Y es que le tengo mucha antipatía a los Cristianos, Messis y compañía, productos "cocacolos" de los intereses de unos pocos.
Y si no quieres deporte toma noticias, subjetivadas por los intereses de turno.Siempre lo mismo, mafiosos en el poder gracias a un pueblo temeroso de que le quiten lo que por ley es suyo, mejor dicho de que le quiten lo poco que tienen y que por ley es suyo. Este robo por parte del Estado y justificado con la teoría del bien común de Olsen, se produce por medio de lo que llaman impuestos y que por lo visto solo lo pagan los pobres. un 21 % por cada compra que haces, que has de pagar sí o sí, como si comprar fuese delito, un delito penado con una multa llamada impuesto. Además siempre la misma canción, los ladrones, perdón, "presuntos" ladrones, campan a sus anchas en las primeras líneas del poder culpando a los que aún no han tenido ocasión de robar de su intención de hacerlo. Esto es de chiste de mal gusto.
Digo yo que hay que llamarlos ladrones y como tal juzgarlos y tras el juicio, si es justo condenarlos; además hay que llamarlos por su nombre, ladrones, lo de presuntos lo dejaremos para poder decirles presuntos hijos de puta, ya que no conocemos el oficio de su madre y en ese caso sí serán presuntos.
Así que tenemos para elegir entre Olimpiadas y mierda de política española cutre...
Mikel Buble sigue sonando en el ambiente, por suerte, ya que me retorna a la calma y me tranquiliza.
Que le den a Rajoy y demás clowns de la escena política nacional, que yo me quedo con la música de este señor.

Juan Carlos Vázquez

viernes, 5 de agosto de 2016

Cuento triste de un caballero pobre y una bella princesa, pobre también, una noche de verano

Qué te pasa princesa?, le preguntó el caballero de la armadura oxidada, al ver los ojos enrojecidos de su bella dama.
Nada, le contestó; pero en ese nada había implícito un mensaje que daba a entender todo lo contrario, ese nada quería decir "otra vez te vas", ese nada quería decir "de nuevo me quedo sola, de nuevo te vas solo", ese nada quería decir "aquí me quedo triste, allá te vas triste". De igual forma ese nada era como un "mejor que no te lo cuente, no quiero preocuparte".
Pero el caballero no soportaba ver así a su hermosa niña, como el le solía llamar, y seguía insistiendo; aún sabiendo lo que sucedía, ¿qué te pasa?.
Pero ella estaba cerrada en sí misma, se creó su propia torre y se colocó sus grilletes de aire que la aprisionaban en su propio yo, y respondía "nada" tantas veces como fue interrogada.
Cierto es que las historias de caballeros errantes y bellas damas son casi calco las unas de las otras, al menos en los aspectos generales. Estas historias están marcadas por la distancia como principal característica. Los caballeros embutidos en sus pesados trajes metálicos, cabalgando de aquí para allá; pero siempre lejos, en busca de aventuras y victorias, cuando lo que realmente desean es estar junto a su dama. Las princesas por su lado, a su propia vida atadas, ardiendo en deseos de correr hacia su caballero.
Pero, pese a sus verdaderos deseos vuelven a ensillar su caballo una y otra vez para partir de nuevo; mientras su princesa contempla desde el balcón su partida. Ambos llenan sus ojos de lágrimas saladas que resbalan por sus mejillas cuando giran sus miradas en sentidos contrarios tras realizar un leve gesto de despedida.
Así, uno queda...el otro se va, el uno queda y el otro se va, el uno queda y el otro se va...
Tristeza, sufrimiento, melancolía, recuerdos, esperanzas,...Agrio menú, remojado con un vino de lágrimas.
Estos son los protagonistas de los cuentos que nos narraban de pequeños y con los que de forma casi imperceptible, nos preparaban para el cuento de nuestra propia vida. Una forma sutil de adiestramiento para el futuro, con el fin de evitar que el pobre se rebele.
Las princesas de hoy, (aunque también las hay ricas y podridas de dinero, maniquíes cebados por los pobres y vestidos con el dinero de estos por los mejores modistas del mundo, que son las menos), son princesas pobres y los caballeros de las novelas medievales son simples personas, agobiadas por sus mierdosos trabajos de mierda con sueldos más mierdosos si cabe, que funcionan como el gran lastre de las armaduras antiguas. El trabajo como la armadura es necesario para la supervivencia de los caballeros, para soportar los espadazos continuos del fantasma de la pobreza. 
Y dicho esto, nada cambia, y quizá es de lo que se trata, de que nada cambie, que las personas, cuya gran parte son pobres, se conformen con ser meros engranajes de esta gran maquinaria que es la sociedad, pero la sociedad al servicio del gran interés, no del interés personal y particular de nuestras princesas y nuestros caballeros pobres.
Y aquí, qué es lo que le queda al pobre, ¿el servilismo?, ¿el conformismo?. El autoconvencerse de que esta es su situación, que esta es la realidad que le ha tocado vivir. Autoconvencimiento reforzado con las promesas religiosas de una vida mejor o de los mensajes institucionales en pro del orden social. Las personas quedan reducidas a zombies, muertos andantes, muertos en el mundo de la esperanza y la ilusión; pero vivos sin alma en "el mundo real" 
En esta situación el pobre caballero enamorado se pregunta ¿dónde están los poetas?, ¿hay otro mundo posible?. ¿qué es de este mundo sin amor y poesía?, nada.
Así, nuestro protagonista; caballero errante y pobre, se coloca su armadura para partir a ese mundo plagado de poetas y locura, ese otro mundo posible donde, en la distancia, lo espera su amada con una tierna sonrisa. Hacia ella cabalga...



Juan Carlos Vázquez


viernes, 29 de julio de 2016

YO SOY REBELDE PORQUE FUI CREADO A MI IMAGEN Y SEMEJANZA, EA!

Estoy cansado, agotado más bien, solo necesito tiempo, un poco más de tiempo para terminar de desorganizar mi vida.




Juan Carlos Vázquez

martes, 5 de julio de 2016

IDIOTAS

La idiotez es una cualidad que solo podemos encontrar en el ser humano y aunque es muy común no es generalizable a esta especie animal. 
Las teorías biologicistas buscan una explicación genética a la posesión de este atributo; pero no está demostrado su carácter innato. Otras teorías buscan una explicación social, según las cuales esta cualidad, que afecta tanto las actitudes como las aptitudes, se adquiere en el trancurso del proceso socializador. Así, por ejemplo los funcionalistas se afanan en afirmar su utilidad para mantener el orden de la sociedad, las feministas más aférrimas llegan a considerarlo un atributo intrínseco del género masculino y los postmodernos una característica de la parte de la sociedad proclive al necesario cambio.
Sea como sea, objetivamente, lo que si podemos afirmar es que los idiotas son personas que desafían continuamente el sentido común, sin ser conscientes de ello, por lo que se convierten en un auténtico peligro, tanto para ellos mismos como para el resto de la sociedad.
Además quien la posee lo hace en su grado máximo, es decir, no existe el idiota al diez por ciento o al 40, ni al 30. El que es idiota lo es del todo, y siempre en su máxima expresión; por tanto, no es un concepto porcentualizable. Lo que si es posible es ser idiota durante más tiempo, lo cual se logra, simplemente, madrugando más.
 
Por último decir que esta cualidad acompaña al individuo durante toda su trayectoria vital, desde el momento en que la adquiere y hasta el final de sus días. Hay que dejar claro que no está demostrado su carácter hereditario; aunque existe una elevada correlación. A este respecto se están produciendo importantes avances gracias a estudios sobre resiliencia, que demuestran que el hijo de un idiota no tiene que ser necesariamente idiota.

Este tema se está convirtiendo en un problema social, debido al elevado número de idiotas presentes en nuestra sociedad, con incidencia variable según sexo, clase social, ocupación laboral (con especial incidencia en la clase política) y variando también según
los países. España ocupa uno de los primeros puestos a nivel mundial. 
La solución de este tema debe ocupar la agenda de científicos y políticos...(pero estos últimos deben desestimarse por considerarse parte del problema), ya hay quien la ha clasificado la situación de idiotez actual como pandemia.

Juan Carlos Vázquez

lunes, 23 de mayo de 2016

UN DIA CUALQUIERA

Había puesto el aparato de música
y liquidaba a pequeños sorbos un té
que me quemaba las entrañas. 
Sonó el timbre de casa.
¿Quién es?
Soy la soledad
Pasa,... pasa,...
hoy necesito compañía.

Juan Carlos Vázquez

martes, 26 de abril de 2016

CABALLERO DE HOJALATA



Sobre la cama reposaba su pesada y oxidada armadura. Yelmo, coderas, rodilleras, hombreras, peto, escarela, greba, escarpes y manoplas. En una esquina, en pie, una espada y un escudo abollado.

En silencio y riguroso orden, se fue colocando todos y cada uno de los elementos de su exoesqueleto férrico.

Entre la luz de la ventana se colaba de polizón el ruido de la ciudad. La puerta entreabierta de la habitación solo dejaba hueco para apreciar los afilados colmillos de la soledad.

El bullicio urbano se mezclaba con el jazz de su aparato de música y con su sudor frío.

Nuestro hombre de hojalata, bajó en ascensor hasta el portal del edificio. Se colocó el yelmo sobre su cabeza, despidiéndose de su mundo para adentrarse en otro nuevo.

Forrado ya por completo de metal, el sudor empapó todo su cuerpo y el corazón comenzó a latir con mayor celeridad. Podía oír perfectamente los movimientos del motor que le daba la vida, como si se hubiese metido dentro de sí mismo.

Entre las grietas de su yelmo la realidad se reducía al frente y a unas pocas rayas horizontales, entre las que buscaba impaciente la silueta de su princesa de la lluvia.

Juan Carlos Vázquez

EPITAFIO



Solo le quedaba aquello que deseaba perder, la conciencia.
Una lágrima se columpiaba por su párpado inferior.
Cerró los ojos y la gota salada se fundió con el mar.
Se dejó llevar por las olas.


Juan Carlos Vázquez

domingo, 24 de abril de 2016

LOCOS, SÍ; PERO PREFERIBLEMENTE DE REMATE

Autorretrato de un loco, técnica mixta
La medicina antigua creía posible la separación de cuerpo y mente, de alma y cuerpo. Esa ciencia que creía tener explicaciones para todo, incluso para los problemas sociales, llamados por ella enfermedades sociales. Desde la ciencia, estos arcaicos padres del mundo creían tener el poder de, a través de las causas positivas de los problemas, crear las pócimas necesarias para sanarnos, corporalmente, mentalmente y socialmente. Una ciencia incontrolada porque ella misma se situó en la cúspide de las ciencias. Por suerte, Augusto Comte la bajó del caballo y puso en su lugar la sociología.
Hoy en día, por suerte nada de esto es así, y los problemas se resuelven desde perspectivas multidisciplinares. Cuerpo, mente y relaciones sociales están interrelacionadas y atravesadas transversalmente por la ética, por ese entramado de relaciones, obligaciones y deberes, que estructura la axiología.
Pero yo no voy a entrar en ese debate sobre si es primero o segundo los deberes y si los valores se construyen socialmente o no. Yo solo quiero hacer hincapié en esa separación de cuerpo y mente. Está demostrado científicamente que somos unos inconscientes. la mayor parte de nuestros actos así lo son. Nuestro cerebro manda miles de órdenes contínuamente a nuestros músculos y articulaciones y hacen que podamos realizar todos los movimientos que hacemos. Pensar simplemente en el momento en que subimos andando unas escaleras,...no pensamos en flexionar una rodilla para levantar un pie al tiempo que estiramos la otra para poder acceder al siguiente escalón. En ese absurdo movimiento están implicados cientos de órdenes diferentes. Nosotros subimos la escalera; pero no porque hayamos dirigido nuestro cuerpo conscientemente. Solo hemos pensado que tenemos que subir esa puta escalera.
El cuerpo actúa conforme a los mandatos de la mente; pero, ¿la mente actúa conforme a nuestra voluntad total?.
Las personas "normales", son inconscientes, como ya hemos dicho; pero, ¿qué pasa con aquellas a las que la sociedad no considera "normales"?
Una banda de inconscientes hace un baremo del resto de la sociedad, de tal forma que aquellos que no entran dentro de la franja establecida por ellos como "normal", tienen un problema y enseguida hay que solucionarlo.
Esos "no normales" eran llamados antes locos, hoy enfermos mentales y se han cclasificado en diferentes categorías con diferentes tratamientos. Medicina simple basada en una serie de drogas que estimulan o aplanan,...o como dirían ellos "curan".
Es como si la locura no fuese "normal", algo a lo que me opongo; pues a los datos me remito y cada vez hay más locos, cada vez hay más problemas socciales y mentales, que no del cuerpo. El cuerpo está bien.
Ahora bien, si "combatimos" los locos, el efecto logrado es perpetuar el estatus quo, conseguir que nada cambie, con lo que conseguiremos un mundo con un encefalograma plano, muerto o en esstado vegetativo.
Las mentes que actúan independientemente de sus ccuerpos, son mentes de otro mundo que permiten ver la realidad desde otra óptica y por tanto ofrecer soluciones al estatismo tan cómodo para lass clases altas.
Hay que estar un poco loco para sentirse vivo en un  undo de muertos, de cuerpos que piensan que controlan su mente, o de cuerpos con mentes llenas de rutina y programadas para no salir de la línea marcada.
Mi mente funciona independientemente de mi cuerpo y eso me gusta. Mi cuerpo está donde esté; pero mi espíritu está fuera de él, en otros mundos. En unos mundos que la vida es más simple, que aunque esté lloviendo todos los días no dejo de ver el sol. Mi cuerpo está solo en este mundo; pero en el de mis pensamientos está siempre acompañado y sonríe. Y esa sonrisa se trasmite a mi cuerpo, al de este mundo, al del mundo normal. La gente me mira y me ve sonriendo y piensan..está loco.

Juan Caarlos Vázquez

¡A LA MIERDA LOS DOMINGOS!

Dibujo a bolígrafo coloreado, de la época en que aún no tenía certeza de mi maravilloso estado de locura.

Es domingo, un día estúpido, caracterizado, únicamente, por ser el anuncio de mañana. Lunes, ¡por fin!. 

Vuelvo a casa, introduzco la llave en su orificio estrecho y oscuro de la cerradura y abro una puerta muda, fría y absurda. Apenas hace ruido, ¡podía chirriar un poco!; aunque seguro que si lo hiciese me molestaría e iría corriendo por el aceite que la calla. 

Me quito la chaqueta y la cuelgo en la percha del recibidor. Continúo mis pasos hacia el dormitorio, donde me espera, sobre un sillón, un pantalón y una camiseta, también inanimados y es silencio. Cambio de vestimenta y voy corriendo al salón para poner la televisión. Necesito algo de ruido. Si ruido, no presto ni puta atención a lo que dicen las noticias que escupe ese rectangular aparato. 

Tengo la impresión de que siempre es lo mismo, los mismos políticos y los mismos discursos, las mismas palabras y las mismas descalificaciones mútuas. Para mí no existe diferencia entre debates políticos actuales y los mierdosos programas marujeros de telecinco, es más, prefiero telecinco. No encuentro diferencia entre la ordinariez de Belén Estéban, "la princesa del pueblo" y las tonterías y mentiras de los gobernantes o aspirantes a ello.

Por lo visto, todos tratan de echar la mierda fuera de casa. Tienen su casa apestada de corrupción y de mierda y se la echan de uno a otro, como niños de colegio con el "pues tú más". Es un ataque a la dignidad de las personas que los escuchan, como dice Zigmun Bauman es una pérdida total y absoluta de la moralidad.

Apago la "tele" y pongo música, la que sea; pero música. Me siento en el sofá con un libro y espero que llegue mañana. ¡A la mierda el domingo y la política dominguera!.


Juan Carlos Vázquez

martes, 12 de abril de 2016

UN MUNDO POBLADO DE ESTÚPIDOS

Dímelo otra vez, cuando veas mi viejo carro de la compra, guardando puesto en la fila del Refugio, esperando el turno para recibir unos cuantos kilos de alimentos.
Dímelo otra vez, cuando me veas pagar en la caja del supermercado con un ticket de compra cargado con 150 euros para tres meses.
Dímelo otra vez, cuando me veas llorando al ver como mi hijo revuelve entre los posos de calderilla de su hucha, y no pueda sacar de mi bolsillo cinco o diez miserables euros, para darle.
Dímelo otra vez, cuando me encuentre desesperado mirando un teléfono que nunca suena, un teléfono abierto las veinticuatro horas del día esperando que alguien conteste a las cartas enviadas solicitando un puesto de trabajo.
Dímelo otra vez, cuando veas como me increpan algunos vecinos de la comunidad por no pagar las cuotas de mi miserable vivienda.
Dímelo otra vez, cuando veas que no me apetece llegar a casa, aunque esté cansado; pues hace más frío dentro que fuera en la calle.
Dímelo otra vez, aunque me veas sonriendo, es una de las cosas que me queda, la sonrisa. Por eso sonrío, porque eso tengo y no se gasta por mucho que lo use. Las lágrimas tampoco se agotan, también las derramo a placer, soy rico en ellas.
Dímelo otra vez, cuando cada fin de mes te ingresen la nómina en tu puto banco y te mires tu tripa gorda y grasienta, y tu seboso culo de silla de oficina.
Ahora dime, dímelo otra vez, dime que si no trabajo es porque no quiero, que si no trabajo es porque me dan lo que me dan.
Dímelo otra vez, me da igual, tú no me importas, eres un imbécil. Y...dímelo otra vez, no me importa, he aprendido a priorizar unos valores que hacen que quizá sea más feliz que tú, pues lo único que se me ocurre que no tengo es dinero. lo demás lo poseo todo.

Juan Carlos Vázquez

domingo, 3 de abril de 2016

EL LLANTO


Una lágrima se asoma al precipicio de mi rostro, se pasea entre las pestañas como con miedo a caer. 
Se agarra como una babosa a la piel de mi cara, dejando dibujado el camino recorrido; pero inevitablemente, acaba resbalando y precipitándose al vacío. 
Tras ella surgen nuevas gotas líquidas saladas, que con el camino ya trazado por la primera saltan de mis ojos, recorriendo el mismo camino...una tras otra.
La vista se nubla y los ojos enrojecen, no puedo parar. 
Las lágrimas se han revelado contra mi voluntad y se liberan de su encierro.
Ya no hago nada por intentar controlarlas, simplemente las dejo salir.

Juan Carlos Vázquez

martes, 29 de marzo de 2016

UN PSEUDOATEO EN LA SEMANA SANTA DE SAN ROQUE, CÁDIZ


Yo soy uno de esos católicos culturales, es decir no practicantes. Soy lo que soy porque así lo soy desde que nací, y esto es así porque lo es y no se puede cambiar. Las pautas de crianza y los dictados institucionales que han regido o que han intentado dirigir mi desarrollo han estado marcados por una serie de preceptos del cristianismo occidental. 
Me revelo contra el poder de la Iglesia Católica y soy consciente del daño que ese poder ha tenido en nuestra evolución; pero eso forma parte de otro debate situado en el polo opuesto de lo que aquí vengo a relatar.

Lo que vengo a contar es lo que siente un pseudoateo como yo en la Semana Santa de una preciosa Ciudad del Sur de Andalucía, San Roque, donde reside la ciudad de Gibraltar.
Esos pesados y preciosos pasos procesionales, cargados sobre los hombros de los costaleros, las imágenes talladas con expresiones tan humanas que parecen tener vida propia.

La Piedad, o la Virgen de las Angustias, como aquí la llaman, con su hijo en brazos, sea o no divino, expresa el sufrimiento de una madre ante la pérdida de su hijo. Lo peor que le puede pasar a una madre. 
El Cristo de la Humildad y la Paciencia, esperando su sentencia, personaje que denota unos valores casi perdidos hoy día, en un mundo estresante y estresado.
La Esperanza,... puede ser cualquier mujer, que por el mero hecho de sentirse viva mantiene la ilusion de un futuro mejor para ella y para los suyos. 
La Soleá, esa madre huérfana de hijo por la injusticia de los hombres, por las drogas o por una guerra que no es suya o por la enfermedad que lo arrancó de su lado.
El crucificado, con aspecto gitano, larga melena y acribillado a sufrimientos, con su corona de espinas y sus heridas en brazos, piernas y costado. sobre una cruz que puede ser la vida misma.
El Nazareno, el de Medinaceli,..y tantos otros, hasta catorce. Catorce pasos salieron de la puerta de la Iglesia acompañados de unas bandas de música que parecían rivalizar entre ellas para ver cual lo hacía mejor.

Los costaleros pasaban a tu lado por las estrechas y empinadas calles de la ciudad, haciéndote partícipe directo de su sudor, de su sufrimiento, de su carga, de su olor.
Por cualquier rincón, alguien salía de entre la multitud o se quedaba escondido entre ella para cantar una saeta desgarradora y cargada a reventar de arte y sentimiento a su Santo o a su Virgen. Sentías su aliento sobre tí y hacía que el vello reaccionase y que la piel se encogiese como si pequeñas descargas eléctricas la recorriesen.
Jóvenes y mujeres de largo y negro pelo piropeaban a gritos a las Vírgenes cuando se acercaban a ellas.
Aplausos a las saetas, aplausos a los piropos, aplausos a los esforzados costaleros, a las bandas de música, aplausos que te envuelven y te eliminan como mero espectador para hacerte partícipe del evento.

Penitentes encapuchados y costaleros y niños soñando con ser un día llegar a serlo, cante, gritos, llantos, lágrimas de hombres y de mujeres y de mi amigo Balti, que por enfermedad no pudo portar sobre su hombro a su Virgen de las Angustias. 

Emociones que se contagian por el aire cargado de incienso, de murmullos y de silencio, y de pasión y de vino y de sudor y de corneta y tambor.
También poesía, hermosa saeta recitada que hizo contraer la respiración y los corazones de los que la escucharon.

Semana Santa, porque así se llama, aunque podría llamarse de cualquier otra forma, qué más da. Semana en la que salen en procesión la Humildad, la Angustia, la Esperanza, la Paciencia, la Soledad, el Dolor, el Sufrimiento...sentimientos y valores no exclusivos de la religión, sino inherentes al ser humano, y yo, desde mi agnosticismo me estremezco ante esta representación encarnada por una madre y un hijo, sean o no santos, sean o no divinos, una madre y un hijo al fin y al cabo. 
Vivencia inigualable e irrepetible que es la Semana Santa en el que es uno de mis rincones preferidos de España, donde dejé mi infancia y gran parte de mi adolescencia, San Roque, Cádiz, donde reide la Ciudad de Gibraltar. 

domingo, 31 de enero de 2016

¡QUE VIENE EL LOBO,...QUE VIENE EL COLETAS!!!!

Según la wikipedia, el miedo o temor es una emoción primaria caracterizada por una intensa sensación desagradable provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado.. La máxima expresión del miedo es el terror. Además el miedo está relacionado con la ansiedad.

Por tanto, no es necesario que ese peligro sea real, basta con la simple percepción, con la mera posibilidad de que algo suceda. Esto ha sido usado desde la antigüedad como instrumento al servicio de intereses concretos. Desde los antiguos chamanes trivales hasta las institucionalizadas religiones actuales, la muerte y la postmuerte, se han utilizado para controlar las mentes de los vivos y así poder ser usados como objetos de valor para el desarrollo de sus fines privados. Todos sabemos que la muerte es real y lo es porque sucede; aunque lo que sucede no es la muerte en sí; sino el fin de la vida. Quiero decir con esto que la realidad palpable es la vida, no la muerte. la vida es un proceso determinado y desarrollado en tiempo real, la muerte no es nada, es solo la ausencia de vida. Si alguien se muere es porque previamente ha estado vivo.

Resumiendo, que es gerundio, lo que nos puede dar miedo es la vida, ya que de esta tenemos plena conciencia. Pues bien, aquí es donde las religiones han hecho su agosto al presentarnos esa "otra vida", que llaman ellos, como algo tenebroso si no hacemos lo que ellos dicen que hagamos en la vida real, por lo que se basan en el miedo, más aún si esa otra vida no tiene fin. Debe ser realmente terrorífico estar toda la eternidad quemándote los huevos en el infierno, sabiendo que no va a tener fin dicha tortura.

Al dotar de realismo lo desconocido e interiorizarlo, el miedo está ya institucionalizado, ya podemos decir que el miedo existe y así las empresas del miedo pueden ya realizar su labor. La religión y la política tienen carta libre para actuar.

En occidente, predominantemente católico y liberal, hay dos infiernos comandados por lucifer y Hugo Rafael Chávez Frías. El primero es una invención para reforzar lo desconocido, el segundo es, bueno fue, una

persona real, de carne y hueso. Así, la maquinaria política liberal nos presenta a este señor, o mejor dicho a su modo político, el chavismo, como el "coco", como la hidra de un occidente capitalista perfectamente ordenado y estructurado.


Así el miedo al chavismo es usado por la derecha española y por la pseudoderecha (PSOE y C´s), como amenaza al orden establecido y utilizan todas sus armas para arrojar sobre nuestras cabezas este absurdo mensaje del miedo. Pero lo importante no es que nosotros, el pueblo, los pobres interioricemos ese miedo; pues cuando no se tiene nada nada pueden quitarte. Como dice un amigo mío, lo más que le pueden hacer es despeinarlo, y eso no le da miedo. No somos nosotros quienes tenemos miedo; sino ellos, los propios políticos. Miedo a que se les acabe su estatus quo, a que algún chavista, que dicen ellos, le desmonte el chiringuito y es precisamente eso lo que nos quieren transmitir, para que seamos nosotros quien les liberemos de ese miedo de ellos y hagamos lo que ellos por si mismos no pueden hacer sin recurrir a la fuerza y la violencia.

sábado, 30 de enero de 2016

TODOS PODEMOS SER SANTOS..

Todos podemos ser Santos, aunque le pese a Hobbes. La cuestión es si los que son, son realmente lo que los demás decimos que son. Quiero decir con esto que este concepto, apropiado por la religión y delimitado por ella a los que de un modo u otro están dentro de su círculo, son los únicos pretendientes a este término. 
En la actualidad, este nombre se da también a personas de una particular elevación ética, con lo cual y pese a los intentos religiosos por mantener el monopolio de la moral, santos podemos ser cualquiera., aunque dicho esto, no voy a centrarme en esta cuestión, ya que no es lo que realmente me interesa en mi reflexión. Lo que creo interesante es que este concepto, que lo considero real, es decir, con una existencia plena, es algo interior a la persona, endógeno, y no exterior a ella. Una persona es santa porque lo es por sí misma, no porque los demás digamos que lo es; además cuando esto sucede, en cierto modo estamos destacando a ese individuo del resto de los mortales, lo situamos en un estrato superior y privilegiado, lo que en cierto modo se opone a la definición del propio concepto.
Un santo lo es porque lo es y no precisa de reconocimiento ni hornacinas, Es un comportamiento efímero porque la propia vida lo es. se trata de una vida marcada por una serie de valores que esa persona ha desarrollado consciente y constantemente. Pero de esta forma un paralítico cerebral no puede llegar nunca a serlo, (obstáculo que la iglesia ha salvado con la introducción del concepto santos inocentes), al igual que alguien que ha realizado su actividad en la sombra y por tanto no puede optar al reconocimiento público de su labor, 
El concepto de santo ha rebasado la barrera individual para encuadrarse en el mundo de los conceptos sociales, mientras que no es la sociedad quien debe determinar si una persona es o no es lo que sea. lo que alguien es es patrimonio suyo propio y solo él sabe porqué actúa de una forma u otra. Por tanto atribuir este título a alguien es contradecir lo que ello significa.
Debemos considerar que la opinión social está mediatizada y no es estática, por lo que lo que en una ocasiones es bueno en otras puede no s

erlo, y lo que se ve desde una óptica en un tiempo concreto puede verse de otra desde una óptica temporal diferente. Así tras una guerra, la historia la escriben los vencedores, que son los que ocupan el poder en ese momento; pero con el tiempo, el poder pude cambiar de signo y tener una concepción opuesta hasta la que entonces existía y si no opuesta al menos distinta. Tal puede ser el caso de Nelson Mandela, activista y terrorista en su juventud y Nobel de la Paz en el ocaso de su vida.
Santos son los que son y no voy a decir que no lo sean, solo digo que no son todos los que son y que si por algo deben distinguirse es por no tener nombre, pues no es lo que buscaban cuando llevaban a cabo su labor. Por tanto los santos deberían ser anónimos y su único significado debiera ser el refuerzo de los valores que protegieron o cultivaron en su corta existencia.
Estos son los santos reales, luego tenemos los santos propios, que lo son para sí y que pretenden serlo para los demás, personas que aunque dediquen su vida a los demás y a desarrollar valores socialmente aceptados, tienen como preocupación dar el salto de lo individual a lo social, en busca de ese reconocimiento público. Personas que trabajan y dedican su vida a los demás asegurándose que esos, los demás lo sepan y con ello lo reconozcan. Estos no serán nunca santos, más bien serán payasos idiotas y como tales serán juzgados por la población, por la sociedad.
Yo no seré nunca santo ni es mi propósito; pero lo que es seguro es que esos que lo son, si se levantasen de donde estén reposando sus huesos y viesen lo que han hecho con ellos se cabrearían, seguro que sí.