Marido de reconocido mérito y capacidad (No debemos juzgar por su aspecto, sino por su reconocida valía. ) |
Además de la vía genética, estas cualidades pueden asociarse
o apropiarse, mejor dicho, por razones ligadas a la consanguinidad, de tal
forma que el marido de “la
Cospedal ”, por ser simplemente eso, marido de su marida, se
le atribuyen estos calificativos, al igual que pasará en un futuro con los
hijos de estos. Esta “política superfashion de la muerte te lo juro por Mafalda”,
por el simple hecho de ocupar una posición de poder, lleva implícito la
posesión de estas características que la cualifican indiscutiblemente. El
Mérito y la capacidad de ésta proviene por referencia o relación al puesto de
poder que ocupa en un momento y lugar determinado, y a su vez, sirve como
referencia para otorgar esta calificación a su pareja, hermanos y descendientes
hasta un grado de consanguinidad en el que el apellido se perpetúe tal que se
pueda establecer una relación de parentesco.
Por tanto, como resumen, podemos decir que el mérito y la
capacidad son cualidades atribuibles, en general, a todo aquel que ha estado o
está relacionado con jerarquía de poder, así como los descendientes de estos
por vía tanto sanguínea como política o relacional.
Además, estas capacidades y méritos una vez establecidos por
cualquiera de las vías mencionadas, gozan del reconocimiento social y son de
ámbito público. Ahora bien, estas cualidades otorgadas de forma objetiva a
cualquier otro miembro del vulgo social, aún gozando de reconocimiento
institucional objetivo, quedan reducidas a los ámbitos simples familiares o de
los grupos de relación directa de estos. Por ejemplo, el hecho de que mi amigo
Francisco se gradúe “doctor cum laude” por la Universidad de su pueblo
de Córdoba, dota a este de la capacidad y el mérito necesario para el
desarrollo de la actividad en la que ha realizado sus estudios con tan alta
calificación. Pero, sin embargo, será muy difícil que llegue a alcanzar los
niveles de estos valores que posee Gallardón o el marido de “la Cospe ” y mucho menos los
puestos y la remuneración acorde a su valía en comparación con estos.
Esto es debido a que el mérito y la capacidad, demostrable
de mi amigo, han sido alcanzados con su sacrificio y esfuerzo, gracias a una
inteligencia fuera de lo común; pero no por las tres vías mencionadas con
anterioridad: consanguinidad, relación con el poder o genética, por lo que al
único Consejo de Administración al que aspira mi amigo es al Consejo de
Administración de su casa, junto con su padre y su madre, ocupándose
principalmente de las tareas de gestión del Patrimonio familiar (el sueldo de
jubilado de su padre) y de las tareas de la alta gestión administrativa de los
envíos y redacción de sus propios curriculums vitaes.
El marido de su marida, ya mencionada, y no quiero volver a
hacerlo, por el contrario, pasará a formar parte del Consejo de Administración
de la empresa que sea, da igual, y si no la hay se crea, que para eso es el
poder. En este Consejo su misión principal y única será la de recoger al final
de año, carretilla en mano, el capazo de pasta (vulgarmente dinero), que sin
razón aparente le concede la empresa que sea. Las cantidades suelen oscilar
entre los 150.000 euros y los 200.000, por no hacer nada, simplemente por su
mérito y capacidad reconocida por ser quien es, mientras mi amigo el doctor a
joderse, que para eso se ha hecho doctor, aunque el mérito y capacidad de este
que no lo dude nadie y si no que se lo digan a su madre.
Juan Carlos vázquez.
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