viernes, 28 de marzo de 2014

¿PAPÁ, QUÉ ES ESO QUE HAY EN LA SOPA?, NADA HIJA, NADA. ACABALA Y VETE AL COLE

Paco, acábate la sopa y no pienses tanto, que nos vas a volver locos.
La niña ya hace rato que se ha levantado de la mesa, hoy se ha bebido cinco vasos de agua antes de comer, normal que no le entrase la sopa. Una sopa que seguía siendo agua; pero con algo de sal y caliente. Flotaban en ella unos trozos de pan y unos fideos que nos pasó mi cuñada.  De segundo plato las noticias del telediario que acababa de comenzar. Una de ellas decía que van a cambiar el nombre del aeropuerto de Barajas para ponerle el de Adolfo Suárez y que costará un millón de euros. A mi Paco se le escapó ¡Cabrones! delante de la niña, que había entrado a la cocina a despedirse para ir al colegio.
Quién nos ha visto y quién nos ve, no es que nos haya sobrado nunca; pero lo de ahora es pobreza. Recuerdo cuando el abuelo nos hablaba de la época de hambre y miseria, que nombraba como miseria y compañía, dando un toque de humor negro. ¡La veíamos tan lejos!, que nunca pensamos que pudiesen revivir esos tiempos.
Paco, mi marido, trabaja en una empresa y es un oficial cualificado que en otros tiempos se lo habrían rifado las empresas. Trabaja; pero lleva seis meses sin cobrar, día a día se levanta con la ilusión de ir al trabajo y con la esperanza de que las promesas de cobro realizadas por su jefe se hagan realidad; pero por la tarde, al volver a casa y ver en mi cara reflejado el “no cariño, no nos han ingresado nada”, se derrumba. Procura que la pequeña Maribel, que así se llama nuestra hija no se entere de lo que sucede; pero los niños no son tontos. Le da un beso y un abrazo todas las tardes a su padre, diciéndole sin palabras lo que todo padre quiere oír. 
La puñetera sabe mucho teatro y nos intenta hacer creer que ya no tiene más hambre, que no quiere más; pues sabe que no hay nada de segundo plato.
La empresa en la que trabaja mi marido, es una subcontrata de la administración, y es la propia administración la que les debe dinero. Nos debe dinero; pero nos cobra los impuestos, es como si nos robase dos veces. Un robo a cara descubierta, que no es delito ya que el delincuente es el que dicta y ejecuta la ley.
Mi marido se sube por las paredes cuando ve que en la administración cada vez hay más jefes y más enchufados, que cobran más del doble que él, mejor dicho más del doble de lo que debería cobrar él y que no le pagan. Quizás tanto enchufado y tanto chorizo absorben el presupuesto y al final no llega para pagar a los que trabajan para los chorizos.
Yo, estoy buscando trabajo; aunque no hay nada, ni siquiera de fregona.
Hoy mi marido ha subido a casa con una expresión en la cara que no es la de todos los días y en su mano un sobre cerrado del INAEM dirigido a mí. Me lo entrega y lo abro bajo la atenta mirada de mi hija y mi marido. Temblorosa, saco el folio y al desplegarlo leo en voz alta:
“Le recordamos que próximamente debe renovar su Tarjeta de Demanda de Empleo, que puede hacerlo fácilmente con su contraseña de usuario a través de nuestra página web www.inaem.aragón.es
Mi marido que la estaba leyendo a la vez que yo dijo: “Hijos de Puta”.

Juan Carlos Vázquez

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