jueves, 20 de marzo de 2014

LOS ILLUMINATI DEL PP Y SU EJÉRCITO SECTARIO

Única imagen disponible del líder Áznar
Aunque en un principio se constituyeron como una organización fundada el 1 de mayo 1776 en Babiera, con forma de una sociedad secreta, la cual manifestaba oponerse a la superstición, los prejuicios, la influencia religiosa sobre la vida pública, los abusos de poder del Estado y para apoyar la educación de la mujer y la igualdad entre los sexos.
Más tarde, en la actualidad, los Illuminati,  se han presentado como un grupo político/económico/esotérico al acecho y en las sombras, que constantemente tira de las cuerdas y palancas del poder. (1)
En una caricatura, producto de la idealización novelística contemporánea, los illuminati españoles, están formados por los dirigentes del partido oligárquico del poder, el famoso PP. Esta “sociedad”, iluminada y guiada por la providencia divina, del cielo y de la tierra, y al igual que toda sociedad de poder que se precie, tiene un líder indiscutible al que todos llaman por su nombre en clave: Áznar, procedente de las lejanas tierras de Cástilla. Este, como líder soberano es el espejo en el que todos los miembros de la “Cofradía PPera” quieren verse reflejados. El ejemplo de lo dicho podemos verlo en el ministro de industria, llamado en la secta como caballero Soria, que como las vulgares y fanáticas fans de cualquier cantante de éxito, copian al detalle el aspecto externo de su ídolo. Así, gracias a este fans fervoroso y enloquecido, podemos hacer una reconstrucción física del líder en la sombra de esta sociedad sectaria.
Por el poder que les confiere la Iglesia, creen ser los garantes de un nuevo mundo, de una nueva España, Grande y Libre y, de esta forma, con este objetivo tatuado en sus mentes, los elegidos de Áznar, se disponen a imponer sus criterios en todos los aspectos que guían la vida económica, social y política del país que han tomado como suyo, como escenario donde desarrollar su estrategia.
Al repartirse las carteras principales del poder, el pupilo de Áznar, procedente de las tierras lejanas de Gálicia,  otorgó la dirección de Industria al hijo de otra vida de Áznar, el caballero Soria. (Deseo aclarar que en estas sectas o sociedades, el líder en la sombra delegaba siempre en su seguidor más ciego y más obediente, es decir, en el más tonto, ya que este nunca cuestionaría su poder y defendería a muerte el liderazgo de su jefe supremo, lo cual nos lleva a la conclusión de que el único líder no tonto, solo pudo ser el primero). El citado caballero Soria, era un ser hecho a imagen y semejanza del líder espiritual, de ahí que muchos pensasen que era fruto del matrimonio del líder en su vida anterior con una fea princesa de unas islas atlánticas. Este de industria no tenía ni pajolera idea, tal como está escrito en el libro secreto de la institución a la que pertenece, ya que de tener idea no tendría necesidad de ser asesorado y podría hacer reformas beneficiosas para la sociedad. A este individuo lo rodean de asesores que se limitaban a cobrar sus gruesos salarios (del latín salario) mensuales y así las empresas monopolísticas del sector energético podían manejarlo a su antojo, como el pelele de Goya. Es decir un tonto, rodeado de tontos, es manejado  por quien el líder en la sombra decide, y de todo ello el líder en la sombra saca pingües beneficios. Con esto resolvemos el punto uno, la Industria.
De igual forma sucede con la educación y la justicia, carteras encabezadas por verdaderos descabezados, que se limitan a cumplir las directrices dictadas en la sombra por la Santa Madre y por Áznar. En educación el fin perseguido es la creación de una uniformidad social conforme a los cánones del poder, seres con la capacidad pensante anulada, convertidos en súbditos inconscientes de la mano que mueve el poder. Deben crear, desde el sistema educativo, desde la más tierna infancia, una legión de hombres máquina al servicio de las grandes corporaciones, con la capacidad crítica anulada y gruesas rodillas para rendir pleitesía a sus jefes. Resultado final, una sociedad homogénea, sosa y servil, justo lo que necesitan para sus propósitos.
La justicia, debe ser implacable con la mujer, según las doctrinas de esta peña. Los logros conseguidos en la historia por las mujeres son superiores a sus capacidades y méritos, su verdadera labor es la alimentación y crianza de los hijos, para que estos sean prototipos ideales de la sociedad futura que ellos desean. Para llevar a cabo esta macabra labor cuentan con el apoyo de la Iglesia y de la congregación illuminati moderna. Para ello necesitan una persona implacable, que no le importen un pimiento las mujeres.  El más adecuado para ello es sin duda el feo de la clase, el gafotas con granos. Este fue adiestrado desde la más tierna infancia con ese fín, acabar con los derechos de la mujer, llegó incluso a odiarlas. Para él solo existía una mujer, la Virgen María, lo cual es normal, las demás, las niñas de su clase pasaban de él como de comer mierda de vaca.
Por último, para no alargarme demasiado en este relato tenemos al Encargado de los asuntos externos al reino, el cual se tuvo que enfrentar a una de las mayores y más peligrosas invasiones externas, procedentes del Norte de África, un ejército de gigantes Horcos de piel oscura que se comían a todo aquel que se cruzaba en su sendero de destrucción y muerte. Para evitarlo rodeó el país de altas alambradas con cuchillas afiladas en lo más alto, a continuación un gran foso repleto de cocodrilos y tiburones, luego para frenar a los supervivientes a estas dos barreras un campo de toros bravos, cerrado por otra gran valla de 15 m. de altura con puntas de lanzas envenenadas con veneno de tarántula del Nilo por toda la pared; pero lo más efectivo fue un cartel con la foto de su líder Áznar, con unas letras al pie dando la bienvenida a España. Los gigantes que habían sobrevivido todos los obstáculos, se veían impotentes de seguir tras leer este cartel y se daban la vuelta hacia donde habían venido a la velocidad del rayo.
El ministro de industria baraja la posibilidad de usar estas mismas barreras  para evitar que las empresas ya asentadas en nuestro espacio, cesen su actividad y se vayan a otro país con el cuento, con su riqueza y trabajo; pero claro está, lo único que no aprovecha es el cartel de su líder.
Todo parecido con la realidad es fruto de las mentes perversas de los lectores, el escritor no se hace responsable de lo que los demás piensen.
Juan Carlos Vázquez

(1) (Extraído de http://en.wikipedia.org/wiki/Illuminati)


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