Nueva novela coleccionable por entregas del PP |
Aunque podría ser el título de una novela o de un Best Seller, no lo es, al menos que yo sepa. Se trata de una frase que engloba el ideario político de una serie de señores que no tienen una idea mejor, es más, creo que no tienen ideas.
Con estas tres palabras nuestros insignes gobernantes se
liberan de toda culpa, al tiempo que justifican sus vandálicos e impopulares
actos.
Gracias a esta frase, nuestros amigos del PP, descargan la
responsabilidad de todo lo que pasa en el país sobre los gobernantes anteriores,
y aunque según ella nos podríamos retrotraer en el tiempo hasta el principio de
los principios, en cuyo caso sería indiscutible la validez de sus afirmaciones.
No es así y esta herencia se remonta solo hasta unos ocho años atrás, limpiando
así el nombre de uno de sus compañeros más aclamados, el señor Aznar. Es decir
que se trata de la herencia de los años de gobierno socialista, periodo político
caracterizado por la ausencia de política, como viene siendo habitual en esta
nuestra sufrida España. Lo que estos o los anteriores hicieran, o lo que
hicieran los anteriores de los anteriores, no importa, pues todos hicieron lo
mismo, ya que todos ellos gobernaron bajo el condicionamiento neoliberal, es
decir, acabar de forma continua e ininterrumpida con la sociedad del bienestar,
privatizando las empresas públicas rentables y dejando a cargo del Estado lo que
ninguna empresa Privada querría ni regalado. Eliminar los beneficios sociales
conseguidos a lo largo de muchos años de lucha y ofrecer otros a cambio, sin
justificación ni sentido alguno, (cheque bebé a diestro y siniestro, sin
considerar necesidad ni renta; así lo recibiría hasta el propio principito; los
100 euros de ayuda a la mujer trabajadora, no a la no trabajadora, que igual lo
necesitaba más, etc.).
Bueno que me voy del hilo, la herencia recibida es la
culpable de la situación de la banca, de la eclosión de la burbuja inmobiliaria,
de la desconfianza externa en nuestro país, del incremento del paro, de que se
hundiera el Titanic y de que al pato Donald se le muriera su abuelo. La
herencia es la culpable, y además podemos echarle la culpa de todo, porque no
es nada y no la vamos a llevar a juicio, solo la culpamos y al tiempo nos
exculpamos; pero hay un pequeño detalle a considerar, señor Rajoy, y es que se
olvida usted de lo peor de todo, del peor efecto de esta “herencia recibida”, que
no es otro que gracias a ella usted está dónde está, gracias a lo mal que lo
hicieron los anteriores a usted. Debe estar agradecido a esta herencia, ya que ocupa
usted un puesto de poder que le garantizará un retiro en el Edén de los
Presidentes de España, y digo que es gracias a la herencia; pues a buen seguro
que no ha sido elegido por sus méritos, sino por los desméritos de otros. Esto,
al contrario de lo que usted dice y nos quiere hacer creer, no justifica que
pueda hacer lo que usted quiera, sino que debería ser más humilde y reconocer
que no es que lo queramos a usted, sino que no queríamos a ninguna de las otras
opciones. (Algo parecido a lo que le pasó al tonto que le derrotó en dos
ocasiones consecutivas, que fue elegido presidente por no hacer lo propio con
los otros candidatos).
Resumiendo, la herencia recibida es la culpable de la
situación actual y de que usted esté en el gobierno. La herencia recibida es la
culpable de que, democráticamente, ocupe usted la posición de poder que ocupa;
más esta elección democrática no justifica que se pueda usted revelar contra
los cimientos mismos de la democracia y gobernar contra el pueblo, en vez de
para el pueblo.
Está usted en una encrucijada en la que no lo quieren ni los
que antes le querían, y precisa campañas de mentalización e imnosis de sus
socios para darle, a estos, argumentos para poder seguir defendiendo lo
indefendible.
Su política se ha convertido en la asunción, a modo de
simples peleles de las estrategias que les marca la mercadotecnia capitalista,
labor para la que les sobra hasta el cerebro.
Así, con esta realidad que nos intenta presentar y portando
el báculo todopoderoso de una mentirosa democracia, y sin necesidad de
neuronas, nos transmite que la única opción es la suya, que lo que usted hace
es lo que tiene que hacer. Esto se lo cuenta al tonto de mi pueblo, que seguro
que no se lo cree. Si hay alternativas, hay alternativas presentadas desde el ámbito
de diversas disciplinas: sociología, economía o política. Solo que estas
alternativas precisan de lo que ustedes carecen, cerebro.
Por otro lado su forma de gobernar es la típica de una
telenovela de sobremesa, en la que cada semana sorprende a su público con las
medidas tomadas en reunión de sincerebros. De esta forma mantiene el interés de
un público que observa atónito los despropósitos que semanalmente publica y que
le afectan directamente, viendo sorprendidos como los hunde en la miseria,
dejándolos, dejándonos sin capacidad de reacción, anclados en el sofá de
nuestros hipotecados pisos prestados de los bancos.
Tiene usted una imaginación descerebral, surrealista, es
como el héroe malo de un mal comic, ese personaje que gobierna el mundo en
contra del propio mundo, teniendo a su pueblo sumido en la miseria.
Si esto se hubiese sabido en su programa electoral, seguro
que habría obtenido los votos de los delincuentes, banqueros, expolíticos, políticos,
hijos de políticos, narcotraficantes, mafiosos del fútbol, superdeportistas
superevasores de impuestos, estafadores, corruptos varios, vampiros, jueces,
pelotas de las empresas, robacoches, góticos expresidentes, etc.
Además España está plagada de estos seres mencionados, por
lo cual quizás hubiese salido elegido de igual forma, por lo que no entiendo el
porqué de su silencio en la campaña.
Estos seres, son los protegidos, viven y desarrollan su
actividad con total impunidad, y esto no es parte de la herencia recibida sino
de la herencia que nos va a dejar usted a nosotros y a nuestros hijos, y si que
hay alternativas, `pero desde luego no con usted al mando de este barco.
Juan Carlos Vázquez
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