Always Franco Obra de Eugenio Merino |
El artista Eugenio Merino, vuelve
al ataque en la feria de arte Contemporáneo de Madrid, para este año tiene un
nuevo invitado a la cocina donde prepara los platos más polémicos de una feria
a la que le ha cogido el punto: Francisco Franco. En Always Franco, ha metido al
dictador en un frigorífico decorado con el diseño de Coca-Cola. “Franco sigue
siendo noticia, no ha desaparecido. Está más de moda que nunca con la ley de
Memoria Histórica, Garzón y el Diccionario Biográfico Español”, explica Merino.
Franco en una nevera es la imagen de su permanencia en nuestra cabeza”. (1)
Y es que si el arte debe ser algo esto es controvertido,
debe expresar emociones, ideas, sentimientos, debe producir una reacción en el
que observa, para bien o para mal. Y este artista lo ha conseguido, ha plasmado
inteligentemente una idea que ronda por las cabezas de todos nosotros, la idea
de que si bien Franco ha muerto, las ideas de este vuelven a estar de total
actualidad, e incluso, diría yo de plena vigencia.
Los recortes en el plano social, de las libertades, el sometimiento
a un poder autocrático poseedor de la única verdad y de la auténtica razón (según
ellos), el cultivo de valores como la obediencia incondicional al poder,
valores morales, el desmantelamiento del Estado del bienestar, en el que el
obrero sueña con nuevos ideales de prosperidad, la revalorización de los
valores morales dictados por la Iglesia Católica, etc.
Nuestro amigo Rajoy en su vanidad y empoderamiento, se ha
transformado en Dictador, en el único capaz de gobernar, de guiar el rumbo de
la Nación, porque es el único que puede hacerlo y por tanto es su deber y como
es su deber lo es suyo solo y los demás a obedecer. Él puede imponer su
autoridad, usando para ello los métodos que tenga que emplear, pues es el
elegido y no tendrá que rendir cuentas a su pueblo, sino solamente a Dios y a
la Historia.
Todas las acciones que realice este gobernante, están
plenamente justificadas, ya que es el responsable de la Nación, del pueblo y
como el pueblo no está capacitado para el gobierno debe ser conducido y guiado
por quien si puede, Rajoy, el Elegido. Y si lo hace bien, bien y si lo hace mal
también; ya que si lo hace mal es por un bien superior, el del Estado, de la
Patria.
Todo esto recuerda que Franco aún estando muerto, sigue ahí,
en la nevera, como Disney (aunque este solo conserva biocriogenizada su cabeza).
Solo espero que quien compre esta nevera, cargada con tan peligroso producto,
no tenga pensado abrirla y la mantenga siempre cerrada bajo siete llaves y las
tire al Ebro. Si, si, ya sé que está muerto; pero por si acaso.
Las políticas actuales, orientadas a los mercados
internacionales de la especulación y el enriquecimiento ilimitado, nos están
conduciendo a la implantación de políticas “necesarias”, aunque dolorosas en
pro del bien común, que no es otro que el bien del Gran Capital. Todo esto
acompañado de estructuradas campañas de concienciación, para conducirnos a la
obediencia y al conformismo ante las aberrantes y dictatoriales políticas de
extorsión de las clases menos favorecidas.
El fragmento, sobre el poder, con el que termino este
escrito, forma parte de un libro de adoctrinamiento de esa época pasada de
nuestra historia sobre la que pido una reflexión, ya que, por desgracia podemos
encontrar “cierta similitud” con las políticas desarrolladas en la actualidad
en nuestro país. Y esto me está empezando a dar cierto miedo
“Los
poderes”.
El poder lo tiene el
que puede, no el que quiere. Y solo puede, el que tiene condiciones para mandar
y autoridad para ser obedecido.
Los poderes son los atributos
de la autoridad.
Quien tiene los
poderes dicta la ley, prescribe su cumplimiento, ordena la justicia, crea los
cargos públicos y nombra a las personas que deben desempeñarlos.
Quien tiene la responsabilidad debe tener los poderes.
Por esta razón, es el
Estado quien debe tener los poderes, porque él tiene la responsabilidad de los
negocios públicos y del bienestar nacional.
Nosotros, los
subordinados, no tenemos más misión que obedecer.
Debemos obedecer sin
discutir. Quien manda sabe lo que hace y porqué lo hace. Es más difícil mandar
que obedecer. El que obedece no se equivoca nunca.
Los españoles tenemos
la obligación de acostumbrarnos a la santa obediencia. Nada de murmuraciones,
de reservas ni de discusiones. ¿Nos manda quien sabe y quien puede?. ¡A cumplir
fielmente lo mandado! Esta ha de ser nuestra consigna.
¿y quien juzga al que
tiene máximo poder? Dios y la historia. A Uno y otra dará cuenta. Lo demás no
es de nuestra incumbencia.
En mi casa manda mi
padre; en la escuela, el maestro; en el pueblo, el alcalde; en la provincia, el
gobernador; en España, el Caudillo. Este manda en todos, porque tiene la
respopnsabilidad de todos. Obedezcámosle para que haga a España feliz”.(2)
Juan Carlos Vázquez
(2) ASÍ QUIERO SER (EL NIÑO DEL NUEVO ESTADO. Lecturas cívicas
H. S. R., Hijos de Santiago Rodríguez. Imprenta Casa Editorial, Burgos
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