miércoles, 18 de julio de 2012

ALWAYS FRANCO


Always Franco
Obra de Eugenio Merino

El artista Eugenio Merino, vuelve al ataque en la feria de arte Contemporáneo de Madrid, para este año tiene un nuevo invitado a la cocina donde prepara los platos más polémicos de una feria a la que le ha cogido el punto: Francisco Franco. En Always Franco, ha metido al dictador en un frigorífico decorado con el diseño de Coca-Cola. “Franco sigue siendo noticia, no ha desaparecido. Está más de moda que nunca con la ley de Memoria Histórica, Garzón y el Diccionario Biográfico Español”, explica Merino. Franco en una nevera es la imagen de su permanencia en nuestra cabeza”. (1)
Y es que si el arte debe ser algo esto es controvertido, debe expresar emociones, ideas, sentimientos, debe producir una reacción en el que observa, para bien o para mal. Y este artista lo ha conseguido, ha plasmado inteligentemente una idea que ronda por las cabezas de todos nosotros, la idea de que si bien Franco ha muerto, las ideas de este vuelven a estar de total actualidad, e incluso, diría yo de plena vigencia.
Los recortes en el plano social, de las libertades, el sometimiento a un poder autocrático poseedor de la única verdad y de la auténtica razón (según ellos), el cultivo de valores como la obediencia incondicional al poder, valores morales, el desmantelamiento del Estado del bienestar, en el que el obrero sueña con nuevos ideales de prosperidad, la revalorización de los valores morales dictados por la Iglesia Católica, etc.
Nuestro amigo Rajoy en su vanidad y empoderamiento, se ha transformado en Dictador, en el único capaz de gobernar, de guiar el rumbo de la Nación, porque es el único que puede hacerlo y por tanto es su deber y como es su deber lo es suyo solo y los demás a obedecer. Él puede imponer su autoridad, usando para ello los métodos que tenga que emplear, pues es el elegido y no tendrá que rendir cuentas a su pueblo, sino solamente a Dios y a la Historia.
Todas las acciones que realice este gobernante, están plenamente justificadas, ya que es el responsable de la Nación, del pueblo y como el pueblo no está capacitado para el gobierno debe ser conducido y guiado por quien si puede, Rajoy, el Elegido. Y si lo hace bien, bien y si lo hace mal también; ya que si lo hace mal es por un bien superior, el del Estado, de la Patria.
Todo esto recuerda que Franco aún estando muerto, sigue ahí, en la nevera, como Disney (aunque este solo conserva biocriogenizada su cabeza). Solo espero que quien compre esta nevera, cargada con tan peligroso producto, no tenga pensado abrirla y la mantenga siempre cerrada bajo siete llaves y las tire al Ebro. Si, si, ya sé que está muerto; pero por si acaso.
Las políticas actuales, orientadas a los mercados internacionales de la especulación y el enriquecimiento ilimitado, nos están conduciendo a la implantación de políticas “necesarias”, aunque dolorosas en pro del bien común, que no es otro que el bien del Gran Capital. Todo esto acompañado de estructuradas campañas de concienciación, para conducirnos a la obediencia y al conformismo ante las aberrantes y dictatoriales políticas de extorsión de las clases menos favorecidas.
El fragmento, sobre el poder, con el que termino este escrito, forma parte de un libro de adoctrinamiento de esa época pasada de nuestra historia sobre la que pido una reflexión, ya que, por desgracia podemos encontrar “cierta similitud” con las políticas desarrolladas en la actualidad en nuestro país. Y esto me está empezando a dar cierto miedo
 “Los poderes”.
El poder lo tiene el que puede, no el que quiere. Y solo puede, el que tiene condiciones para mandar y autoridad para ser obedecido.
Los poderes son los atributos de la autoridad.
Quien tiene los poderes dicta la ley, prescribe su cumplimiento, ordena la justicia, crea los cargos públicos y nombra a las personas que deben desempeñarlos.
Quien tiene la responsabilidad debe tener los poderes.
Por esta razón, es el Estado quien debe tener los poderes, porque él tiene la responsabilidad de los negocios públicos y del bienestar nacional.
Nosotros, los subordinados, no tenemos más misión que obedecer.
Debemos obedecer sin discutir. Quien manda sabe lo que hace y porqué lo hace. Es más difícil mandar que obedecer. El que obedece no se equivoca nunca.
Los españoles tenemos la obligación de acostumbrarnos a la santa obediencia. Nada de murmuraciones, de reservas ni de discusiones. ¿Nos manda quien sabe y quien puede?. ¡A cumplir fielmente lo mandado! Esta ha de ser nuestra consigna.
¿y quien juzga al que tiene máximo poder? Dios y la historia. A Uno y otra dará cuenta. Lo demás no es de nuestra incumbencia.
En mi casa manda mi padre; en la escuela, el maestro; en el pueblo, el alcalde; en la provincia, el gobernador; en España, el Caudillo. Este manda en todos, porque tiene la respopnsabilidad de todos. Obedezcámosle para que haga a España feliz”.(2)

Juan Carlos Vázquez


(2) ASÍ QUIERO SER (EL NIÑO DEL NUEVO ESTADO. Lecturas cívicas H. S. R., Hijos de Santiago Rodríguez. Imprenta Casa Editorial, Burgos



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