Primer plano de traspaso de poderes democráticos |
Con estas frases y palabras, estos cuatreros del dólar, se
ganan la vida desde niños, para lo cual no se precisa ideología alguna, sino
simplemente práctica y desparpajo para poder decir lo que ni ellos mismos se
creen. Por ejemplo, podemos redactar una frase como la siguiente: “Trabajaremos sin descanso en pro de unos
servicios públicos de calidad, para que todos los españoles sean iguales ante
la ley, dispongan de atención sanitaria gratuita y universal e invertiremos
todos los recursos disponibles al servicio de la educación de nuestras futuras
generaciones, que son el futuro de nuestra nación. Una nación próspera, situada
en lo más alto de la economía mundial”.
Con esta frase, y pequeñas variaciones de contenido según el
contexto y las siglas por las que fiche nuestro singular juglar de la política,
tiene asegurado su futuro. Ya no tendrá que trabajar en su “puta vida”, que
para eso estamos los demás.
Las formas de llegar a la política son varias, destacando la
vía genética, determinadas por la herencia; así el hijo del político pasa a ser
político (por ej. Gallardón). Por consanguinidad de segundo o tercer grado, por
la cual familiares políticos de políticos pasan a ocupar cargos políticos. (el marido
de Cospedal, la mujer de Aznar, etc.). Por salto desde otras plataformas
sociales (sindicatos, ayuntamientos, etc.). Por ingreso desde niños en
plataformas juveniles de ciertas formaciones políticas, (muchos, muchísimos).
Como fichaje estrella por ocupar puestos relevantes de poder o de influencia
social, fichaje de empresarios mediáticos, como imagen de la firma política,
etc.
Estos son los profesionales de la política, los idealistas
no ocupan posiciones de poder sino celdas en diversas cárceles, ya que estos no
interesan al poder, salvo raras excepciones, que debido a su gran influencia en
los medios de comunicación se han erigido en ideales a seguir por ciertos
sectores de población, en cuyo caso interesa más tenerlo en tu bando que en el
opuesto.
Puedo continuar con todo esto, pero creo que es suficiente
para llegar a la conclusión de que la política está movida por intereses y no
por ideales; pero debo destacar que esta conclusión no afecta a las masas, ya
que estas sí creen en ideales. Por ello hay una ruptura insalvable entre las
posiciones idealistas del pueblo llano y las interesadas del grupo del poder
político y económico y que es una simple cuestión dialéctica lograr que las
masas se posicionen hacia las mentiras de uno o de otro grupo político. Pero
esto no es nuevo, ni lo he descubierto yo, y lo peor de todo es que lo sabe
hasta quien no lo debería saber, el pueblo, para mal de los políticos. De esta
forma, en las modernas democracias bipolares de nuestro planeta, surgen grupos
que pretenden aborregar a los librepensadores, a los no engañados, creando
discursos específicos para ello. Así, están resurgiendo partidos de extrema
derecha y de extrema izquierda, grupos ecologistas defensores de un animal
concreto (arañas, toros, etc.), hasta
formaciones políticoespirituales, para atrapar a los metafísicos de lo etéreo
de nuestra existencia. Y casi todos ellos consiguen rascar un “puestecillo” de
trabajo en la política comarcal, rural, regional, autonómica e incluso nacional. Este escenario
es muy triste y como decía Unamuno, “me avergüenza España”.
Como no hay sitio para tanto “mandante” en el gobierno central,
se crean las Autonomías, con sus Diputaciones Generales y sus Diputaciones Autonómicas
y dentro de estas, por si fuera poco, las Comarcas, las cuales a su vez abarcan
varios Ayuntamientos. Con este “tinglao folclóricopolítico”, es posible y
lógico, que no haya pan para tanto chorizo; pero esto es igual, lo que hace
falta es que la gente sencilla, los trabajadores, trabajen y que además puedan
votar al que, según ellos menos les engaña y más le favorece. Pero según ellos,
ya que tras los resultados electorales, ellos a trabajar que los votados ya
veremos. Ocuparán los escaños y asientos que les corresponda y a vivir que son
dos días.
Juan Carlos Vázquez
No hay comentarios:
Publicar un comentario