sábado, 28 de abril de 2012

EL MAYOR ESPECTÁCULO DEL MUNDO


Rey Bufón  del país imaginario del Rey Bufón
Qué fácil lo tendrían, hoy día, dos de nuestros literatos más ilustres y rivales entre sí, con una disputa casi enfermiza que les conducía hacia una creatividad sin límites.  Éstos no son otros que Quevedo y Góngora y lo tendrían facilísimo para decirle al Monarca que es cojo, bastaría con ponerle dentro de su campo de visión dos copas de ricos caldos, de suculentos y rojizos tintorros de nuestra tierra, y pedir que elija o que su excelencia escoja. Nuestra nobleza, nuestros representantes ante el resto del mundo por la gracia biológica de la mera descendencia, se presentan que ni pintaos para las burlas y chanzas de estos dos maestros del verso. Estos personajes de sangre azul, con su Rey al frente, sus hijas y yernos, su hijo y su familia ducal y condal, son más dignos de los programas de Telecinco que de la esfera representativa nacional.
Vamos a tomar como referencia un país imaginario en el que gobernaba un Rey imaginario con una familia imaginaria, en el que todo parecido con la realidad será pura coincidencia. Este Rey imaginario se llamaba simplemente Rey, sus hijas eran dos, una guapa y otra fea y no tenían zapatos de cristal ni elegantes carrozas, simplemente coches con chófer y guardaespaldas. Su hijo era la réplica perfecta de su padre; pero, claro está más joven. Como en los cuentos, que es lo que es esto, el Monarca logró desposar a todos sus descendientes; pero ninguno de ellos lo hizo con herederos o descendientes de otras coronas de otras monarquías del mundo, sino que con quienes les dio la Real gana a cada uno de ellos, cosa que no gustó a los monárquicos de la época; más con amor todo es posible e hicieron lo que quisieron.
Un día, el Rey quiso acercarse a su pueblo y se le ocurrió la brillante idea de montar un circo, ya que veía que le estaban creciendo los enanos en casa. De esta forma mataría dos pájaros de un tiro, nunca mejor dicho, ya que nuestro protagonista era un gran aficionado a la caza. Él sería el jefe y haría de payaso, ya que era propenso a darse tortazos con todo lo que se le ponía por delante, y se dió cuenta de que este hecho provocaba las carcajadas de los testigos de los mismos, además tras analizar los papeles que podían desarrollar cada uno, consideró que era suficiente para cubrir un espectáculo ameno y divertido. Así que se compró un carromato y junto con toda su familia se lanzó a las carreteras comarcales de nuestro país imaginario.
El espectáculo lo abría un director de ceremonia, vestido con traje oscuro, barba, gafas y una peculiar mirada que hacía posible no poder determinar dónde la tenía fijada. Este era un personaje que tenía que hacer el papel de malo, de ese personaje que todos quieren que se retire de la escena por lo indeseable de su aspecto y de su comportamiento. Este amenazaba continuamente al público y les lanzaba mensajes acerca de subida de impuestos, de que no los iban a atender los médicos si se ponían enfermos, que sus hijos no iban a poder estudiar, que eran unos tristes pobres, etc. El público lo abucheaba y esperaba que saliese a escena el actor que fuera, cualquiera era bueno con tal que se callara este individuo, al que una vez tras otra le salvaba la campana del linchamiento público. Así, dio paso al primero de los números. En este salía a escena el payaso tonto, encarnado por el Rey y el payaso listo, interpretado por su hijo, ya que no sabía que papel darle a este, (no quiere decir esto que el último sea más listo que el primero, no me malinterpreten). Estos hacían realidad las ilusiones de pequeños y grandes con sus caídas y porrazos contra todo lo que se ponía en su camino. La gente reía y disfrutaba y aplaudía. Entre acto y acto y silbidos y abucheos salía al redondo escenario circense el maestro de ceremonias, odiado como nadie y volviendo a la carga con sus amenazas, os bajarán los sueldos, os quedaréis sin casa y sin trabajo, os voy a dejar sin derechos, etc..Cuando la cosa se ponía tensa y el público empezaba a arrojar objetos a este individuo, se retiraba a toda prisa de la escena y salía el siguiente número, su yerno, el lanzador de cuchillos, muy hábil también con las escopetas, ya que gozaba de una gran puntería, pese a tener sus facultades mermadas, lo que le hacía parecer descendiente directo del payaso más que familiar político. Hasta su hijo participaba en el número, ya que su padre le había enseñado las artes de las armas.
La equilibrista era una pariente del Rey, la cual parecía más otro payaso que otra cosa debido a su gran peluca blanca rizada. Su número consistía en mantenerse en pié, debido a su avanzada edad y la gente aplaudía asombrada cuando ésta conseguía dar dos pasos seguidos sin ayuda. Pese a su longevidad se sentía con ganas de continuar en el espectáculo, ya que le atraía sobremanera el mundo de la farándula, incluso contrajo nupcias con un joven apuesto que conoció un día en una de sus funciones.
El circo también tenía animales, como todo circo que se precie, elefantes gigantescos, osos blancos ebrios, caballos, etc.
De mago hacía el yerno del Rey que hacía desaparecer el dinero del público en la Palma arena de su mano. Este número era muy peculiar ya que al terminar la función el dinero seguía sin aparecer y toda la compañía se veía obligada a salir “pitando” del pueblo en que se encontraban. Pero pese a todo la función debe continuar, así que de un pueblo a otro y a salir corriendo, que es lo que toca.
El público había disfrutado del espectáculo ofrecido por su propio Rey, un Rey cercano al pueblo; pero el dinero del mago seguía sin aparecer y todo lo que predecía el maestro Rajoniano de ceremonias se comenzaba a cumplir, sus amenazas se hacían realidad en cuanto el grupo de actores abandonaban su pueblo.
La frustración pasó de Pueblo en pueblo, los pobres crecían por doquier, el hambre hacía mella en sus pobladores, los impuestos apenas permitían subsistir a los pocos que quedaron con recursos; pero el circo continuaba su circuito, su gira de desesperación por todos y cada uno de los rincones del reino del país del Rey payaso. La función continuaba sin descanso, es lo que tiene el Poder llevar la ilusión a los niños y mayores y eso tiene un precio; pero quizás no merezca la pena un castigo tan grande solo por el hecho de aguantar una esperpéntica actuación de unos personajes que no valen ni para payasos.

Juan Carlos Vázquez

2 comentarios:

  1. PAN Y CIRCUS
    yo ,como de momento como,como que si,como y 2 a 0 el zaragoza y con eso como..Como te atreves a ponerme nervioso,como eres capaz de ajitar mi mente con lo tranquilo que estaba preocupado en mi championns ligue o algo asi que dice .
    A mi no me compliques la vida que yo siempre he hecho lo que hago; trabajo ,pago mis impuestos y todo eso..
    Ya veo que tenemos rey y todo eso ..y politicos muchos que no entiendo pero entiendo que estan ahi.
    Como te atreves a hacerme pensar...ya vale hombre.Que me estas poniendo de mala hostia .
    Yo con mis 400 euros de la ayuda familiar y el jurgol tengo bastante.
    No tengo nada que ver con aquellos hombres con 2 cojones que se comian el mundo cuando el viento empujaba las velas de los barcos y el sable,el honor y la valentia nos hacia conquistar nuevos mundos.
    A mi no me molestes que me das mal rollito.
    Pan tengo y circus no me falta.
    Tronk.

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  2. PRIMA DE RIESGO.
    Querido gaviota .
    Estoy canso de oir eso de la prima esta que no se que es y hace que no me suban el sueldo ylas cosas vayan tan mal.
    Podrias hablarme de esta prima?
    Saludos.
    Tronk.

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