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Como es sabido, la manipulación mediática es un hecho
demostrable que no es nuevo, por lo que tampoco sorprende. Noam Chomsky ya
publicó en su día las diez formas de manipulación de la información, sobre las
que no voy a profundizar en esta ocasión; pero que podemos observarlas si
prestamos atención a las formas y fondos de los mensajes emitidos por estos
medios, a los que podemos denominar Medios Institucionales de Comunicación. Este
hecho se ve reflejado actualmente gracias a la promulgación del decreto sobre
la elección de los cargos directivos del complejo de RTVE, según el cual, el
partido autocrático del ppoder, se reserva el poder de decisión a este
respecto. Este es el botón, mejor dicho botonazo, que nos sirve de muestra para lo que estamos
hablando.
Continuando con el hilo de la trama que pretendo seguir, el
ppartido en el poder se asegura cada día en inculcar en nuestros débiles y
acríticos cerebros (fruto de la educación recibida) la misma idea, repetida
hasta la saciedad, hasta hacerla parte de nosotros. Esta idea no es otra que la
de CRISIS, la de “no hay un duro”, “No hay dinero ni pa pipas”, nos ha metido
el miedo de tal forma que lo hemos asimilado como parte integrante de nuestro
ser. ¿Seríamos capaces de vivir sin crisis?, sinceramente no lo sé, lo que sí
sé es que esta idea de crisis, la llevamos tatuada en la frente, somos “homo
crisis”, y gracias a esto, a esta aceptación social se ha creado el contexto
idóneo para el desarrollo de todo lo que dijeron que no iban a hacer, que
realmente era lo que querían hacer, están escenificando “el peor espectáculo
del mundo” con un público que aplaude sonámbulo la representación de lo que no
quieren ver.
Con esto no quiero decir que la cosa esté para tirar
cohetes, lo que digo es que dinero hay, el problema es que no está en el lugar
en el que debe estar. Ante esto solo puedo afirmar con total certeza que yo no
sé dónde está; pues yo no lo tengo. Quizá, si todos nos hiciéramos esta
pregunta, acabarían por salir a la luz los que sí que lo tienen; ya que si
nadie respondiese afirmativamente a esta pregunta, sí que realmente tendríamos
un problema y podríamos echar el candado a España y colocar el cartel de “se
vende” o como poco “se alquila”.
Las clases medias y bajas de nuestra estructura social
apenas tienen relación con las clases altas, a excepción de la relación de
servidumbre, por lo que mi situación será la misma que la de todos los de mi
clase, por lo que puedo hablar por boca de ellos y nos permite establecer unos
criterios de evaluación socioeconómica de nuestra clase de relación con
criterios globales. En el país de los “forraosdepastahastaloshuevos”, país del
que tengo una idea; pero que desconozco, la situación será la que sea, pudiendo
llegar a ser similar a la nuestra, solo que los criterios de valoración se basan
no en lo que no tienen, que tener tienen; sino en lo que quieren tener, que no
es otra cosa que MÁS, o mejor MUCHO MÁS.
Para que estos chiflagaitas tengan más, yo y los míos
tenemos que tener menos, puesto que los billetes no se fabrican, así que lo que
hace es pasar de una mano a otra. Explicaré esto, el flujo del dinero se
orienta siempre en una dirección y esta dirección es siempre la misma y viene
marcada por una recta en la que tenemos situado hacia un extremo las clases
pobres y en el otro las clases ricas. Esta dirección es siempre igual, lo que
varía es el sentido del flujo del dinero. En la sociedad del bienestar, este
flujo se produce en la misma dirección de siempre, del pobre al rico y se
invierte el flujo en el sentido inverso; pero siendo la cantidad devuelta muy
inferior a la recibida; pero suficiente para que la fuerza de trabajo
proporcione unos ingresos que permiten tener una calidad de vida
“aceptable” (siempre inferior a la de las clases pudientes, por supuesto). Este
flujo de capital no se puede igualar nunca en ambos sentidos, al menos dentro
del neoliberalismo económico, ya que en esta situación seríamos todos
ricos, o todos pobres, y al no haber criterios de comparación normativa, seríamos todos iguales.
El problema reside en la avaricia de las clases ricas, en su propia naturaleza, que hace que el capital se desplace en una dirección; pero en un solo sentido, que va desde los pobres hacia los ricos. Hecho que hace aumentar sobremanera la distancia entre unos y otros tensando la recta direccional que los une.
El problema reside en la avaricia de las clases ricas, en su propia naturaleza, que hace que el capital se desplace en una dirección; pero en un solo sentido, que va desde los pobres hacia los ricos. Hecho que hace aumentar sobremanera la distancia entre unos y otros tensando la recta direccional que los une.
Veamos un ejemplo práctico: Pepe compra un producto de 5
euros y el comerciante que le vende el producto se los queda. Este a su vez compra otro
producto, con ese billete que se lo queda un nuevo comerciante y así podríamos seguir hasta el
infinito; pero el problema llega cuando esos cinco euros caen en manos de
alguien que ha reunido un montón de billetes de cinco euros, y como tiene
tantos se los da a otro que tiene más que es el BANCO, no el del parque, el
BANCO con mayúsculas, y ese banco, como no hace nada y sin hacer nada no gana, hace como el mago de la película y tu dinero deja de ser un billete y se
convierte en algo que aunque te lo expliquen mil veces no entiendes; porque ya
no está, ya no es de papel como era, es un "activo", un "tae" o una “mierda” y si
te descuidas ya lo has visto. Los Bancos acaparan y acaparan nuestros billetes
de papel para hacer con ellos magia, cientos de billetes, miles de billetes de
cinco euros se transforman en simple magia de un mercado de la magia, en el que
los magos no son otros que los ricos, prestidigitadores de la codicia y de la
avaricia, que cogen y cogen billetes; pero que no sueltan ninguno, es lo que
tiene la magia.
Ahora ya no tengo mis cinco euros, he ido al banco a pedirlo
y no me lo dan, por lo que yo tampoco puedo dárselos al señor de la tienda al
que se los solía dar, por lo que el señor de la tienda ha cerrado la tienda y
este a su vez, al no tener el billete que yo le dí tampoco ha podido dárselo al
comerciante 2, por lo que tampoco tiene cinco euros, los que salieron en
principio de mi bolsillo, y también ha tenido que cerrar y así sucesivamente, y
todo por culpa de la mierda de la magia.
Juan Carlos Vázquez
EL DINERO NI SE CREA NI SE DESTRUYE SOLO PASA A MANOS DE LOS DE SIEMPRE.
ResponderEliminarY va a ser que el banco que me dejo dineros para comprar mi casa ,que me estan sangrando año tras año,ahora resulta que estan en quiebra y nuestros politicos les dan mi dinero(publico) para que no cierren y puedan seguir masacrandome.
Yo soy masoquista y me va la vara.
Ya os dare mi telefono para quedar.ok
Perdon, se me olvidaba..Tronk.
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