Elefante estampado en un cruce por no respetar las señales de tráfico de la sabana africana. Dos turistas posan delante de él |
Desde pequeño, es algo que
se cansan de repetirnos nuestros padres y abuelos, cuando nos incitaban a que
no les apuntásemos con las escopetillas de las ferias que llevaban un tapón de
corcho unido por un cordel al extremo del cañón de la ridícula escopeta de plástico, con un mecanismo de
disparo más simple que el de un tirachinas.
Los accidentes con armas de
fuego no son algo nuevo en nuestra familia real, recordamos ese fatídico día,
el 29 de marzo de 1965, en el que don Juan Carlos de Borbón disparó de forma
accidental un revólver en Estoril (Portugal), alcanzando en el rostro a su
hermano Alfonso, que falleció.
También el “generalísimo”
Francisco Franco sufrió un percance el 24 de diciembre de 1961. Durante una
cacería en los bosques de El Pardo el dictador resultó herido al estallarle el
cañón de la escopeta, solo resultó herido en una mano, mala suerte para él y para los demás. Cazando perdices en la
provincia de Ciudad Real, el 1 de febrero de 1964, el entonces ministro Manuel
Fraga alcanzó con una perdigonada a la hija del “generalísimo”, la marquesa de
Villaverde. En 2007 era un nieto del dictador, Juan José Franco Suelves, quien
sin querer disparaba durante una cacería en Burgos a un compañero, que falleció
en el acto. Por último, la hija del marqués de la Motilla Matilde de
Solís-Beaumont se pegó un tiro con una escopeta al final de su matrimonio con
el duque.
Ante esta sucesión de
despropósitos con estos juguetitos, no sé como esta gente no se plantea dedicar
sus ratos de ocio a jugar al guiñote o al mus, digo lo del mus ya que quizás
estarán más duchos en estos juegos en los que interviene el engaño al
contrario, más que el buen juego del que hagan mano. Si bien la Reina, que lo
es por ser la mujer del Rey, no por otra cosa, dijo ante las cámaras de
televisión y tras pasar lo que pasó que “son cosas de niños”, como si fuese
algo normal entre ellos. Así en el patio del colegio, cuando fulanito pregunta por menganito,
que no ha venido a clase, le comentan que no pasa nada que está en el Hospital
porque se ha dado un tiro en la pierna jugando con su papá, ¿normal, no?
No es que esta serie de
personajes y personajillos gocen de simpatía alguna por mi parte, todo lo
contrario; pero de esto a desearles mal alguno tampoco, a excepción, claro está
del “generalísimo”, que como ya está más fiambre que la mortadela de aceitunas,
me importa un "güevo" lo que le pasase.
Lo del nieto del Rey es para echarse las manos a la cabeza, pobre crío. Este es uno de los accidentes más absurdos que atienden los Pediatras y los Médicos de los diferentes servicios de Urgencias de clínicas y hospitales.
Lo del nieto del Rey es para echarse las manos a la cabeza, pobre crío. Este es uno de los accidentes más absurdos que atienden los Pediatras y los Médicos de los diferentes servicios de Urgencias de clínicas y hospitales.
No se logra entender como una
persona mentalmente sana pueda manipular o dejar al alcance de la mano del
niño, un arma de fuego facilitando así las condiciones para que se presente
todo tipo de tragedias. Pero miremos las estadísticas que nos muestran la
situación real, que también puede ser Real, con éste tipo de accidentes:
El accidente por arma
de fuego es uno de las principales causas de muerte entre niños y
adolescentes, y la mayoría de las veces ocurre en el hogar como producto del
descuido de los adultos. Un estudio mostró que tres cuartas partes de los niños
entre 8 y 12 años de edad manipulan las armas si tienen acceso a ellas, lo
que muestra que el grado de curiosidad de los menores es tan alto como
peligroso. Muchos niños que tienen contacto con un arma, deciden dispararla,
por desgracia algunas veces impactando en el cuerpo de otro niño o incluso su
propio cuerpo.
En los Estados Unidos donde
inexplicablemente es tan fácil y común tener armas en casa, se conoce que
solo en la mitad de los casos los adultos guardan sus armas descargadas y bajo
llave. En ese mismo país, tan desarrollado ¡¡ muere un niño por accidente con
arma de fuego cada 3 horas !!.
Según estas estadísticas,
nuestro exesposodelainfanta, no tiene justificación posible que lo libre,
cuando menos de la burla y el escarnio público, y esto gracias a que por
suerte, al pobre niño no le ha pasado nada en comparación con lo que podía
haberle pasado.
Mira, exesposodelainfanta,
debes grabarte a fuego en la frente una serie de recomendaciones básicas, y si
no sabes leer que te las lean:
Mantener las armas siempre
descargadas. Guardar el arma bajo llave.
Nunca dejar el arma al
alcance de los niños e instruirlo para que cuando vea un arma, no la toque y
avise de inmediato a un adulto.
Evitar que el arma sea
manipulada por adultos con problemas de depresión o con tendencia al suicidio.
Siempre instruir a los niños
sobre el peligro que representa manipular un arma, y finalmente no usar armas a
menos que sea estrictamente necesario.
Si hubieras hecho esto en
vez de irte a jugar a los valientesconarmasdefuego al campo, no habría pasado
lo que ha pasado. Y es que tenéis que daros cuenta que las armas siempre serán
objetos altamente peligrosos; no las uses en ningún caso y menos delante de tu
hijo.
Por otro lado tenemos a
nuestro Monarca, nuestro Juan Carlos, y digo nuestro sin que sea mío, que a mí
esto de la monarquía como que no; pero no insistiré en este tema ya que no
viene al caso. Este buen hombre, ante unos días de descanso de su apretada
agenda, decide irse de safari a Botswana, a unos cuantos miles de kilómetros de
su querida España, a cazar elefantes o tigres o lo que quiera, ya que estos
animales exóticos y casi extintos fueron creados con ese fin, servir de
distracción a reyes, empresarios y demás variedades minoritarias de la especie
humana. Esta decisión debió tomarla a raíz de las declaraciones en las que
nuestro monarca (sigo con lo de nuestro, aunque no sea así, es solo por seguir
la trama del escrito) hizo público el firme propósito de austeridad en el gasto
de él y de toda su prole. Creo que esta austeridad se convertirá
indefectiblemente en el despido de alguna de las personas del servicio doméstico
de la Casa Real, que engrosarán de forma irreversible las listas del paro. Este
Safari es algo que todos nos podemos permitir, al menos una vez en la vida,
solo que por no dejar a estos señores sin elefantes no lo hacemos, además no sé
porqué pero casi prefiero verlos vivos en la selva de mi televisión, que
muertos en el suelo, ¡si es que además estos bichos no se comen!.
La compañía Rann Safaris, con
la que Juan Carlos, el Rey, no yo, ha realizado alguna que otra cacería, ofrece
como producto estrella un safari de 14 días para cazar elefantes en Botswana a
un precio de 59.500 dólares (45.496 euros), en el que incluyen todo lo
necesario para cazar paquidermos.
Algunos de los otros
programas que figuran en el catálogo de la página web de la empresa, son el de
14 días de safari para cazar leopardos (46.900 dólares, aproximadamente 35.800
euros) o el de 14 días para cazar búfalos (29.120 dólares, alrededor de 22.200
euros).
En la web -que ha quedado
suspendida después de que empezaran a circular las imágenes por internet- hay
galerías de imágenes de los clientes con los animales muertos y de vídeos en
los que se puede ver como los matan. Además conociendo a esta gente, que desde
la playa no atinan a darle al mar con una piedra, tiene que ser espeluznante
ver como acribillan a estos pobres bichos, como los cosen a balazos.
Por otro lado resulta
curioso que el Monarca de la que fue Grande España, tras enfrentarse a cuerpo limpio
en un arrojo de gallardía y valor a estas bestias de la creación, se tropiece
con unos escalones inexistentes, ¿o es que en la selva les ponen escalones para
entrar a las tiendas de campaña?.( Igual estaba en un hotelillo de la carretera
de la sabana, por lo de la austeridad en el gasto y lo de apretarse el cinturón,
¡digo yo!).
En fin que parece que les ha
guiñado un tuerto, o como dicen en mi querida Andalucía, tienen el “bajío”.
Pero creo que como dice Julio Iglesias el hombre es el único animal que
tropieza dos veces con la misma piedra, cosa que debió escribir pensando, sin
duda en esta desgraciada familia.
Juan Carlos Vázquez
Buen escrito. Pero yo creo que Su Majestad (la Suya, no la mía)se tropezó con la banqueta donde por la noche se pone la botella tinto, marca "saca el guiski Cheli, avisa al personal, que bamoacé un guateke" y ya luego le pasó lo que le pasó con la cadera.
ResponderEliminarEL PEGAMENTO.
ResponderEliminarEso es lo que el pobre pajarillo tenia.
Tenia tanto,que me costo buen rato intentar que el pobre pudiera ser lo que habia sido antes de entar en la trampa.
Le quite el palo y alguna pluma mas .
La verdad,tanto pegamento tenia aquel pajarillo que cuando lo solte y salio corriendo (claro para volar no tenia plumas ) me sorprendio.
Salio de mis manos con tal energia que pense :Este bicho lo menos se da vida.
Yo no se lo que habra sido de el. Me da buen rollito pensar en el.
Esta semana estoy en el paro ,estoy de pegamento bien pegado.
Solo espero poder estar a la altura de aquel pajarillo.
(toda esta historia esta basada en hechos reales)
Tronk.
lo menos no tiene mucho que ver lo que he contado con el tema..jejejjje
EliminarPero si el rey hace lo que le da la gana...
yo no ? o que ..
Salud.