Sandalias modelo anticrisis, calzadas por uno de los causantes de la misma, que esconde su rostro por razones personales |
Señoras y
señores, preparen su calzado y su indumentaria deportiva y prepárense para
salir corriendo, esto pinta mal, hasta la Iglesia nos muestra su especial visión
de la crisis. En carteles de neón de colores el obispado se atreve a realizar
sabias deducciones sobre la crisis, podíamos titular la película: “el obispo
justiciero”, o “el obispo y el parado”.
Así, según
lo publicado en el Heraldo de Aragón digital de hoy viernes, “el obispo asegura
que el motivo principal de esta crisis es que todos, tanto administraciones
públicas como ciudadanos, han querido vivir por encima de sus posibilidades.
"La sociedad de consumo nos ha convencido de que la felicidad consiste en
gozar de bienestar económico: es feliz quien consume, compra las últimas
novedades tecnológicas, viaja, tiene una casa propia, un vehículo de gama alta,
un armario variado y dinero para una operación de cirugía estética".
Además,
para decir esta sarta de idioteces, se habrá colocado sus mejores hábitos, con
el fin de dotar estas palabras de una mayor dignidad, así, con su ridícula vestimenta
obispal resistiendo los siglos y las modas y tras mucho cavilar ha llegado a
las conclusiones antes expuestas. Los culpables de la crisis somos nosotros,
los trabajadores, los pobres, que a parte de trabajar, que es para lo que
estamos fabricados, nos hemos dedicado a vivir, a intentar vivir lo mejor que
hemos podido. Cada uno dentro de sus posibilidades, o quizás un poco más, hemos
intentado sacarle jugo a nuestra efímera existencia terrenal. Por tanto,
ciudadanos del mundo, saber que sois los culpables de la CRISIS, y que tenéis
que apropiaros e interiorizar esa falta, debéis asimilar la autoculpabilidad.
Estaremos a la espera de que el señor Obispo nos imponga una penitencia que
deberemos cumplir si queremos ser librados de esta carga moral de culpabilidad.
Esperamos
ansiosos la pastoral, que se repartirá el próximo domingo, día 19, en
la que Novell analiza las causas de la crisis, quiénes son los principales
afectados y propone algunas cosas que pueden hacer los ciudadanos para ayudar a
los más débiles a superar esta difícil situación.
¡Menos
mal!, ¿como no lo habíamos pensado antes?, quizás, ya que la solución material
es difícil hallemos la salida de la crisis de forma espiritual, y que mejor
asesor que el señor obispo. Estamos impacientes ante tal publicación y
rezaremos porque nos haga ver la luz.
Mire señor
Obispo, no se si lo que dice va en serio o se está usted quedando con nosotros.
Mientras usted vive terrenal y espiritualmente en el palacio del obispado, los
verdaderos culpables de la crisis, según usted, padecen insomnio pensando en el
negro futuro que se cierne sobre ellos, viven a expensas de sus padres, como
usted dice y porque además están en paro, (estar en paro es estar sin trabajo,
para que me entienda, trabajo en la tierra que es donde se trabaja). Las
administraciones públicas, que según ustedes han despilfarrado con un consumo
desproporcionado, cosa que no le quito razón; pero piense usted que aquí se
tendría que callar un poquito, ¡coño!, que usted, su institución, se lleva buen
pellizco.
Si no lee
la prensa, le facilito unos datos, titulares del día de hoy, en el Heraldo
digital en el que han publicado sus comentarios:
- “El
Consejo de Ministros ha limitado este viernes a 105.000 euros anuales el sueldo
base de los directivos de las mayores empresas públicas”. Asimismo, se acaba
con la práctica habitual de establecer retribuciones en especie con elementos
como el pago de vivienda, manutención, seguros, etcétera, que puedan superar
las cantidades mencionadas”.
- “El
abogado de Urdangarín confía en que rechacen imputar a la Infanta”
- “Ruiz-Mateos
usaba el dinero de Nueva Rumasa para mantener "su nivel de vida"
- “El
Gobierno sube en 2.000 millones el impacto del saneamiento financieroLa infanta
Cristina: -"Lo que quiero es vivir tranquila.
Podemos
seguir citando titulares en mayúsculas y ladrones y verdaderos culpables; pero
la lista sería ilimitada; pero creo que ha entendido el mensaje, señor Obispo,
súbase a su púlpito y dedíquese a sus quehaceres espirituales con sus fieles y
deje que de los asuntos terrenos nos ocupemos los mortales en pecado, o en todo
caso, no se atreva a decir desde su asiento barroco cubierto de pan de oro que la
culpa de esto es nuestra y asuman la parte que les toca, (aunque ahora vean su
poder fuertemente reforzado y respaldado por la política neoliberal agresiva y
no humanista del partido en el poder), no sean hipócritas.
Amén.
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