¡El Lobo, El Lobo!..... Iberdrola, Endesa, FENOSA.

Un presidente cualquiera del ramo energético
portando el fruto del trabajo de los demás

Un maravilloso día de invierno, cercano a mediados de mes, del mes que sea, estás tan tranquilo en tu casa, leyendo, conversando con los tuyos o simple e idiotizadamente viendo la programación vespertina de la televisión, cuando de repente suena el teléfono.

Siempre suena y siempre molesta, sea la hora que sea molesta, y te preguntas -¿quién coño será?. Con esa predisposición  hacia el odiado auricular, lo último que deseas es que suene una de esas voces calientes y latinas que sin conocerte, ni conocerla de nada, pregunta por ti, con tu nombre y apellidos. Tu mente comienza a funcionar de forma acelerada, preparándote para el combate, el cual, será de una forma o de otra dependiendo de qué se trate, de cual sea el motivo de la llamada. Por lo general, y en mi caso así es, lo raro es que se trate de la comunicación de un premio; pero no un premio de esos que no son tales, de esos que tienes que pagar, que de esos sí que me han tocado. No, me refiero a un premio de los de verdad, de los que “altruistamente” sortean los Bancos o Cajas en las que depositamos nuestra confianza, es decir, nuestros ahorros, y que siempre tocan a los demás, algunos conocidos; pero nunca a mí.

Al otro lado del teléfono se desvela la incógnita, y resulta tratarse de una llamada amable de una desconocida, extraña, de un país lejano, que ha de repetir su nombre, pues a la primera no te has enterado, ya que lo dice de una forma tan dulce y suave que no logras entenderla. Se llama Daniela, como casi todas las Danielas de fuera de aquí y llama de parte de Iberdrola, esa GRAN EMPRESA que todos conocemos o padecemos. O sea que este personaje, tan insignificante como yo, ese punto en el firmamento, llama de parte de esa gran multinacional, ¡joder qué poderío el de esa tal Daniela!. Ella es la voz del Holding, y suena tan melódica, tan armoniosa, que casi no te lo puedes creer.

-Dime Daniela, yo soy Juan Carlos- tras lo cual rompe todo el hechizo al decir:- es usted el titular del contrato de gas y luz con “nosotros”- parece que cambia hasta la melodía de su voz, ¿coño?,  ese nosotros se refiere a la empresa, a la superempresa personificada en esta tal Daniela. Tú, en este caso yo, estoy hablando directamente con Hiberdrola, que es lo más parecido a hablar con Dios.

Y así es porque Dios, va a descargar toda su ira contra mí, un pobre pecador; es decir Hiberdrola va a desatar toda su ira contra mí, un simple abonado. Y cuando pasa esto ya sabemos lo que hay, a todos nos es familiar eso de la indefensión, lo de Contador y los Gabachos Franceses, lo de David y Goliat, (aunque nadie ha visto ganar a David nunca, eso es lo que cuentan; pero yo no me lo creo).

Esta Gran empresa, por boca de su Daniela de turno, su voz visible, me pregunta qué hacemos con los novecientos y pico euros que le debemos, supongo que aquí  hace partícipes de la deuda a mi mujer y a mi hija, ya que lo dice en plural, o mejor aún, quizás cuenta con ella misma para ayudarme en el pago de esa factura que no sé de dónde se han sacado. Yo le digo que porqué no 5000, puestos a pedir y sabiendo que no tengo otro derecho que el del pataleo, le propongo de forma simpática y casi coloquial, ampliar la cifra. A continuación y sin saber porqué, la conversación se corta, ante lo cual pensé que podía ser una broma de  la radio y al ver que yo no daba el perfil, simplemente cortaron; pero algo me dice que no es así.

Así que mire, señorita Daniela, salude a sus jefes, que a buen seguro conoce, del Consejo de Administración, directivos y demás morralla ejecutiva de esa empresa mafiosa Berlusconiana y dígales que me llamen ellos, que den la cara y que antes de pedir el pago de nada que me envíen la factura detallando los conceptos por los cuales me exigen el pago de esta cantidad desproporcionada, abusiva y denunciable.

Estos pagos, son difíciles recurrir, aún a sabiendas de los cobros indebidos y las prácticas mafiosas realizados por empresas del sector como Endesa en Córdoba, (caso demostrado y publicado en prensa).

Miren, yo, ni ningún pobre se niega a pagar lo que consume; pero con un orden, con organización. Si un mes gastas X, pagas X y punto, aquí Paz y allá Gloria. Pero lo que no es justo, es que estimen ustedes unos consumos irreales y nos hagan pagar anticipadamente esos gastos no realizados, es más, considero que esta es una práctica ilegal, es como si voy al frutero y le digo – Manolo, dame un kilo de plátanos- y Manolo., tras dármelos, me cobra 110 euros ya que saca una estimación de mi consumo mensual de fruta de los tres últimos meses. Al ver mi extrañeza, y para calmarme, me dice- tranquilo, que si es menos ya arreglaremos cuentas-. Y una cosa si que digo, que si hay que subvencionar a Manolo con su frutería, sea; pero a una empresa como la de ustedes ni lo piensen.

Si tienen dinero para pagar cifras que no veremos ni aunque trabajemos varias vidas la mayoría de los mortales, si son capaces de mantener las nóminas desorbitadas de Aznar, González, Urdangarín, etc., etc., etc., por hacer simplemente NADA, no digo que no las paguen; pero no lo hagan a costa asfixiar las maltrechas economías de los pobres, 

Que sepan además que le estoy cogiendo tirria hasta los huevos fritos, que es mi plato preferido, ya que cada vez que me frío un par de ellos, siempre un par, contribuyo, minimamente, a incrementar vuestras riquezas. Y se que son muchos, muchísimos, los hogares que solo tienen eso, un par de huevos.

Juan Carlos Vázquez