jueves, 23 de febrero de 2012

CARTA SIN SELLO A MARIANO

Rajoy en un alarde de narcisismo político,
imitando al palmero de Chiquetete

Querido Mariano:
Mariano: (vamos a obviar lo de querido, ya que no es el caso).
Con estas palabras, quiero expresar el profundo   malestar que me produce el simple hecho de oír tu nombre, lo mal que le sienta a mi incipiente úlcera estomacal escuchar tus monótonos, ceceantes y repetitivos discursos.
Cuando se van a tomar decisiones que afectan a personas, hay que partir de ahí, de las propias personas, de sus necesidades y para ello hay que ser consciente y conocedor de esto.
El punto de partida, por tanto, no te niego que es crítico, con más de cinco millones de parados, multitud de empresas en quiebra o con ERE, familias desahuciadas, incremento desmesurado de la pobreza, etc.
Con todo lo anterior, el escenario social es desastroso, la distancia entre ricos y pobres comienza a adquirir magnitudes impensables en el llamado “Estado del Bienestar”, hasta tal punto que se comienza a hablar de la “Primera Mutación Fáctica de la Especie Humana”.
En este contexto en el que los ricos son cada vez más ricos porque los pobres son cada vez más pobres, es donde usted y sus discípulos pretorianos deben desarrollar, de forma práctica, su actividad política.
Por tanto, el comienzo, el principio, debe ser localizar el problema, que no es otro que el ya mencionado, (que todos conocemos y demasiados padecemos). Una vez delimitada la situación problema debe establecer una serie de objetivos específicos y un objetivo general, que no es otro que el que dará solución al problema de inicio. Este gran e innegociable objetivo es orientar al pueblo, sobre el que ejerces tu poder, y que es quien te lo ha dado, hacia un punto de inflexión en el que la curva se oriente hacia la reducción de esa desigualdad acelerada, hacia los preceptos de esa democracia con la que se llena usted la boca en los discursos públicos con los que nos martiriza casi diariamente.
Debes considerar que estás donde estás gracias a los incondicionales del neoliberalismo que te votaron y también a los desencantados del socialismo; pero no quiero decir con esto que ambos conceptos, neoliberalismo y socialismo, en España, sean conceptos opuestos; sino todo lo contrario.
A los incondicionales no los has engañado. Estos son los poderosos, en su caso, o los sumisos y nostálgicos de otros tiempos pasados en el suyo; pero a los que sí has “jodido”, es a los otros, a los que hartos del engaño socialista y como castigo a este partido te votaron despechadamente a ti. A estos últimos les has mentido, han huido de una mentira y han ido a parar a otra mayor, ¡pobrecicos!. Estos son en su mayor parte obreros y el obrero español será lo que sea, pero digno y solidario como nadie. Es capaz de compartir nada, ya que nada tiene; pero no lo engañes, que quien no tiene nada, nada tiene que perder y es capaz de cualquier cosa. Deberías ponerte en su situación, pero ya lo sé, es imposible.
Haces bien en gastar el dinero en policía, en lugar de derrocharlo en educación o en sanidad, pues bien armado y protegido siempre es más fácil desarrollar políticas autocráticas, que previamente te has esforzado en presentarnos como necesarias.
Gracias a esto tendrás, bajo tu manto protector, una gran masa material y culturalmente pobre, siendo la miseria cultural, la pobreza del espíritu, la que más me preocupa, al igual que a García Lorca, según declaró en su discurso inaugural de una biblioteca en Granada, titulado “medio pan y un libro”.
Con el pueblo sin dinero, ni educación, te auguro a ti y los tuyos noches de vino y rosas, y no tendrás porqué justificar los trece millones de euros que has regalado a la Iglesia Católica, por ser eso, por ser Iglesia Católica. Ni por hacer frente al doce por ciento del dinero entregado a Grecia en este último paquete de ayudas, siendo la situación económica del país heleno casi tan preocupante como la nuestra, la de nuestro amado país, España, nombre propio que tanto te gusta repetir. Mientras “regalas este pastón”, que no es tuyo, ni eres quien para darlo, tu pueblo, que no es tuyo, tiene sus hijos sin techo para resguardarse, sin trabajo para comer y sin libros para leer


Juan Carlos Vázquez

1 comentario:

  1. Querido gaviota .
    No he leido tu dialogo.
    Solo he empezado a leer y con lo de :Querido mariano tooo tachao me he reido tanto que ya tengo bastante por hoy jajajjaj..
    Mañana continuare leyendolo.jaaja.
    Eres un Crack.
    Tronk.

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