Es asombroso ver la cantidad de esfuerzo y tiempo que se ha perdido durante tiempos intentando enriquecer el maravilloso arte de la educación. Cuantos científicos y pensadores han dedicado inútilmente sus días a buscar la fórmula que haga posible una educación para todos, eficaz, eficiente, comprometida, igualitaria, diversa, multicultural, igualitaria, etc.
Desde los primeros movimientos de la Escuela Nueva, como claro oponente a la escuela tradicional, hasta la desescolarización, abanderada por el sabio Iván Illich, pasando por la Educación Socialista, los Movimientos Antiautoritarios, la Escuela Moderna, la Ilustración, etc. Todos estos movimientos, han caído en el pozo del olvido, al menos en nuestro país, la Gran España. No sé porqué, varios de estas corrientes de pensamiento educativo que han fracasado en nuestro país, o simplemente no ha interesado su difusión e ideología, han sido adoptados, desarrollados y evolucionados en América latina, la escuela moderna de Freinet, la ILE de Giner de los Ríos, la pedagogía de Freire de la Educación Liberadora, etc.
Si consideramos que la educación es uno de los pilares básicos de desarrollo económico, social y humano, una inversión a medio-largo plazo, sin duda rentable, es posible que los niveles de desarrollo alcanzados por este sector del tercer mundo, eclipsen nuestra estúpida concepción materialista y retrógrada del mundo y nos hundan en la miseria de la incultura y la deshumanización. Mientras que en otros países del globo la educación es tema de debate principal, en España es una mera herramienta al servicio de la ideología neoliberal de turno, entendiendo por esta, tanto a las políticas neoliberales explícitas del PP como a las implícitas de PSOE.
Aquí en España, seguimos obcecados con la educación basada en currículums caducados desconectados del mundo real, con baremos basados en coeficientes y primando la excelencia en detrimento de los más desfavorecidos. Sin usar la diferencia como enriquecimiento cultural, sino más bien ignorándola, no nos salimos del cauce impuesto por el currículo y de los horarios de los profesores, negando toda innovación y siguiendo anclados en los métodos latinos tradicionales de la letra con sangre entra, aunque hoy día esto es una expresión metafórica, pese a quien piense que no debería ser así.
Mal vamos si con más del 20 % de paro abandonamos la educación, ya que podemos llegar a situaciones realmente comprometidas, recordemos que ante situaciones de crisis, paro generalizado, desintegración social, pauperismo generalizado, surgen personajes sin metas claras, pero con cuatro ideas fundamentales y marcados caracteres radicales que pueden hacer cambiar, para peor, el rumbo de la Historia. (Hitler surgió en una Alemania con un 30 % de paro).
Así los profesores de la escuela de nuestro país continúan tristemente usando el castigo en vez de la recompensa y se dedican en cuerpo y alma a la transmisión de ideas, muchas de ellas cuestionables, dictadas por otros, en vez de enseñar a nuestros futuros hombres y mujeres a pensar, a criticar, a manejar el exceso de información tras la que se camuflan los verdaderos intereses de los regidores del mundo.
Según dijo Freinet en su libro “Parábolas para una pedagogía popular. Los dichos de Mateo.”Barcelona. Laia, 1973, pp 145 y ss.
Somos el amplio rebaño de malos pastores, llevando en una mano el látigo de la falsa justicia y en la otra el ramo de olivo del que han pervertido el símbolo, conducen hacia la próxima hecatombe. No os basta con seguir pasivamente el ramo de olivo ni refugiaros tras cómodas etiquetas. Lo que se necesita es que, entre esa masa inmensa que marcha hacia sus destinos, se levanten el mayor número posible de hombres y mujeres sutiles y valientes, que conocen, desgraciadamente el olor y el precio de la sangre y el valor de los símbolos.
Juan Carlos Vázquez
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