jueves, 27 de junio de 2013

El Ministerio de Sanidad español y los exorcismos


Cospedal, la niña de Rajoy, antes del exorcismo
La niña de Rajoy tras el exorcismo en la clínica La Paz

 

 

 

 

 

 

Reproducción integra de un artículo publicado en el Blog La Ciencia y sus demonios” sobre como matan moscas con el rabo en el Gabinete de Prensa de Ana Mato


Después de la asombrosa y reciente decisión del arzobispado de Madrid de formar con urgencia un grupo de exorcistas para atender “la avalancha de peticiones y de casos en los que existiría una influencia demoniaca” en la ciudad de Madrid, he intentado recabar la opinión oficial del Ministerio de Sanidad español sobre las implicaciones sanitarias, éticas y legales de esta absurda y supersticiosa intromisión en la práctica clínica por parte de estos viejos chamanes del siglo XXI.

Así hace unos días envié el siguiente correo electrónico al Gabinete de Prensa del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad:

“Estimados señores
Desde “La ciencia y sus demonios” desearíamos saber la postura oficial del Ministerio de Sanidad con respecto a la reciente decisión del arzobispado de Madrid de aumentar el número de exorcistas de su diócesis. Por ello estaríamos muy agradecidos si pudieran
contestar a las siguientes preguntas sobre política sanitaria relacionada con el tema:
¿Cuál es la postura oficial del Ministerio de Sanidad sobre la reciente decisión del arzobispado de Madrid de aumentar el número de exorcistas de su diócesis?
¿Considera el Ministerio de Sanidad que los exorcismos pueden ser aplicados a enfermos mentales estén o no bajo tratamiento médico?
¿Tiene pensado el Ministerio de Sanidad emitir algún comunicado reprobando estas supersticiosas prácticas que muchas veces interfieren con los tratamientos psiquiátricos al uso?
¿Va a actuar el Ministerio de Sanidad de oficio denunciando a la diócesis de Madrid por intrusismo profesional médico o por mala praxis médica cuando se realice algún exorcismo?
Esperando su contestación se despide atentamente”.


“Buenos días,
Comentarte desde aquí que debes dirigirte al arzobispado de Madrid.
Un saludo,
Gabinete de Prensa
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad”

“Estimados señores
Siento no haberme explicado correctamente. Desde nuestro medio estamos solicitando que el Ministerio de Sanidad (como organismo competente para determinar la política sanitaria de España) nos informe de su postura sobre las implicaciones médicas, éticas y legales que se derivan de tratar a enfermos mentales fuera del sistema sanitario, por personal no cualificado y con el consiguiente riesgo para la salud de estos ciudadanos substancialmente vulnerables y necesitados de una especial protección.
Por todo ello, pensamos que conocer la postura del Ministerio de Sanidad es relevante y necesaria para la opinión pública española y por ello nos reiteramos en nuestra solicitud de información bien mediante una nota oficial, contestando al breve cuestionario que les envíe en mi anterior comunicación vía E-mail o accediendo a realizar una pequeña entrevista con el personal que ustedes designen a tal efecto.
Esperando su contestación se despide atentamente”.


“Buenos días,
HOLA ATEO666666 *. EL MINISTERIO TIENE UNA ESTRATEGIA DE SALUD MENTAL MUY TRABAJADA EN COORDINACIÓN CON LAS COMUNIDADES AUTONOMAS. DICHA ESTRATEGIA ESTA EN SU PAGINA WEB A DISPOSICION DE TODOS LOS CIUDADANOS Y POR TANTO A TU DISPOSICIÓN.
UN SALUDO
Gabinete de Prensa”


“Estimados señores
Entiendo que el Ministerio de Sanidad tiene una estrategia de salud mental acorde con nuestros tiempos del siglo XXI, pero lo que yo estoy solicitando es información sobre su postura oficial ante un clamoroso intrusismo profesional en el terreno de la medicina y la salud pública, de la cual por cierto el propio ministerio es responsable. No entiendo por tanto qué problema existe en que el Ministerio nos transmita su opinión oficial sobre el tema.
Finalmente indicarles que ustedes como gabinete de prensa (que supongo formado por profesionales cualificados de la comunicación) deberían saber que responder a un mensaje escrito con todo un párrafo en mayúsculas es equivalente a estar gritando. Comportamiento descortés y totalmente inadmisible ante una legítima y por otra parte educada solicitud de información, máxime cuando ustedes son representantes de un poder público y por tanto deberían cuidar con extremo esmero tanto el contenido de la comunicación (hasta ahora inexistente por cierto) como de sus formas.
En resumen, me reitero en la necesidad de que ustedes atiendan mi legítima petición de información y asimismo solicito excusas formales por el denigrante comportamiento de su última misiva.
Esperando su contestación se despide atentamente”.


Ese mismo día recibí esta escueta y sorprendente respuesta:

¿Cómo?  

Se solicita una declaración al Ministerio de Sanidad y este nos redirige al Arzobispado de Madrid. ¿Es que la privatización de la sanidad pública española ha avanzado tanto y tan deprisa que el sistema sanitario y el propio ministerio se encuentran ya totalmente supeditados al control de la iglesia católica?
Pero bueno pienso yo, no nos pongamos nerviosos, como no soy un periodista profesional lo mismo no he redactado de forma lo suficientemente clara mi petición, por lo que escribo la siguiente contestación que remito nuevamente al mencionado gabinete de prensa del ministerio:

Pocas horas después (no contestan a las preguntas solicitadas pero al menos son eficientes a la hora de gestionar la respuesta) recibo este nuevo mensaje electrónico desde el ministerio:
 [NOTA * Aquí he sustituido mi nombre real por mi Nick electrónico para preservar el anonimato de las fuentes (o sea yo mismo) y así sentirme un poco a la vez como Garganta Profunda y Carl Bernstein o Bob Woodward.]
Como pueden observar en este gabinete de prensa (no olvidemos que de todo un Ministerio) además de escasos en comprensión, ya que siguen sin entender cuál es el propósito de mis mensajes, ahora se han vuelto maleducados porque ellos mismos (profesionales de la comunicación) deberían saber que escribir todo un párrafo en mayúsculas es equivalente a estar gritando. Así que armándome de paciencia les vuelvo a remitir el siguiente mensaje:
Este escrito fue enviado el pasado día 28 de mayo y hasta ahora no ha sido contestado. Teniendo en cuenta que mis dos anteriores comunicaciones fueron “contestadas” a las pocas horas de ser enviadas, entiendo que el Gabinete de Prensa del Ministerio de Sanidad ha dado la callada por respuesta. No sabiendo que contestar y pillados en una flagrante falta de profesionalidad en las formas hacen como el avestruz, esconder la cabeza y asunto arreglado. ¿Y estos señores del gabinete de prensa del ministerio están cobrando un sueldo público mientras millones de españoles, algunos de ellos periodistas con una larga experiencia profesional se encuentran en paro? Indignante y un muy evidente ejemplo de hasta donde ha llegado la contaminación ideológica dentro de nuestros poderes públicos.
En resumen, desde el Ministerio de Sanidad se niegan a contestar sobre un tema importante de salud pública, haciendo además dejación de sus funciones puesto que, aunque son los encargados de planificar los mejores tratamientos médicos para un colectivo especialmente vulnerable como son los enfermos psiquiátricos con delirios religiosos, de defender la medicina científica y de perseguir todo aquel intrusismo profesional que ponga en peligro la seguridad o la vida de los pacientes, en cambio se muestra totalmente serviles ante unos alucinados chamanes más propios del oscurantista Medievo que del desarrollado siglo XXI en el que vivimos.
Y después de esto ¿alguien puede seguir opinando que ciencia y religión o medicina y superstición son dos magisterios separados, dos tipos de conocimiento que no entran en conflicto y que pueden coexistir sin enfrentamiento alguno? Porque de lo que estamos hablando aquí es de dejar en manos de creyentes en el demonio y en la brujería lo que simplemente son unos pobres enfermos mentales totalmente vulnerables y necesitados de la debida atención neuropsiquiátrica, por supuesto siempre administrada por verdaderos profesionales cualificados.

Fuente: heraldodeoregon.wordpress.com

Gabinete de prensa del Ministerio de Sanidad, os voy a poner dos velas negras y os voy a hacer un conjuro, así que ya podéis llamar al exorcista de turno que lo necesitaréis.

Juan Carlos Vázquez

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