jueves, 11 de julio de 2013

¡VIENES A TOMAR UN CAFELITO MARIANO! ¿DÓNDE? AL BAR CENAS. NO QUE ME REPITE SU CHURRO. VAMOS DONDE SIEMPRE, AL CORRAL DE LA PPACHECA.


Polifemo Bárcenas dudando si comerse primero a Cospedal o a Rajoy


Cada vez comprendo menos el mundo de los cuentos. Se supone que cuando el malo está en la cárcel, el resto de la humanidad descansa; pero esto no es del todo cierto. Me explico, preso el ladrón, los robados descansan, a la vez que recuperan el dinero robado, se supone…
La policía coge al delincuente, lo lleva ante el juez, este lo juzga y le impone la sentencia. El condenado paga y cumple lo impuesto por el juez, y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Pero ahora vamos a centrar el cuento en el contexto de una mierda de país imaginario, que por imaginario no significa que no pueda ser real. Un país con una larga historia, una Historia con mayúsculas. Un país con una inmensa cultura y con fuertes y arraigadas tradiciones, un país de contrastes, de sol, de frío, de montes y valles, de pueblos despoblados y ciudades cosmopolitas, de rollizos agricultores y trajeados “yupis”, de hermosas y flamencas morenas y de rechonchas y coloradotas campesinas. De coches de lujo y de burros de carga, de bueyes y de caballos de raza andaluza, de burros y de políticos burros, de votantes y de mentirosos votados, de cerdos de jamón y de cerdos de corbata y traje.
Un país colonizado y formado a raíz de esas colonizaciones de las grandes civilizaciones antiguas, las cuales dejaron sus posos en la sociedad y de tales posos tal café. Posos mal aprovechados gracias a la enorme influencia y poder del catolicismo en todos los ámbitos sociales. País católico, apostólico y romano, nada de ácrata y aconfesional. País de democracia de mierda en la que la división de poderes, que debe ser su base, es pasada una y otra vez por el forro de los “colindrones” de nuestros gobernadores electros, y electos tras las mentiras y las engañosas promesas electorales. País de la antipolítica aristotélica, de la depreciación de las ideas a favor del poder como medio de enriquecimiento personal. En fin, un país Mediterráneo, con rey y reina y príncipe y princesa, y yernos y nuera, y nietos, muchos nietos, nietos, nietos como para no parar, como si se tratase de producción en serie, de sol y playa.
En este contexto, el malo es el que controla la situación, el jefe, el protagonista del cuento; ya que tiene cogidos de los huevos a todos aquellos que dicen que controlan la situación, que rigen la vida política, social y económica. Estos últimos, acojonados en sus escaños, ni siquiera intentan defenderse con argumentos estúpidos, como suelen hacer en estos casos. Y ofrecen el silencio como respuesta. Se agarran al poder con las pocas uñas que les quedan y callan, mientras que, desde la cárcel, el malo – malísimo, controla la situación, controla a los controladores de la policía que lo ha detenido, de los jueces que lo están juzgando. Desde su presidio rige el futuro de un país de mierda que está en sus manos, tras los barrotes de cristal.
El malo quizás no solo sea él; pero debe decir quienes son, debe cantar cual jilguero y espantar los moscones del reino. Debe limpiar su jaula para de este modo pasar de ser juzgado a quizás aclamado, cual capitán que se hunde, que debe hundirse con su barco. Debe limpiarse a sí mismo y a los demás y librarnos de él mismo y de todos sus lacayos; pero antes que sufran, que se jodan. Que vivan en la angustia de no saber lo que mr. Bárcenas dirá mañana, de lo que confesará a los que se supone que aún están fuera del control de los corruptos que le han acompañado y seguido en sus tropelías.
La policía debe coger a los malos, a todos los malos, que para eso están, para eso tienen las pistolas. Los jueces, de forma totalmente independiente y sin presiones juzgar a los que tienen que juzgar, y los fiscales, sin presiones, acusar a todos los que tienen que acusar; pero esto es una quimera, una ilusión, una falacia; por lo que este país, aunque nos pese a los que no tenemos culpa de esto, seguirá siendo una mierda pinchada en un palo de churro. Y colorín colorado este cuento no se acaba nunca…, así que me voy a tomar una cervecita fresca al bar de debajo de mi casa, que lo regentan unos chinos de verdad, de los de los ojos rasgados y de los del café aguado.


Juan Carlos Vázquez

1 comentario:

  1. Salu que no falte.
    Ya estoy hasta los guevos de Mariano,barcenas,cospedal ahora federico que sale a la palestra etc,etc.
    Si bajas al chino avisame tronk, que te acompañare a tomar una cervecita y a hablar pero no de esto..que esto no me pone mas que de mala hostia.
    Tronk.

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