miércoles, 3 de abril de 2013

…QUE SÍ, QUE NO, QUE CAIGA UN CHAPARRÓN QUE SE ROMPAN LOS CRISTALES DEL CASO NOOS Y LOS MÍOS NO…TARARÍ, TARARÓ

¿quién será?, ponerle nombre y música de terror, que a mí me da la risa

El cielo se oscurece y las gentes dirigen su mirada hacia él. Tanto cofrades como público, creyentes o no creyentes, contemplan el fundido en negro del aire, como se cubre el ambiente de triste gris marengo que enciende las luces de las farolas e impulsa una leve brisa que amenaza con volverse violenta. Pero no llueve, es posible que la procesión salga. Quizás cuando pare de soplar el viento, que como un sujetador contiene el líquido de las nubes, este quede libre y caiga sobre nuestras cabezas, calvas o con pelo, peinadas o despeinadas, llenas o vacías.
El paso procesional espera la orden, los costaleros calientan el cuello con giros de cabeza en ángulos de trescientos sesenta y cinco grados, acompañando estos movimientos con respiraciones sonoras y profundas. Solo suenan las voces de algún niño, apelando la atención de su madre, o un abuelo sonándose la nariz, o el borracho que no sabe ni quien es pidiendo otro vino; pero nada más. El silencio de la tensión del momento permite oír los latidos del corazón del hombre que tenemos al lado, mirando al cielo, como todos.
La tensa espera me inquieta, como inquieta a todos y acelera nuestros latidos de vida, y comenzamos a cambiar el peso del cuerpo de un pie a otro, con una postura de caderas u otra y comenzamos a mirar a uno y otro lado y vemos caras, caras de gente que mira al cielo como yo y como tú; pero caras que me suenan, sobre todo la de mi derecha. No puede ser, son los reyes de España, a mi lado, como si fueran personas. No me lo creo y de un codazo, suave, llamo la atención de mi mujer para que me confirme mi visión. Asiente con la cabeza, con lo que queda confirmado, son ellos. Más adelante veo al príncipe y a la Leti; pero ya no me extraña, también un montón de gente que los acompaña. A quien no veo es a la preferida del rey, a mi quinta, Cristina, ni a su marido por supuesto. Nunca lo olvidaré, pese a que no les tengo la menor simpatía a ninguno de ellos, no lo olvidaré; pero no porque fueran ellos ni intentaran engañar al pueblo con sus sandalias de pescador, sino porque fue el día que un juez, con lo que hay que tener para ser juez, imputó a una princesa de una Casa Real en pleno ejercicio de sus funciones, ¡olé tus huevos!.
Sale la procesión, al fin, el cielo ha abierto y sale el crucificado o el Cristo de la Buena Muerte, como aquí en San Roque lo llaman, por la puerta de la Iglesia de Santa María la Coronada. Su rostro refleja el dolor mejor que el dolor mismo y no sé porqué su rostro me resulta conocido. Todos gritan al Cristo Castro y a su lado la Magdalena Cristina, con falsas lágrimas, arrodillada bajo la cruz y guiñando el ojo a su padre, que estaba a mi lado, como si fuera uno más.
Colorín colorado esta historia no se ha acabado y si yo fuera un juez de Mallorca tendría mucho cuidado, pues en elos cuentos de princesas siempre la paga el más pringado.


Juan Carlos Vázquez

“El juez instructor del caso Nóos ha imputado hoy a la infanta Cristina (vocal de la Junta Directiva de la Asociación Instituto Nóos y en la mercantil Aizoon S.L.)", porque considera que hay indicios de que pudo consentir que su parentesco con el rey fuera utilizado por Iñaki Urdangarin y su socio, Diego Torres, en las actividades de Nóos, lo que podría constituir un supuesto de "cooperación necesaria" o "complicidad" en los delitos supuestamente cometidos”.

1 comentario:

  1. Mira Gaviota , habia empezado a escribir tontadas y melonadas varias (lo he borrado todo y he empezado de nuevo).
    Y me he dado cuenta de que en el fondo yo quiero ser de AINZON que tienen un vino cojonudo y buena jente .
    Solo espero que al final solo se salven los de Ainzon.
    Son buena jente y ademas tienen buen vino.
    Salud.

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