martes, 18 de diciembre de 2012

UN SAPO QUE PENSÓ QUE ERA PRÍNCIPE Y ESCRIBIÓ LA PRIMERA PARTE DE SUS MEMORIAS, PARA ORGULLO DE SU MADRE.

Margarita Seisdedos, musa e inspiración de nuestro escritor

Hoy, leo una reseña en un periódico autonómico de Aragón: El presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), José María Aznar, firmará ejemplares de su obra Memorias I este martes, 18 de diciembre, en la planta baja de El Corte Inglés del Paseo Independencia de Zaragoza desde las 18.00 hasta las 20.00 horas.
Al salir del trabajo, como todos los días que trabajo, paso por la puerta de estos Grandes Almacenes, sabedor del acontecimiento que esta tarde va a tener lugar allí. Veo que han preparado barreras como las de las obras; pero rojas, no azules, para conducir a las personas, para que no se amontonen, para que sus fans nonagenariasreciensalidasdemisa no se aplasten por el fervor de ver a su ídolo. Así, como simples borregos, entre los pasillos de barreras rojas, se acercarán a este individuo para que les firme uno de los ejemplares de su gran obra, que tiene la indecencia de titular, Memorias I, como si de un gran personaje de la Historia se tratase. No digo que no sea un personaje Histórico, como yo, como todos, ya que todos somos partícipes de la Historia, unos por lo que hacen y otros por lo que dejan de hacer; y alguno de los que son por lo que hacen, más valdría que se hubiesen estado quietos.
El título da una primera idea de lo que podemos encontrar en sus páginas, soberbia, con mayúsculas y en su estado más puro. Soberbia porque a buen seguro las letras que él mismo escribe sobre sí mismo, darán fe de un hombre forjado en unos ideales férreos, disciplinado, coherente, íntegro, cabal, honrado, (como todos los honrados del Mundo Facundo, recordemos que un político honrado es más difícil que una puta virgen), casado, religioso, con grandes valores morales, etc., etc., etc. Estos adjetivos los dirá él de sí mismo, como si se conociera… Tonto, lo que se dice tonto, puede que no sea. En fin, que de partida, el título denota su soberbia, al tiempo que supone una amenaza para todos los amantes de la lectura, ya que deja abierta la puerta a una segunda parte y esta a una tercera, y esta a una cuarta y así sucesivamente hasta que alguien le haga callar o se de cuenta por sí solo, como si fuese inteligente, de que nos importa una mierda lo que es, o quiere hacernos ver que es, como persona.
De hecho, no tengo ninguna intención de leer su obra prima, ya que si por algo no me interesa este elemento es su faceta como un simple ser humano. Me importa por lo que hizo como político y por lo que sigue haciendo cegado por su altanera personalidad, por su prepotencia y por su egoísmo. Dirá, que con él, España fue próspera; pero recordemos quién tuvo la fabulosa idea de liberalizar el suelo, poniendo la primera piedra para la burbuja inmobiliaria. Dirá que lo de Iraq fue preciso, debido a la posición de poder que España ocupaba en el contexto de la Europa en que nos encontrábamos.
La situación actual es catastrófica; pero no te quites tu parte de culpa, pues mira, cuando alguien tropieza y cae, que es lo que nos está sucediendo en estos momentos, antes de caer, su cuerpo avanza con gran velocidad. Por poner un símil con tu gobierno acelerado, preludio anunciador, entonces, de la gran caída de ahora.
A buen seguro que justificará sus alegatos a su favor, porque amén de ser abogado, no sé si bueno o malo, da igual, la obra la escribe él.
Hablará de su total realización, completada con la publicación de este libro. Ya sabemos las tres cosas que debemos hacer antes de morir: escribir un libro, montar en globo y lo de la china. La duda la podemos tener en lo del globo; pero con los metros que voló en el blindado puede pasar, aceptamos vuelo en blindado como subir en globo.
Ya eres todo un hombre, ¡quién te lo iba a decir, cuando en la escuela, de pago, de tu infancia, los niños te llamaban de todo y te hacían mil perrerías. Los niños son muy crueles y como vean que uno de ellos tiene cualquier defecto, ¡a por él!, son muy crueles.
No me voy a leer esta justificación infame del absurdo, no tengo estómago para eso, antes me como una docena de melocotones de Calanda con hueso. Y me gustaría que una vez montado el dispositivo para las firmas, te encontrases solo, en esa cutre silla, frente a esa cutre mesa; pero esto es una ilusión y por desgracia, hay mucha gente que aún cree que los tiempos pasados siempre fueron mejores, independientemente de si fueron buenos o no para los demás.
Considero que la crítica gratuita es indecente, por lo que voy a intentar ser constructivo y voy a aconsejarle a este constructor, en el más puro sentido de la palabra y a este destructor en el más amplio sentido de la misma, que se dedique a lo que le dé la gana; pero desde el retiro espiritual, que se aparte de la escena pública, que vaya a misa de siete, que haga deporte con sus amigos de bigote, pero que nos deje tranquilos, que ya hemos tenido bastante. Deje a los que dejó en su lugar, a sus fieles pupilos, que para hacer lo que hacen y usted les enseñó, se bastan y se sobran, para nuestro pesar.
Además creo que el dinero no es problema, no le faltará, no porque lo gane, sino porque se lo damos y de buen gusto, si desaparece de una vez y nos deja dormir en paz. 

Juan Carlos Vázquez




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