Billete de curso legal, preso por decir la verdad |
Los agentes económicos son
tres: familias, empresas y Sector Público.
Pues bien dicho esto, y
siempre a nivel de 1º de primaria, estos tres estamentos son los que hacen
funcionar, o no, una economía. De la marcha de estos tres factores dependerá
que un país funcione o no. si las familias tienen pasta para gastar, en el país
hay empresas que producen y que venden lo que producen, dan trabajo a las
familias, que se lo venden a estas a cambio del salario. Y tenemos un Sector Público
que regula las actividades entre estos otros dos factores, todo va bien, no
pasa nada.
El problema es que esto no es
así, y hasta aquí lo de primero de primaria. Si todo fuese como hemos
mencionado en un principio, los circuitos económicos serían cerrados, con
flujos bidireccionales entre Empresas y familias, con la intermediación del
Estado, como valedor de los derechos de los ciudadanos y empresas implicadas.
En estos flujos cerrados,
ideales, el dinero es el que hay y los bienes y servicios los que se producen y
que ese capital puede comprar; pero como los que tienen, siempre quieren más, y
esto es así, y como lo que hay es lo que hay, para descompensar hace falta más
pasta, y esa pasta viene de otro sitio, los Bancos, el sector financiero, ¡qué
bien!. Pero esa aportación al flujo económico del sector financiero debe
retornar incrementada en una proporción determinada.
Es como si en nuestro sistema
sanguíneo dejamos conectada una jeringuilla de una capacidad de 100.000 litros,
con 1 litro de sangre para inyectarnos, de forma que por cada litro que nos
introduce le hemos de devolver a la jeringa litro y medio. Cada vez que nos
inyecta en nuestro flujo esa cantidad le hemos de devolver 1 ½ litros. Nuestra
cantidad de sangre es limitada pero nunca la de la jeringuilla, a menos que
chupe sangre de otros que por necesidad precisen el uso de esa jeringa.
Ya está el lío, si un
producto producido por una empresa que compra mano de obra y recursos naturales
a las familias, debe ser devuelto al mercado por un valor, esa entrada de
capital financiado debe ser devuelta en las condiciones indicadas, por lo que
el producto en venta debe tener un precio mayor, creando una diferencia entre
coste y beneficio que es lo que se quedan los que siempre quieren más.
En España, con o sin Cataluña,
los desproporcionados beneficios del sector empresarial, han producido una
burbuja financiera en los que al igual que ellos quieren más, los banqueros. Y la
cantidad de más que estos se han embolsado, no ha podido salir de otro sitio
que de las familias y del sector público, que es lo mismo, ya que lo público se
nutre de las aportaciones directas o indirectas de las familias.
Si a este batiburrillo le
añadimos la corrupción de la clase política, llegamos a la conclusión de que la
vaca no es que no de más leche, es que hay que pegarle un tiro. Pero antes de
matarla hay que descuartizarla en vida para sacarle los pocos jugos que le
quedan.
Tan sencillo como esto y qué
complicado lo hacen, sería más fácil decir que la han cagado y ya está, que han
privatizado todo lo rentable que había en nuestro país desde Felipito hasta el
de ahora, que no sé cómo se llama, (¡qué más quisiera yo!), que han robado
hasta las monedillas de los cepillos de las ONG´s. Que los españoles somos, ¿o
debo decir son?, muy buenos y perdonamos todo, con una palmadita en la espalda
y diciendo un ¡ala majete, la has “cagao”, no llores anda, que no pasa “ná”, de
otras hemos salido. Esto acompañado de algún que otro insulto; pero siempre
desde el cariño y sin querer ofender realmente a las madres de nadie, que
madres solo hay una, (al menos para los decentes).
Pues no, han de seguir
engañando, robando, robándonos, pero ahora amparados en la situación que han
creado ellos, situación que justifica su desastrosa política que acabará con
las familias, las empresas (que no sean las suyas) y por último con el Sector Público,
con lo que ya han cerrado el círculo; pero esta vez del todo. “A tomar por el
culo la economía, la sociedad, la salud, la educación, etc. Total para qué, así
que señores catalanes, aunque preferiría Aragón o Andalucía, les animo a la lucha por la
Independencia y avísenme cuando la tengan, que yo no sé catalán; pero lo
aprendo rápido y me voy para allá. ¡Visca Catalunya!.
Juan Carlos Vázquez
No hay comentarios:
Publicar un comentario