viernes, 5 de diciembre de 2014

A COMPÁS DE LOS DUENDES



El otro día asistí, junto con mi mujer y unos amigos, a la presentación del último libro de letras para flamenco de mi buen amigo Juan Carlos Muñoz, en la Casa de Andalucía de Zaragoza. El libro se titula “A compás de los Duendes”, casi nada, un título que en sí mismo entraña misterio y arte, o mejor dicho, el arte que sale desde lo más profundo de forma misteriosa, sin nadie llamarlo. Un arte residente y enquistado en labores del campo andalúz, de los jornaleros tostados por el luminoso sol y en las tabernas serranas del sur. Un cante de la fragua y de la mina. Un arte que se define sentimiento pues no es un producto del hombre físico sino de su propia alma y que acaba engulléndolo en un proceso metamórfico,
Juan Carlos Muñoz es amigo mío desde la temprana edad de los 14 o 15 años, edad en las que hacíamos de las nuestras por esas tierras gaditanas de la ciudad de San Roque. Ciudad que tanto echo de menos desde estas tierras aragonesas y a la que intento volver cada vez que el bolsillo me lo permite. Hace meses que sabía de su visita a Zaragoza, no podía perdérmela y además, aprovecharía para darle un abrazo a Juan Carlos.
Lo primero que hice al llegar al local en el que haría su presentación, fue, como no, preguntar por él, por mi tocayo. Estaba en la biblioteca, envuelto entre cuadros de toros y del mundo flamenco, con el sonido de guitarras afinando, mejor dicho cantando. Esas guitarras en manos de Rafael Trenas y su hijo tenían vida propia, es como si las manos que las tañían perteneciesen a ellas, más que a sus propios dueños humanos escondidos tras la guitarra. Alguna botella de fino destapada redondeaba el ambiente. Nos fundimos en un abrazo y lo celebramos copa en mano al tiempo que brindamos por nuestro nuevo encuentro, esta vez en mi tierra, bueno en la tierra que me dio las primeras luces; pues al poco partí hacia Andalucía, la cual no es menos mía.
Comenzó a leer sus poesías de la vida cotidiana, sus versos fenomenológicos descriptores de una realidad diaria y palpable. Su voz se fundía con las letras de su libro y con el aroma sutil de una copita de vino fino que decoraba la mesa y que llenaba su estómago. El duende fue apoderándose de su cuerpo y tras dejar claro que el no era cantaor y pedir perdón por su atrevimiento, cantó sus versos con el acompañamiento del maestro cordobés a la guitarra. El escenario cambió, se transformó, y con él nuestro amigo que se fue creciendo poco a poco y que nos emocionó a los allí presentes.
Tras Juan Carlos La cantaora Inés Lorente hizo de las suyas y nos mojó de su arte  interpretando las letras de mi amigo y con el aire lleno de las notas de la guitarra de Rafael, el maestro.
El acto acabó con una interpretación del heredero del maestro cordobés, su hijo, que hizo sonar su sola guitarrea como sui fuesen dos, o tres, o más. Tuve que levantarme para cerciorarme que las manos de su padre sobre la guitarra no se movían y en efecto era solo la del hijo la que sonaba.
Una tarde para el recuerdo, gracias amigo.

Juan Carlos Vázquez

domingo, 9 de noviembre de 2014

LOS AMANTES DE TERUEL: DON DIEGO DEL PP E ISABEL DE CANARIAS Y LA TARJETA BLACK

Anagrama representativo del colectivo
Amante esperando a su amada
con la tarjeta del congreso en el bolsillo
Un diputado del PP, Carlos Muñoz Obón, presentará su dimisión por hacer viajes a Tenerife con cargo al Congreso de los Diputados, según informa este viernes la Cadena Ser. El político habría realizado viajes de carácter privado para verse con la misma persona que el presidente de Extremadura, José Antonio Monago.
Justificó los viajes por la relación estable que mantenía con una persona que vivía allí, del mismo modo que ella viajaba a Teruel donde, ha dicho, permanecía largos periodos de tiempo, "como en cualquier relación normal", e intentando cumplir las obligaciones con sus hijos.
Aclaró que los viajes los pagaba con cargo a una tarjeta de la que disponen todos los diputados y senadores "para viajar por todo el territorio nacional, para hacer lo que tengamos que hacer", y eso incluye "volver con la familia". "Podemos viajar por España todos los diputados y senadores cuando queremos y se me está poniendo en el disparadero", lamentó.

¡Pobre hombre!, su único delito, el amor. Cuan feliz don Juan rondador de una bella dama ya rondada, como mínimo que sepamos, por extremeño doncel tiempo atrás, Olga María Henao Cárdenas, una empresaria de origen colombiana, una dama de la Corte PP, de 36 años, simpatizante del partido, (por lo que se ve bastante), que residía entonces en Santa Cruz de Tenerife (aunque actualmente vive en Londres).
¿Es este tu crimen?, ¿Cuál debe ser tu pena por amar con toda el alma?. Más aún en la ciudad de los Amantes, ¿o ya nadie recuerda el trágico romance de Isabel y Diego?. Eres un Diego del siglo XXI que por caballo tiene un avión y por cuna el PP. ¡Shakespeare, alza tu voz y defiende su pasión ya marchita por la pena del amor perdido!, ¡Zorrilla defiéndele tu también!.
No sigáis los pasos del senador Carlos Piquer, que se quitó la vida en 1996, tras caer bajo el embrujo amoroso de una prostituta brasileña que lo acusó de abonar sus servicios con una tarjeta del Grupo Socialista de las Cortes de Aragón.
Nadie tiene la potestad de acabar el amor, ni siquiera la muerte.
Cuan triste es ser pobre y ser amado cuando el amado o la amada está lejos y no se tiene una tarjeta Black, para gastar en asuntos que hacen hervir la sangre, perder el sentido y erizar el bello del cabello.
Monago y Carlos, para vosotros es el amor, que nadie os juzgue por amar y ser amado. Del único delito del que sois culpables es el de haber amado con locura, y seréis ladrones, si, sin duda, pero solo por haber robado el corazón de la dama, de la misma dama.
Déjalo todo Carlos, y tú también Monago, y corred en busca de la felicidad, lejos, bien lejos, que vosotros os merecéis la felicidad y nosotros nos alegraremos de veros marchar, lejos, bien lejos y sin vergüenza.


Juan Carlos Vázquez

viernes, 7 de noviembre de 2014

ENTONCES MARIANO, ¿QUE LE DECIMOS AL CIS?. "CAGOEN LA ESTADÍSTICA"

Foto alineada a la izquierda.
Las últimas encuestas del CIS pueden tener un claro objetivo político, aunque la estadística puede convertirse en un arma de doble filo, me explico, los resultados tan sumamente favorables a la nueva formación de Pablo Iglesias, perdón, quiero decir de todos aquellos que queremos un cambio de rumbo alternativo, pueden ser contraproducentes para esta formación, o no.
La intención de voto significa lo que un individuo estaría dispuesto a votar, lo que no quiere decir que vaya a hacerlo, es como la intención de casarse, (cuando llega el momento muchos salen corriendo en dirección a “Nadie sabe donde estoy”).
Supongamos una persona normal sacada al azar de las clases medias bajas. Esta, a buen seguro está disconforme con la situación actual y con las acciones que desde el poder se están realizando para solucionarlas. Este individuo, que antes se debatía entre uno de los dos Grandes partidos, castigando a uno con el otro, aún a sabiendas que eran los mismos, asqueado de ambos, ha encontrado una salida a sus dudas en un partido que puede, según las últimas elecciones y según las estadísticas, alcanzar grandes cotas de poder en el gobierno.
Este, desconsidera otras opciones minoritarias como UPyD o IU y se vuelca con Podemos como castigo a PP y PSOE; pero desconoce el programa político de esta nueva fuerza, lo considera simplemente una herramienta para su fin, que no es otro que castigar a los mencionados. Para esta persona, los resultados del CiS pueden causar un efecto reversible en su intención de voto y pensar de la siguiente forma: - Si Podemos va a salir de todos modos, vote yo o no, puedo desviar mi voto a otra opción, como UPyD o IU-. Este sería el efecto deseado por el sistema bipartido y nada cambiaría, siempre que como la persona del ejemplo pensasen las demás que se encuentren en su misma situación.
El segundo efecto, no sería tan propicio al actual sistema de alternancia política y consistiría en darle una vuelta más a la reflexión anterior a partir de ella misma. Esta segunda opción de pensamiento sería algo como: - Pero si todos piensan como yo, quizás Podemos no obtenga los resultados precisos para acabar con la dualidad PP – PSOE; así que voy a votar a Podemos-. Esta segunda opción haría mucha pupa a los Gerentes del poder desde los tiempos del reloj de arena de muñeca con que se comenzó la Transición famosa.
Yo creo que de cualquier forma los resultados de esta nueva formación serán los deseados y que, además, no tendrán que invertir tiempo y dinero para conseguirlo. Ese tiempo y ese gasto corresponderán a los Grandes, que como es habitual echarán su mierda fuera intentando enrunar a mi amigo Pablo; pero Pablo se quedará quieto, escondido bajo la mata de la patata. Y serán ellos los que con sus discursos y sus acciones, se consagrarán en un único cuerpo y en una única arma, con un mismo objetivo y con ello le harán la campaña a Podemos de forma totalmente gratuita. Amén.


Juan Carlos Vázquez

jueves, 30 de octubre de 2014

LA FÁBULA DE LA CAQUITA DE LA GATITA PRESUMIDA



Político intentando salir de su gran cagada limpio

Érase una vez una gatita, de pelo aterciopelado en tonos ocre, chocolate y café con leche, con las orejas y las patitas en tonos oscuros que se degradaban al ir invadiendo el resto de su cuerpo. Esta gatita, Cuca, era muy presumida, la más linda del barrio, todas las demás la envidiaban, hasta el punto en que se convirtió en una especie de líder del resto de sus congéneres gatunos, haciéndose con el gobierno del barrio en que vivía.
Un día, nuestra lideresa se estaba haciendo caquita, es decir, se estaba cagando y el apretón le sucedió en todo el centro de la Gran Avenida de su barrio, sin lugar donde esconderse, así que se cagó. Los demás gatos comenzaron a pasar a su lado y giraban la cabeza hacia el lugar del que provenía la apestosa defecación gatuna. Nuestra gatita, escondía con su cuerpo la mierda, que era suya, al tiempo que saludaba, intentando disimular su cagada a los que pasaban por su lado.
No sabía cómo escapar de allí; así que analizó las posibilidades y pensó en una solución honrosa. Se acordó de su amigo, Lulo, el gato capado de una rica señora del barrio. Lulo pesaba más de cinco kilos y sabría como salvar a nuestra gata de situación tan deshonrosa; así que lo llamó por el móvil gatuno y le pidió ayuda. Nuestro galán acudió enseguida, casi no dio tiempo a nuestra bella dama a colgar el teléfono cuando ya lo tenía junto a ella. Tras comentarle lo sucedido Lulo no dudó y se dispuso a ayudarle de la única forma que se le ocurrió, que no fue otra que echar una cagada más gorda encima de la de nuestra protagonista y risueña gatita. Al hacerlo, con su mierda enterró la de ella y una vez finalizó le dijo que podía irse, que él se encargaba, con lo cual ella tras agradecerle al galán su favor, con un beso en la mejilla que le sonrojó, desapareció, moviendo el "culito" a sabiendas de que era observada. Con paso lento y altivo su imagen se fue difuminando por la avenida, orgullosa y sin girarse en ningún momento para comprobar que era objeto de admiración..
El gato, aún emocionado por el ansiado beso, abrió los ojos y dejó de divisar en la lejanía a la "gatita", momento en el que se dio cuenta que se estaba comiéndose el marrón de ella y que ahora era aún más grande; pero su reputación tampoco le permitía quedar como un guarro ante sus vecinos, así que se puso a pensar una solución. Llamó al perro de su vecina Estrellita, también residente en la calle Génova, una anciana de 61 años, "podrida de pasta", a la que su madre, que aún vivía le seguía llamando así, con ese diminutivo ridículo para un adulto. 
El perro, Pancho era un mastín del Pirineo de más de 70 kilos de peso. Lulo llamó a Pancho, el cual enseguida se prestó a ayudarle y fue al lugar indicado por Lulo. Una vez juntos y tras haberle contado su necesidad, Pancho apartó de un cabezazo al capado gato y dejó al descubierto su mierda, la mierda que tapaba la de la linda "gatita". 
Pancho no se lo pensó y sobre estas dos mierdas hizo lo suyo, enrunando por completo el problema de los anteriores. A peso, la cagada de nuestro mastín superaría, a buen seguro, los tres kilos, con lo que de las anteriores no quedaba ni rastro tras este enterramiento apestoso; pero el problema no se había solucionado, sino que cada vez era mayor y más complicado y por supuesto, más asqueroso.
La gente comenzaba a curiosear por la zona, ante la sensación olorosa tan desagradable, a corrompido, a podrido, buscando el foco de la misma, por lo que Pancho consideró que sería imposible salir del atolladero en que se había metido por ayudar a su amigo. Además, esta ayuda no fue del todo gratuita y Lulo tuvo que hacerle alguna que otra promesa a Pancho para un futuro próximo.
Pancho comenzaba a ponerse nervioso, no sabía como librarse del calvario que estaba viviendo; pero se le ocurrió llamar a su amigo Canelo, un podenco cuyo dueño trabajaba en televisión española; así que lo llamó para pedirle ayuda. Ante la magnitud del problema, el precio de los servicios requeridos no podía ser satisfecho por la amistad que unía a ambos, por lo que tras acordar una cuantía, Canelo fue en ayuda de Pancho.
Pancho, rodeado de gente alarmada por el infesto olor a mierda, a la mierda que cubría este con su cuerpo, vio venir a lo lejos una furgoneta de la TVE, con antenas muy llamativas y dos coches más con material y periodistas.
De uno de los coches salió su amigo Canelo y un cámara que se situaron en el lugar, frente a su amigo y estudiaban la toma mientras sus compañeros los técnicos ponían en marcha la grabación. Una vez todo OK, nuestro amigo Canelo se inventó una historia acerca de Pancho, en la cual este último quedó como un héroe, pues gracias a haberse situado sobre semejante montón de mierda, una abuelita tuvo que esquivarlo, evitando así, además de pisar el “desagradable pastel”, resbalarse justo en el momento en que pasaba por allí el bus urbano rojo de dos cuerpos nº 4, evitando con ello una tragedia de consecuencias irreversibles para nuestra abuelita.
Pancho quedó como un héroe, tras la entrevista televisiva y comió galletas King Dog el resto de su vida, (las que más le gustaban). De Lulo y Nuestra "gatita" Cuca nadie supo nada. Y colorín colorado... este cuento no se ha acabado.
Moraleja: si la cagas, no intentes taparlo con otra cagada más grande, hazlo con la ayuda de los medios de comunicación.




Juan Carlos Vázquez

domingo, 26 de octubre de 2014

Marianico y su bicicleta, una pareja de municipales y el camión de regar las calles.



Imagen idealizada de Marianico

Marianico es un joven de la ciudad del “qué pasa pues” y del “co”, de la ciudad en que todas sus sílabas se acentúan, me refiero, como muchos habréis adivinado a Zaragoza.
Marianico se levanta a las seis de la mañana, con tiempo para asearse, desayunar viendo las noticias breves y repetidas de la televisión de la cocina y a continuación sale de casa dirección a su trabajo.
Marianico es una persona normal, de las que no llevan escolta ni tienen miedo a nadie, por lo que como su trabajo estaba en el centro de la ciudad, podía ir andando. Le cuesta una media hora, aproximadamente, tiempo en el que además de despejarse, hacía un “poquico” de ejercicio.
En su paseo diario matutino se cruzaba con otros andantes como él y con otros que iban en autobús, coche o bicicleta, lo cual le dio la idea de limpiar la bicicleta que tenía en el pueblo y traérsela para ir al trabajo. Así lo hizo y se convirtió en una persona que colaboraba con el medio ambiente, que no expulsaba con su vehículo gases de efecto invernadero ni que erosionasen la capa de ozono. Llegaba a su trabajo un poco antes de lo habitual y se sentía muy orgulloso de sí mismo.
Pero un día el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, por Sentencia nº 85/12 de 17.02.2012, publicada en el BOPZ nº 219 el 23/09/2014, cambió la ordenanza municipal de peatones y ciclistas, por lo que el recorrido que hacía normalmente con su bicicleta quedó parcialmente anulado y había tramos que tenía que ir con su bicicleta entre los conductores de autobús, taxistas y particulares que intentaban sortearlo para avanzar más rápido.
Nuestro protagonista se lanzó a la ciudad y siguió las normas que conocía, tales como ir por la calzada en las zonas donde no hay carril bici y evitar las calles peatonales, que a esas horas eran calles desiertas; pero un día recordó que podía atajar por la calle de las baldosas sueltas, la que todas mañanas a las ocho en punto era regada por un camión cargado de agua. Esa calle por la que raro era el día que no llegase al trabajo con los zapatos y el pantalón mojado, consecuencia de pisar una baldosa suelta tras haber sido regada la calle por el camión del agua. Pensó que si por allí podía ir el camión del agua, por qué no podía ir él, además a esas horas apenas circula gente por ella y es lo suficientemente amplia como para que quepan todos.
Así lo hizo nuestro intrépido ciclista; pero al meterse en la calle peatonal, se dio cuenta que un coche lo seguía, con sus focos le iba iluminando el camino. El coche llegó a su altura, tras recorrer gran parte de la calle peatonal, era la policía municipal, que bajó la ventanilla y le dijo a Marianico: ¿no sabe usted que esta calle es peatonal y no puede circular montado sobre su bicicleta?. Marianico le respondió que no había nadie en la calle y estuvo a punto de contestarle, con razón, que si era peatonal y él no podía ir en bicicleta, con más razón ellos tampoco debían hacerlo con un coche; pero la prudencia evitó que respondiese y se bajó de la bicicleta. Andando, con la bici a su lado y el coche de la policía detrás continuó su caminar por la calle hasta llegar al camión que riega todos los días la calle peatonal y que mueve todas las baldosas. Cuando el operario de la manguera la dio paso, pasó; pero los municipales tuvieron que esperar que el camión acabase su recorrido para poder salir.
Al día siguiente tras haber estado a punto de ser multado, reflexinó, y en la intimidad de su casa y sin que nadie le oyese, mandó a la mierda al Tribunal Superior de Justicia de Aragón y a los municipales que lo pararon y fue al trabajo con su coche particular.

Juan Carlos Vázquez


jueves, 16 de octubre de 2014

EL EXTRAÑO MISTERIO DE LA PRIMERA PERSONA DE LA CONJUGACIÓN DEL VERBO DIMITIR.


Solución teológica para quien no dimita























Los caprichos del lenguaje han hecho posible que en España haya desaparecido la primera persona del presente de indicativo del verbo dimitir, “yo dimito”. Este verbo, en este tiempo verbal, ha quedado huérfano del “yo”, por lo que los efectos de este nunca afectarán a la persona que lo conjuga.
Podemos ir más lejos y augurar que dicho verbo, dimitir, que implica una acción concreta y definida, está en trámite de perder no solo esa primera persona; sino toda la conjugación en tiempo presente. Me explico, la posibilidad de dimisión en tiempo presente es cada vez más remota, lo cual amenaza a reducir este verbo a su forma, simple o compuesta, futura y siempre en condicional. De esta forma, la dimisión en sí, o más bien el acto o acción de ella, será relegada siempre a un futuro indeterminado, nadie dimite hoy, en todo caso dimitirá, pero no en el sentido de un tiempo perfecto y delimitado.
Esta indeterminación y no concreción de los límites de ese tiempo futuro, que nos permitiría delimitar un segmento temporal en el cual se producirá la acción, está justificado, por regla general por una serie de condiciones que pueden estar relacionadas o no con la propia acción de dimitir. Este condicionamiento hace que este tiempo verbal futuro se convierta en un futuro condicional, con lo cual el suceso o acción puede o no producirse.
Resumiendo, hemos pasado de una acción realizada en un tiempo presente y concreto, definido por la forma verbal “yo dimito”, a una forma futura imperfecta y condicional de la forma “Yo dimitiría si”…, o,  “yo dimitiría siempre que”…
Este hecho tiene otra lectura desde un punto de vista social; ya que la dimisión afecta a la persona implicada directamente en un hecho, siendo esta persona responsable de algún área concreta de actividad de su empresa o institución. Se produce, o mejor dicho debería producirse, por una mala gestión,  un error irreversible, por  simple consejo o petición de sus superiores, por oposición rotunda a los criterios a imponer, o por cualquier otro motivo; pero siempre dentro del vínculo contractual entre una persona y una institución o empresa. Las personas que pueden tomarse el lujo de dimitir, aunque no lo consideren así suelen tener un status social elevado, lo que nos conduce a la protección de estas por el fenómeno del corporativismo existente a estos niveles en la escala social. Por lo que no serán sus compañeros los que pidan su dimisión; pues además del corporativismo, a estos niveles de la escala social, quien más quien menos, y perdonarme la expresión, tiene “cogidos de los huevos” a sus compañeros de nivel, todos hemos oído en numerosas ocasiones la frase de “tirar de la manta”, usada como amenaza si… Esta frase, que suele conjugarse también en futuro condicional, debido sobre todo a la imposibilidad de que la dimisión se produzca y como esto es así, que nadie dimite en tiempo presente, en España, también sería absurdo tirar de la manta antes de que se produzca el hecho que lo provoca.
Por consiguiente, la petición de dimisión suele provenir siempre de los niveles de status inferiores, o en todo caso de los adversarios políticos, (siempre que tengan sus huevos a salvo). Lo que hace que en el primer caso se desprecie la sugerencia y en el segundo se tome como algo cotidiano y normal. Ni en uno ni en otro caso suele producirse el desenlace deseado.
Vemos como el lenguaje tiene la fascinante capacidad de adaptarse a la realidad, deshaciéndose de tiempos verbales que no se usan y subrayando los tiempos futuros que sí se usan. Podemos concluir que no es el desgaste y el uso hasta el hastío lo que hace modificar la lengua, sino el desuso, como bien sabemos y como demuestra el argumentarlo anterior.
Esto supone un empobrecimiento de nuestra cultura lingüística, por lo que me gustaría animar a los que pueden y deben hacerlo a que usen esta forma verbal en este tiempo concreto, el presente, el hoy, aquí y ahora. Para ello me gustaría nominar al Consejero de Sanidad Madrileño, a la Ministra de Sanidad, a todos los defraudadores relacionados con las tarjetas “negras”, a todos los relacionados con el caso de los “eres”, a todos los directivos de banca que han logrado con su esfuerzo e ineptitud hundirla, a todos sindicalistas implicados en corrupción o corruptela, etc…Todo por nuestra lengua y por salvaguarda de nuestra cultura.

Juan Carlos Vázquez

domingo, 28 de septiembre de 2014

¡Mamá, mamá, ven corriendo, hay un Gallardón en la nevera!

Dónde han quedado esos años en que este señor, pese a sus dispendios económicos en el Ayuntamiento pseudoolímpico de Madrid, era considerado como uno de los políticos mejor valorados del faunario español. Engañó a casi todos con su talante “aperturista”, sus simpáticas insinuaciones a Wayoming, sus enfrentamientos a cielo abierto con uno de los caimanes pperos, como es Esperanza Aguirre, o su litigio sin llegar a Puerto con Míster Zaplana.
A algunos no pudo engañarnos, ni siquiera con esa sonrisa más falsa que los billetes de doce euros. Quizá creía que podía institucionalizarse como “el Alcalde de los madrileños" y que pasaría a la Historia como un símbolo de la política municipal de nuestro país. No, no ha sido así, tarde o temprano las gomas de las máscaras se pudren y las caretas caen al suelo descubriendo el verdadero rostro de los que se cubrían con ellas.
Quizás el “puestecillo” de alcalde de una capital de una Nación no fue suficiente para él, que vivió de la herencia de su padre durante más de treinta años,  sirviendo de ejemplo de una sociedad cerrada en que los cargos institucionales electos pasan de padres a hijos en un claro ejemplo de Democracia a la medida de quienes la proclaman, sosteniendo el modelo actual de listas cerradas en el que se aseguran la supervivencia de los suyos, contrario a los valores de la igualdad y la libertad.
Este señorito fue elegido concejal del Ayuntamiento de Madrid. Durante su trayectoria en la oposición municipal, se destacó por su ataque a la revista Madriz a propósito de las referencias políticas y el lenguaje del mundo de la droga presentes en una historieta de Ceesepe. Visiblemente enfadado, diría de ella que se trataba de una "porquería repugnante, pornográfica, blasfema, en el sentido jurisdiccional de la palabra, contraria a la moral y a la familia". Esto en 1983 y por lo que vemos, poco o nada ha cambiado su ideología. Así que cuando pudo, es decir cuando agarró la cartera de ministro, se puso al servicio de la Santa Madre y de los sectores más radicales del Opus y de otras formaciones como el Foro de la Familia, para sacar a la luz una ley a medida de estos "validos" y a la cual se oponía hasta mi periquito; pero daba igual, el océano se abriría a su paso, con su maletín y con su proyecto de ley en él.
Ese intento de devolvernos a una autocracia nacional católica, como la vivida y pasada, trasformaba los cimientos de la democracia plural y no confesional que rige nuestras vidas desde el 78. Queda claro, pese a todo, que lo de No confesional es una quimera y que el no atrevimiento de nuestros padres de la Constitución a llamarla Aconfesional lo hemos de pagar durante muchos años.
Bueno, ahora vuelvo a la nevera a asegurarme que sigue ahí encerrado y que no le falte de nada, que cualquier día este vuelve a la escena pública con su maletín y nos la intenta liar de nuevo; pero antes le preguntaré sobre ese asunto que nos tiene a la humanidad en vilo, aprovechando que está dentro de la nevera, ¿es verdad que al cerrar la puerta la luz se apaga?, pues que así sea majo, duerme que para días tienes, espero.

Juan Carlos Vázquez

jueves, 28 de agosto de 2014

FELICES VACACIONES A TODOS LOS POBRES DEL MUNDO



A la vuelta de unas idílicas vacaciones en el sur de España, sol, fandango, “pescaitos”, rebujitos, poniente, levante, churros, azahar. Vuelta a casa, maletas llenas de la carga impregnada de todo lo mencionado mezclado con sudor y tristeza. ¡Qué diferente es el aroma de las maletas que van y de las que vuelven!.
Es hora de deshacer todo lo hecho durante la escapada veraniega, vuelta al agobio, a las prisas, al estrés, al enfado con los niños, en otras palabras vuelta a la normalidad.
Un día después de nuevo el despertador, un desagradable sonido que no sabes de dónde procede; pues lo tenías escondido en el olvido. Pulsas el botón de apagado de la radio y sigue ese desagradable timbre que te desvela, ya no te acuerdas que el sonido proviene del teléfono móvil. Cuando caes en la cuenta ya estás cabreadísimo y has aporreado la radio despertador unas cuantas veces, sin obtener el resultado deseado. Mal comienza el día. Los abuelos dicen que cuando mal te levantas mal acabas, por lo que al terminar la jornada acabas pensando para qué coño te habrás levantado de la cama y lo que has perdido por no haberlo hecho.
Todo esto en una España, esta España de la que muchos de nosotros nos borraríamos mañana mismo si fuese posible. Un país donde sus habitantes viven en la subsistencia del día a día como su mayor ilusión, un país de “mileuristas”, pobres, parados, estafadores, timadores, ladrones, defraudadores y políticos de mierda. Estos últimos agregan en su propia definición los últimos adjetivos de esta retahíla.
Un país en el que pasas de simplemente poder vivir a la más absoluta miseria, un país donde hoy eres algo, tienes una dignidad y mañana eres una mierda. Un país en el que hoy tienes algo, por poco que sea y mañana nada. Un fétido lugar en el que ni las moscas quieren habitar, por culpa del divorcio proclamado a los cuatro vientos entre la ética y la política.
Así pues, en esta porquería fangosa raro es el día en que tú, yo o aquel no nos encontramos con una carta en nuestro buzón, un mensaje en el móvil o un correo electrónico cuyo texto nos hunde en lo más profundo de la miseria psicológica.
El texto al que hago alusión reza lo siguiente:

“De: recursos humanos
Enviado el: miércoles, tal de tal de tal
Para: trabajador
Asunto: Comunicación de medidas colectivas de extinción de contratos

Buenas tardes,

Mediante la presente comunicación, y tal y como ya eres conocedor, te informamos de las dificultades económicas por las que atraviesa “X” (siendo X una empresa del ramo de la producción de energía), como consecuencia de las recientes modificaciones legislativas que afectan al sector de nuestra actividad que han supuesto un importante impacto económico en el desarrollo y funcionamiento de la empresa, obligándonos a tomar medidas colectivas de extinción de los contratos de trabajo por causas económicas, productivas y organizativas.

Adjunto te hacemos llegar comunicación dirigida a la totalidad de la plantilla de las empresas del Grupo “X” a los efectos de que por favor, se la hagas llegar a todos los trabajadores de planta, -incluyéndote  a ti-, para su firma, así como modelo de acta para nombrar al sindicato o representantes de cara a participar en el proceso de consultas, que deberéis devolvernos cuanto antes.

Agradeciendo de antemano tú colaboración.

Recibe un cordial saludo.”

De toda esta palabrería lo único que puede alegrarte es que quien te la envía, tras clavarte el cuchillo jamonero en todo el pecho te envía un cordial saludo, menos mal.
Tú, yo o aquel, tras esta misiva, cuando consigues devolver tu respiración al ritmo normalizado, vuelves a la realidad de la vida diaria, junto a tu mujer y tus hijos y le sueltas el notición. Ella, se encuentra en la cocina, nadando entre un montón de ropa sucia a la espera de que se la trague la lavadora que está enfrente, como mirándola con hambre, con su boca abierta al máximo.
Ella sigue metiendo ropa por la boca del electrodoméstico, sin hacerte caso. Tú te acercas a ella y le ayudas, como siempre en sus tareas, al tiempo que le repites lo que no ha oído o lo que no ha querido oír. Se gira hacia ti y te abraza, en silencio, solo se escucha la lavadora, que da vueltas y vueltas poniendo movimiento y sonido a unos pensamientos que tragas una y otra vez.

Juan Carlos Vázquez

miércoles, 30 de julio de 2014

PAPÁ, QUE DE MAYOR NO QUIERO SER PRESIDENTE, QUIERO SER MAFIOSO



¡Padre, tenemos a la policía en los talones, tenemos que hacer algo!- dijo el hijo.
-Ya lo se hijo- contestó su padre.
-No te preocupes hijo, en la provincia de Tarragona, en la sierra del Monsant – parque natural protegido -, está el pueblo mas pequeño de Catalunya. Se trata de Albarca con 2 habitantes, coge el dinero, a tus hermanos y a tu madre y poneros a salvo. De la justicia me encargo yo, como siempre, por mí no os preocupéis- dijo el padre.

Cogió el teléfono y llamó al juez para contarle que tenía a la policía en los talones y que iba a salir a la luz su secreto tan bien guardado durante años. Su tapadera de hombre honorable se había podrido y se iba a quedar al descubierto. El juez, muy atento, lo estuvo escuchando mientras le contaba lo que ya sabía, y le aconsejó que enviara una nota de prensa a los medios afines; pero sin dar demasiadas explicaciones, la nota debía ser breve y difusa, confesando su “falta” y dejando claro que se ponía a disposición de la justicia. 

Al pedir perdón de esta forma, el delito pierde valor y se transforma en una mera travesura o en un descuido de la ley o en una simple e inconsciente falta. Sabía que esto le daba el tiempo necesario para borrar las huellas de su crimen, crimen que de esta forma hace que el muerto parezca que murió solo, como sin querer. Además el Padrino estaba viejo y cansado, no quería luchar y producir un baño de sangre, metafóricamente hablando. Solo quería limpiar su honor, su honor de mafioso, su honor del jefe de la mafia de Catalonnia. 

El poder que tuvo durante treinta y cinco años hace que muchas personas estén en deuda con él, todos aquellos a los que proporcionó buenos puestos en la administración, la justicia y la policía. De forma que tenía control absoluto sobre lo que fue su pequeño reino. Sus habitantes le dieron el título de Honorable y por ello debía rendir cuentas a este título y hacer el teatro de pedir perdón a aquellos que con su actuación hubiera podido ofender. Durante su mandato las cosas se hacían como el “jefe” quería, al igual que Robert De Niro en la película “Casino”, cuando dijo la famosa frase: “hay tres maneras de hacer las cosas: bien, mal y como yo las hago”.

Sabía que se iba a meter en la boca del león hambriento; pero le daba igualdad, su edad y sus deudores se las apañarían para sacarlo de esta situación, con su familia ya a salvo. Tendría que soportar burlas y escarnios, amenazas, incluso de sus amigos, como parte de la escena a representar, ya que a la hora de la verdad nadie tenía el valor de condenarlo firmemente y mandarlo a prisión a expiar todas sus culpas, que en treinta y cinco años no fueron pocas.
Pobre hombre, viejo, arrinconado de la vida pública de la que fue el número uno, con una gran familia de siete hijos, como toda buena familia mafiosa y opusiana que se precie. Siete hijos  con su padre como mentor e ídolo a seguir, como bandera que guía sus vidas y por quien uno tras otro darían su vida. Los padres mafiosos , son más padres que los demás, artículo uno, ante cualquier duda se aplicará el artículo 1. 

Marlon Brando en God father dijo: “Manténte cerca de tus amigos pero más cerca de tus enemigos”, así decidió quedarse y enfrentar la situación que era ya inevitable. El pastel estaba a punto de ser descubierto y antes de que eso sucediera debía tener previsto un “Plan B”. Cuando fue avisado por sus contactos en la policía y el juzgado, llamó a su abogado que, al igual que su amigo el juez le aconsejó la confesión, lo cual hizo sin dudar.
Su abogado era su hombre de confianza, más que sus hijos, que con su impaciencia por llegar a donde ha llegado su padre no hacían otra cosa que meter una y otra vez la pata, Pero su padre siempre estaba ahí, con su querido amigo y abogado a su diestra para aconsejarle en cualquier situación.

A partir de aquí todos sabemos lo que sucede a estos jefes mafiosos, pistas, delitos sin esclarecer, fraude, corrupción, juicios que se prolongan en el tiempo, nuevos datos, nuevos incriminados, testigos, contables, más abogados y tiempo, mucho tiempo, el suficiente para que el escándalo se diluya y al final llueve, solo llueve, ya nadie se acuerda de aquel hombre que con título de honorable, se estuvo riendo de sus estafados durante años, con total inmunidad, elegancia y hasta clase. Ese hombre pequeño, de hablar singular, como todos los grandes capos de la historia, pasó a la historia siendo recordado incluso con cierto cariño, con el cariño que declara el estafado a su estafador, reconociendo la inteligencia de este y tapando al tiempo su ignorancia. Mientras tanto desde la ventana, solo lluvia.

Esta es una historia fantástica que no tiene ninguna relación con la realidad, ¿o sí?.


Juan Carlos Vázquez