martes, 12 de noviembre de 2013

EL PSOE ESPAÑOL MÁS PERDIDO QUE UNA BRÚJULA EN UNA RESONANCIA MAGNÉTICA Y MI PRIMA LA DEL PUEBLO PREPARANDO BUÑUELOS, PARA NO CABREARSE.



La conferencia del PSOE nos deja una idea clara, la falta de líderes políticos y de ideas innovadoras; pero esto debe ser un mal endémico de la política a nivel global.
Estas dos realidades, no pueden ir separadas, las ideas necesitan un líder que las exprese y viceversa. Pero si dejamos el tema así, resumiríamos el problema a una mera cuestión teórica que no puede quedar viuda de una verdadera aplicación práctica, y este es el verdadero problema. Por tanto se precisa de unas ideas atractivas, de alguien que las de a conocer y que empatice con el pueblo, y lo más importante, llevarla a la práctica.
Mientras que la cultura conservadora está plenamente arraigada en una tradición y unas costumbres, encaminadas a la perpetuación de una serie de intereses de unos estratos sociales más o menos consolidados y cerrados. La izquierda no encuentra su rumbo.
La derecha neoliberal de hoy en día, enfrascada en sus políticas macroeconómicas, nos presenta una realidad pervertida por esta perspectiva y desligada de la situación microeconómica.
Esta visión macro se encamina en dirección contraria a la dirección micro de nuestra economía, de ahí que la percepción de alivio de la crisis no se sienta a pie de suelo.
Es en este divorcio económico, en ese vacío entre las grandes cifras y la realidad doméstica, es donde la izquierda debe hacerse notar y ocupar el sitio que le corresponde. Debe considerar la crisis como una  oportunidad que no puede dejar escapar, tomando como referencia un pasado a olvidar, (transición de la dictadura a la democracia, gobierno tras el belicismo Aznariano).
Debe despojarse de todas las costras del liberalismo exacerbado que la han llevado a prostituirse y dar un giro a su política de 180 grados,  considerando la crisis desde todas las áreas afectadas, no solo la económica; también la social y humana, cultural y ética; pues la recuperación debe ser a todos niveles. De no ser así, lo que se consigue es crear nuevos problemas.
La salida de la depresión será real cuando la población la perciba y para ello se deben resolver los verdaderos problemas: el desempleo, la disminución salarial, la desintegración de los sistemas de protección social, como la sanidad y los servicios asistenciales, la orientación deseducadora de una población orientada al vasallaje, etc. Este es el espejo en el que el pueblo se refleja y se identifica con la crisis, por decirlo de otra manera, la crisis real.
Es en este ámbito dónde interviene el Estado, o dónde debería hacerlo, centrando su esfuerzo en las familias y las pequeñas y medianas empresas, que potencien el consumo doméstico, verdadero motor de la microeconomía.
De nada le vale a mi prima la del pueblo que la “tele” le hable del fin de la crisis, cuando en realidad los únicos salvados son los criminales que la causaron. Y sin retirar lo de criminales, dice mi prima que si en verdad hay que salvar los bancos, los salvaremos; pero que si lo paga ella, el banco es suyo y que si es suyo, los que lo han hundido “a tomar por culo al paro”, y es que mi prima es muy bruta; pero muy clara.
Bueno, ahora la izquierda a lo que tiene que hacer, que faena no le falta y yo a cenar que ya me está gritando mi prima que ya está la cena y prepara unos buñuelos de muerte. Además, con el genio que tiene…, como para hacerla esperar. Bueno que aproveche, a los que puedan cenar.

Juan Carlos Vázquez

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