Heráldica aragonesa http://es.wikipedia.org/wiki/Se%C3%B1al_Real_de_Arag%C3%B3n |
«Sólo sé que no sé nada», o para que todos me entiendan, “ ἓν οἶδα ὅτι οὐδὲν οἶδα, hèn oîda hóti oudèn oîda”.
Si para algo vale estudiar, es
para darte cuenta de que cada vez sabes menos. Cuanto más conocimientos
adquieres más te distancias de la felicidad, más te cabreas con la realidad que
te rodea. En la ignorancia, el ser humano encuentra la felicidad plena, por lo
cual no entiendo el afán de los sujetos por ampliar conocimientos.
La visión de los hechos
sociales es más clara y nítida desde el desconocimiento de los mismos; a su
vez, el ser humano, en esta situación de “inconsciencia social”, es más vulnerable;
pero al mismo tiempo es más feliz.
Si uno de los fines de la
humaniddad, desde los tiempos más clásicos de su existencia, es la búsqueda permenente y
contínua de la felicidad, no entiendo el afán de ampliar y ampliar el conocimiento
de la realidad que le rodea, a sabiendaas que este hecho es contraproducente
para su felicidad individual.
Quizás la felicidad es sinónimo
de simplicidad, o lo que es lo mismo, antónimo de complejidad.
La simplicidad de lo real se
complica con el conocimiento científico, en su afán de descubrir la causa
empírica de los hechos. Mediante los procesos de deducción e inducción, el
hombre busca desgranar los acontecimientos para una vez conocidos volver a
juntarlos en una reducción explicativa de los mismos, lo cual está muy bien
desde el punto de vista científico; pero al trasvasar esto a la realidad, hemos
conseguido hacer difícil lo fácil. Un ejemplo didáctico puede ser el
funcionamiento de un botijo. Todos sabemos las propiedades refrigerantes de
este guijarro; pero los científicos quieren reducir a una simple estructura
matemática este fenómeno. Esta reducción matemática no es otra cosa que una
complejización de un suceso cotidiano conocido por todos, aunque no en su
expresión matemática.
Llegados a este punto, en el
que casi yo me he perdido, y tras pedir disculpas a mis pacientes lectores,
vamos a retomar el hilo de mi discurso hacia lo que realmente quiero comentar,
que no es otra cosa que la aplicación de los conocimientos a la realidad que
nos rodea.
Vamos a centrarnos en el
movimiento independentista catalán y todo el circo que se ha montado a este
respecto. La ignorancia, mala compañera de viaje en el camino de la
construcción de las ideas, puede hacernos ver este tema mediatizado y
focalizado en una visión positiva o negativa al respecto, llegando a
condicionar nuestros comportamientos frente a este tema, nuestras actitudes al
respecto. La ignorancia, perdón por la insistencia, nos ancla los pies al suelo
y nos limita la perspectiva de la realidad a un solo plano. Podemos llegar a
amar a los catalanes o a odiarlos, según nuestra propensión intelectual,
nuestras presunciones políticas, o nuestras actitudes naturales. Pero, gracias
al conocimiento podemos distanciarnos de estas visiones obtusas, las cuales,
sin duda, tienen suculentos beneficios para unos terceros, y desde esa
distancia ver la cuestión desde perspectivas más críticas. Así, podemos
considerar este tema como un recurso pactado para desviar la atención sobre
temas realmente relevantes, (crisis, corrupción, etc.); unpotenciador de
ciertos prjuicios, o podemos ver en este movimiento independentista una
oportunidad de adhesión al mismo, un espejo donde mirarnos, desde el
conocimiento de un pacto enriquecedor, o una oprtunidad de ejercer una
democracia real o una democracia plebiscitaria.
No podemos quedarnos con la
cara que se nos presenta de la “supuesta verdad”, siempre que sabemos que
vivimos en un mundo dual, en el que las cosas y los hechos adquieren su valor
por oposición con su contrario; el bueno es tal porque existe el malo, al igual
que el rico encuentra su significado en su oposición al pobre. Si no existiesen
esos términos opuestos, nuestro mundo sería totalmente diferente.
El independentismo catalán se
nos presenta como un desprecio de este pueblo al resto de los ciudadanos de
España, de Europa, del mundo, del Universo, de la Galaxia. El catalán lo es por
oposición al resto de la humanidad, es un bicho raro que en un mundo
globalizado lucha por ser independiente; pero,… debemos preguntarnos sobre los
beneficios que nos reporta la globalización al resto de los humanos no
catalanoindependentistas.
Si le pregunto a Paco el de
Murcia de dónde es, me dirá que de Murcia, si es de Murcia capital. Si le
decimos si es español dirá que sí, que también, si le preguntamos si es europeo
dirá que también, ya que americano no es; pero si le decimos si es terrícola
dirá que también. Entonces, Paco, ¿de dónde eres?; pues de dónde voy a ser,
terrícola. Si en Murcia hubiese una dictadura Murciana, Paco, seguramente, a no
ser que fuese uno más del régimen dictatorial, nos diría que es de Murcia; pero
que preferiría ser de Teruel, ¡con dos cojones!.
No creo que el problema sea el
que se nos presenta, esto no es Más que una estrategia política, de la que unos
señores desean sacar un rédito económico, beneficio que a buen seguro no será
extensivo a todos los que apoyen o no este hecho. El verdadero problema es la
defensa de un pueblo por su libertad, por la conservación de su cultura, de su
lengua, de su Historia, aunque para ello se apropien, algunos, de parte de la
historia que no es suya; pero esto no tiene mayor importancia, además de
tratarse de otro tema.
Los catalanes son catalanes al
igual que Paco es de Murcia y eso no lo discute ni Dios, que es de todos sitios
y que Ana Botella es del planeta de los Lunnies.
Juan Carlos Vázquez
A veces me gustaría ser APÁTRIDA...
ResponderEliminarPues ya somos dos
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