sábado, 21 de septiembre de 2013

Funcionarios, ¡Atención!, ¡firrrmesss!, ¡ar!.


Funcionarios de hacienda de Zaragoza, dirigiéndose a su puesto de trabajo

Los funcionarios, tras el toque de diana, a las 08:00, situados todos y cada uno de ellos en el lado izquierdo de su mesa, se pondrán firmes, con la mano abierta sobre el corazón, y entonarán el himno nacional, al tiempo que se hiza bandera en el patio de las instituciones. Tras este solemne homenaje a la bandera, los funcionarios públicos se dispondrán a cargar sus bolígrafos, bajo las órdenes de su inmediato superor, tras lo cual, comenzarán su tarea de ocho horas, en punto, al frente de su ordenador, su bisturí, su manguera de incendios, etc.
El juramento que un funcionario realiza en su toma de posesión, será ampliado y jurará también derramar hasta la última gota de su sangre por  la Patria, a la que servirá de forma abnegada y sumisa.
Cada x puestos de trabajo, aún sin estipular se dotará a la institución correspondiente, de un capellán militar, con el fin de afianzar la fe entre los funcionarios y eliminar cualquier resquicio subversivo, anticatólico entre sus filas.
Para el descanso se crearán en los puestos de trabajo de la función pública, cantinas con precios populares, para que los funcionarios gasten allí su media hora de descanso, limitando así las salidas al Corte Ingles o a cualquier otro centro de compras.
Todos aquellos que no juren su cargo al incorporarse a sus puestos de trabajo, laborales y estatutarios, deberán hacerlo y besar la bandera nacional. Se les hará una foto de recuerdo de tal evento, que correrá por cuenta del jurante.
Esto puede ser, a grandes rasgos, el futuro de nuestra administración si esta cuadrilla de idiotas saca adelante el proyecto de “militarizar” la administración pública, según publica el periódico digital “publico.es” y que podeís consultar en http://www.publico.es/469478/el-gobierno-quiere-militarizar-la-administracion-del-estado, y que detallo al final de este artículo.
El problema es que “sobran militares”,…cuando yo pensaba que lo que sobraban eran maestros y médicos. Y digo yo pensaba porque es lo que se han esforzado en hacernos creer. Pero, bueno, si esto es así, porqué no se reduce el gasto en defensa, en vez de hacerlo en sanidad y en educación; pues no, los cerebros que rigen nuestro destino político, no se atreven a reducir el gasto militar, en este caso bien llamado gasto, ya que no es ninguna inversión. (inversión es educación, inversión es investigación, inversión es sanidad).
Quizás no se atreven a tocar el presupuesto, "el gasto militar", porque es lógico, ellos tienen las armas…y ya sabemos lo que pasa si las usan, incluso sin llegar a usarlas, solo con que las saquen a la calle ya es suficiente para acojonarnos, acojonarnos a todos salvo a ellos mismos, claro está.
Con lo que nos ha costado civilizar el ejército, conseguir que los militares sean sensibles a la sociedad civil y tomen consciencia de su función cara a la defensa de esta; ahora estos cuatreros de la política, estos estandartes neoliberales del pp, quieren hacer todo lo contrario, militarizar el mundo civil, restaurando a su vez toda una serie de valores caducos de otras épocas, honor, abnegación, etc.
Esto es para mear y no echar gota. Ahora os dejo, que tengo que ir a abrillantarme las botas para el lunes y a cortarme el pelo, vaya a ser que nos empiecen a arrestar a modo de prueba.

Juan Carlos Vázquez



Propone que los oficiales del Ejército puedan pasar a ser funcionarios civiles y trasladen a sus nuevos compañeros los "valores aprehendidos dentro de la institución militar
J. C. ESCUDIER Madrid 20/09/2013 11:23 Actualizado: 20/09/2013 12:29
Aseguraba esta semana Cristóbal Montoro que España no tardaría en asombrar de nuevo el mundo y puede que el Gobierno esté a punto de conseguirlo. A propuesta de Defensa, el Consejo de Ministros estudiará próximamente un proyecto para modificar la carrera militar que, en esencia, consiste en convertir a militares de carrera en funcionarios civiles y, ya de paso, ‘militarizar' la Administración del Estado.
Más allá de intentar recolocar a los altos mandos militares que sobran en el mastodóntico cuerpo de oficiales del Ejército, la memoria explicativa del proyecto da cuenta también de otro objetivo no menos ambicioso: "beneficiar al resto de las Administraciones públicas del potencial y la experiencia de este personal a través de los valores aprehendidos dentro de la institución militar, generando al mismo tiempo una cultura de defensa y cercanía entre el mundo civil y militar".
Los militares exportarán sus "valores" a los funcionarios civiles
Entre estos valores, obviamente, están el orden, la disciplina, el espíritu de sacrificio y el amor a España que, por lo visto, el Gobierno del PP debe de echar en falta entre los funcionarios civiles del Estado.
La modificación de la ley 39/2007 de la Carrera Militar regulará una nueva situación administrativa a la que se denominará "servicio en otras Administraciones Públicas ajenas a la Administración Militar".
Según Defensa, ello permitirá ampliar las expectativas profesionales de los oficiales y optimizar la gestión de los recursos humanos entre las administraciones públicas. En último extremo, como ya se ha mencionado, permitirá "exportar e intercambiar los conocimientos, experiencia y valores del personal militar al resto de la Administración Pública".
Defensa hace hincapié en que se trata de "dar un impulso a la política de recursos humanos basada en el mérito, la profesionalidad y la responsabilidad: flexible y sensible a las necesidades del servicio público". Los oficiales que se acojan a esta nueva situación administrativa mantendrá su condición de militares, si bien en suspenso”.

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