miércoles, 23 de enero de 2013

SUPONGAMOS QUE ESTAMOS EN UNA DEMOCRACIA


Imagen de "presunto" miembro del PP

Supongamos que estamos en una Democracia, y que es una Democracia Representativa, en la que el pueblo elige a sus decisores políticos, al tiempo que les impone límites a su poder mediante la legislación y gracias a la división de poderes. Esta limitación al poder evitaría los abusos que se producen por el mal ejercicio del mismo.
Pues bien, si esto es así, como debe ser y no puede ser de otra forma, por definición. ¿Qué coño significan esos comités de investigación?. Señores del gobierno, por no decir señorías, que no lo son. Si entre ustedes hay ladrones, estafadores, especuladores, o cualquier otra tipología delictiva; serán los jueces, un sistema judicial independiente de ustedes mismos los encargados de juzgar a los posibles delinquidores, por eso se llaman jueces. Si son absueltos, significará que son libres de los presuntos cargos de los que se les acusa y si no lo son, serán culpables y deberán pagar por ello.
Eso de las Comisiones de Investigación no es más que una herramienta al servicio de la ponzoña y el emponzoñamiento del asunto en cuestión. Las melonadas de los comités investigadores del Congreso además de costarnos un riñón, no valen para nada. Cómo van a juzgarse entre sí, como culpar a tu compañero de partido o de escaño, o de fila, o de Hotel, o de vacaciones, o de lo que sea; pero eso sí, todo pagado, por quien sea; pero pagado. Estas Asambleas de investigadores que no saben lo que investigan, ni como se hace, ni en qué consiste eso de investigar, son más inútiles que una burra coja; pero ahí están, hasta para averiguar dónde guarda la señora de la limpieza del Senado el carro de limpieza hay que montar una Comisión. Tal es así que en vez de diputados o senadores, tenemos comisionados e investigadores.
Igual piensan que son una especie de superpolicía que está por encima de la policía o unos superjueces sin título; pero con una inteligencia superior que los capacita para esta serie de misiones secretas de investigación de ellos mismos. Señores, el tener un escaño porque en España, las listas son cerradas y la mayoría de la gente no sabe a quien elegir no les capacita ni como jueces ni como inspectores policiales.
Señores, que no señorías, déjense de jugar a policías y a jueces, que con sus “jueguecitos” solo hacen que enturbiar los escabrosos asuntos en los cuales, ustedes y sus amigos se ven un día tras otro inmersos. Turbios y oscuros asuntos delictivos, presuntos delincuentes, realizados por, también presuntos hijos de puta, que roban el dinero de los pobres para incrementar sus ya abultados bolsillos. Personajes, presuntos ladrones, que carentes de vergüenza recorren los juzgados con una sonrisa en la boca que debería de cruzársele en la garganta, ahogando a más de uno en su propia desvergüenza.
Señores políticos, vuestra fama y descrédito os antecede, y esto es indudable. Vuestros presuntos delitos también, con el descaro de quedarse estos en presuntos, puesto que ustedes, desde sus posiciones de poder, los encubren.
Señores del PP, lo de luz y taquígrafos está bien en las películas, lo que aquí hace falta es una judicatura despolitizada y con un par de lo que solo tienen quienes lo tienen y no son ustedes. Un sistema judicial separado del legislativo y del ejecutivo, que mantenga a raya a todos los capullos que se han enriquecido robando los frutos del sudor del pueblo. Así, cuando los jueces dicten sentencia, y a buen seguro les declaren culpables, se dirijan ustedes a la cárcel y devuelvan todo lo robado más una parte, por agravios al pueblo. Y en ese momento, luz y taquígrafos y cámaras para que todo el mundo sepa que realmente estamos en una Democracia y que los delincuentes nunca más se reirán del pueblo. Mientras esto no pase, Cospedal, Rajoy; Aznar, etc., se pueden ir a la mierda que están en fiestas e invitar a una copa a los de la luz y los taquígrafos, que a buen seguro que escribirán lo que ustedes les dicten.

Juan Carlos Vázquez

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