Ser o no ser, he ahí mi voto |
Estas
son las votaciones más condicionadas por el miedo y por la presión mediática
que he visto en la Historia de mi vida, después de la cagada mentirosa y
tragicómica del PP en España, que dio la victoria al PSOE de Zapatero remendón.
Después, también del engaño democrático del norte de África y en general,
después de los miles de embustes de todos aquellos países que se hacen llamar
libres o en proceso de liberación.
En
Grecia ha podido la presión al ideal, lo que no hace al gobierno electo menos
legítimo; pero sí lo hace menos griego.
Y
es que estas han sido unas votaciones de los que gobiernan en Europa,
realizadas en el territorio griego y sirviéndose de manos griegas para
introducir los votos en la urnas. No son los ideales los que han vencido, sino
el miedo, miedo “al qué será de nuestro futuro fuera del Euro”, fuera de
Europa. Grecia, un país en manos de los que no son del país, unido a los que se
unió por un irrenunciable cordón umbilical, hecho de un dinero que no les
pertenece. Cuna de la civilización occidental, ahora en manos de la dama de
hierro de la política alemana, que ataviada con túnicas fuertes de poder y
sable en mano, impone su autoridad en todo su reino, en el 4º “Reich” Alemán.
No entiendo
por qué los alemanes tienen esa manía, ¡coño!, no hay forma de que se queden
quietos en sus fronteras, siempre tienen que andar jodiendo a unos o a otros.
Si no lo consiguen con los militares, con la diplomacia y la política, y si no
con la economía. Claro, y con esto último, hoy día se puede comprar todo lo
anterior, así que para qué perder el tiempo. Hay que atacar directamente con la
economía, con ella puedes hundir un país de un solo plumazo, sin hacer
socavones en el suelo a base de bombazos y consiguiendo el mismo nº de bajas, o
más que con bombardeos y cañonazos desde todos los lados.
Gracia,
Irlanda, Portugal, España, Italia, el Norte de África, el lejano Oriente, etc.,
países controlados por las potencias que rigen el mundo, por ese poder oculto
en manos de unos pocos, por los verdaderos dueños del capital.
Resulta
que mientras las potencias “aliadas” entran en conflictos abanderados por una
libertad y justicia, que no es de verdad, les están vendiendo armas de todo tipo
por la puerta trasera a estos que dicen que están defendiendo.
Claro
que la guerra es un negocio, creo que el mayor negocio y de eso sabe mucho
Israel, y USA y Francia y hasta España, por un lado y de otro lado los que
compran lo que estos venden y que a su vez, ponen el escenario para practicar
el patético juego de la guerra, que contra lo que siempre se nos ha hecho
creer, si que hay vencedores y vencidos. Los vencedores son los dueños de las
armas, los que trafican con ellas y los vencidos los que aún ganando la guerra,
pierden, y pagan.
Los
muertos son lo de menos, de un bando o de otro, lo importante es que el
comercio de armas de matarnos entre nosotros no pare.
Abdulá, ¿me concede el honor de este baile? |
Mientras
tanto los griegos celebran unas votaciones democráticas que no han sido suyas y
España observa, mientras el Rey, famoso por lo que no debiera, se entrevista
con un dictador en Oriente, y le da el pésame por la muerte de su sucesor en la
dictadura, recientemente fallecido. Le da la mano y llorará si viene a pelo,
porque es rico y su familia es rica y su país no dice que no porque no puede.
Es un Talibán, de los de mujer y burka, y de riqueza extrema de él y de pobreza
extrema de los otros, y de comprar y comprar armas, para matar a otros; pero no
como él; sino pobres, como no lo es él. Y el “pampli” de nuestro monarca con
él, riéndole las gracias, y Merkel, y François y Obama y hasta los griegos.
¡Qué
vergüenza! Lo que hay que hacer para que nos compren estos capullos más de
trescientos Panzer (tanques de matar, de matar personas, no gatos).
Mientras
tanto Grecia salta y grita y sonríe, porque gracias a los demás, no a los
griegos, puede seguir metida en la mierda en la que está metida.
Juan
Carlos Vázquez
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