lunes, 28 de julio de 2014

YO CONFIESO, HE ROBADO, PERO HA SIDO SIN QUERER, SOLO LA PUNTITA

A la izquierda Jordi Puyol, a la derecha el mismo con máscara
Yo Pujol, con “J”, confieso mi delito, pido perdón si he podido ofender a alguien y me pongo a disposición de la justicia con el único fin de esclarecer los hechos, que por cierto, los he dejado claros en mi confesión y de esta forma poder acabar con las especulaciones. Este es subnormal profundo o nos quiere hacer subnormales a nosotros.
Señor Pujol, con “J”, que así se escribe, “mecagoentoastusmuelas”, no se trata de especulaciones, ¡no, no, no!, se refiere a hechos confesados, confesados por usted y que por tanto son ciertos y no especulativos.
Usted ha defraudado a todos los españoles, claro que debe pedir perdón; pero dejemos una cosa clara, en estos asuntos “macarrónico mafiosos” de matar elefantes en Botswana o robar dinero al pueblo de una u otra forma, el perdón es simplemente un tema de usted con su conciencia y de las conciencias de los demás para con usted, una cuestión de descanso moral del delincuente y de paz para el espíritu del reo condenado.
Para estas cuestiones no basta con pedir perdón, no señor, para esto hay unas leyes, unas reglas explícitas y normalizadas, aprobadas por gobiernos como el que usted presidió y que han sido aplicadas a los ciudadanos conforme a criterios democráticos de igualdad y si han resultado culpables han pagado por sus culpas. Al decir ciudadanos me refiero a los pobres, a los trabajadores, a los que no tienen dinero que guardar ni aquí ni fuera.
Usted, padre ejemplar de siete maravillosos hijos, a los que les has dado una educación ejemplar, según se jactaba en alguna que otra entrevista a los medios de comunicación, hijos que no han conocido el paro; pero que como podemos ver y comprobar si que han conocido y puesto en práctica la corrupción y el fraude; claro que siempre siguiendo la doctrina de la socialización primaria en el seno familiar.
Además, como gerente de los dineros públicos, los de todos, incluidos los suyos, no está autorizado a excluir de dicha gerencia su patrimonio personal y si así lo hace incurrirá en un delito y si así es, tal como ha confesado, deberá ser juzgado según las normas vigentes y los criterios de igualdad antes mencionados para los ciudadanos y además del perdón, que no le perdono, deberá devolver lo defraudado y un buen pellizco más, para que no caiga en la tentación de volver a hacerlo. Esto lo acompañaría con unas sesiones de burla y escarnio público, (que aunque no está recogido en ningún código legal, para personajes como usted debería estarlo), no sé, se me ocurre untarlo de grasa y soltarlo por las ramblas en pelota picada y que los niños le tiren las cacas de sus perros, algo que no le duela pero que le mantenga un profundo y permanente olor a grasa y a mierda. Este olor a grasa y sudor le hará saber a qué huele el obrero, que suda a diario su camiseta para mantener a parásitos sociales de Channel nº 5 y corbata como usted y al que no le vale el perdón público ni el arrepentimiento para dejar de pagar la hipoteca, los impuestos o una simple multa de tráfico. Cantidad a todas luces insignificante comparada con la defraudada por usted; pero no se preocupe que usted no perderá su casa, y quizás tampoco lo defraudado, ya que las leyes por mucho que nos quieran vender cuentos de flautistas de ratas, no son para todos iguales, es más, me atrevo a decir que las leyes son solo para los pobres, para poder contenernos y no tener opción a arrebataros vuestros privilegios; pero como usted sabe, los pobres tenemos un dicho y a los dichos populares hay que hacerles caso, así que aproveche, aproveche, que todo cerdo tiene su San Martín.


Juan Carlos Vázquez

2 comentarios:

  1. Ha confesado lo de Andorra porque un exempleado del Banco de Andorra estaba divulgando sus cuentas. Falta lo de otros paraísos fiscales...Lo de la herencia, un camelo...

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  2. Ha engañado, sobre todo, a los catalanes. Muchos lo tenían mitificado..ñ

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