miércoles, 30 de octubre de 2013

HAY VECES EN QUE LA TIERRA, COMO MADRE NUESTRA QUE ES, NO QUIERE DEJAR ESCAPAR A SUS HIJOS,...Y SE LOS QUEDA DENTRO.



Mineros sucios y pobres, vaciando las tripas de la tierra para que el patrón amontone el beneficio del trabajo de los otros. Jugándose la vida y la salud para el enriquecimiento de los de siempre, de los de traje limpio y corbata planchada por manos de criada. Bajando a las oscuras tripas de la tierra, para sacar el mineral y ponerlo a los pies del de los zapatos limpios.
En su mesa no faltará un mendrugo pan y un trozo de tocino; pero no busques más, lo que aquí falta en la mesa del de los cubiertos de plata lo encontrarás.
Esto era así sin duda en tiempos de mi abuelo, que fue minero, minero de los que bajaban a la mina, no de los que se quedaban arriba, trabajando en otras tareas aéreas. Fue minero en un pueblo de Teruel que hoy pertenece a la Comarca de las Cuencas Mineras, (en Aragón tenemos Comarcas, ya que en algún sitio hay que pagar los favores del clientelismo político). Vivió la guerra, de la cual salió orgulloso; pues logró traspasarla sin matar a nadie. Pescaba y cazaba lo que podía, buscaba setas, plantaba un pequeño huerto, tenía en casa gallinas y conejos y uno o dos cerdos. Era grande y fuerte, como todos pensamos que son los de la mina, y en sus ojos siempre una sonrisa cómplice. Llegó a ser encargado o capataz de una mina y sus compañeros siempre han hablado muy bien de él: era un buen jefe, si te mandaba hacer algo, él era el primero que se manchaba las manos. Como se suele decir vulgarmente, predicaba con el ejemplo. No solo era trabajador incansable, también le gustaba la juerga y creo que algo de esto me ha dejado en herencia, me refiero a lo segundo. Si viviese hoy, me lo imagino encabezando una de esas manifestaciones, sin miedo a lo que se le ponga por delante; aunque visto de otra forma, no fue nunca partidario de las revoluciones, era un hombre de paz; pero en fin, uno puede imaginar lo que le dé la gana. Además la idealización que yo hago de mi abuelo, además de intentar adecuarla a mis deseos, es totalmente libre y fantástica
Hoy no es así la mina, pero no es así porque ellos lo  han hecho posible, con su lucha diaria dentro de la mina y otra más dura y costosa fuera de ella. Con uñas y con dientes, con sus picos, con palos, con lo que fuera se enfrentaban a quien hiciera falta, poco tenían que perder más que la vida. Una vida que se jugaban a diario en su trabajo. Hoy la mina no es lo que era; pero quien envidie al minero que no lo dude y que se calce sus botas.
Los fallecidos recientemente en el pozo Emilio del Valle en León, salieron de la galería con su vida ya robada, como si la tierra no quisiese dejarlos marchar y de esta forma se queda con ellos. Sus cuerpos inertes volverán para siempre a la tierra, que esta vez no les ha dado oportunidad de continuar fuera de ella.

 


Lágrimas opacas por el negro polvo, dolor y recuerdo. 
Ahora, solo silencio. D.E.P.

Juan Carlos Vázquez

domingo, 27 de octubre de 2013

EL MESIAS OYÓ UNA VOZ QUE DECÍA...- "ESA ESPAÑA DESMORALIZADA DE LA QUE SE NOS HABLA NO ES LA ESPAÑA VERDADERA"-,DIFUNDID MI MENSAJE.....


Central Térmica de Aliaga, Teruel. Lo que fue

Nuestro querido principito, en su misión católicomonárquica de perpetuación del régimen, no lo está haciendo del todo mal, más aún contando con el apoyo de los hieráticos poderes conservadores de siempre y de los medios de comunicación que estos poseen. Y es que a mí, lo de la Monarquía, como que no, que ahora está; pues que le vamos a hacer. Pero que desde determinados medios por no decir de la gran mayoría de estos se de por sentado la continuidad de esta institución, lo veo como un poco atrevido. No por nada, simplemente porque forma parte de un futuro que aunque quizás no esté muy lejano, no deja de ser un tiempo por venir. Es más, tal como está el tema social actualmente y la devaluación que padecen las instituciones democráticas en general y la corona en particular, resulta temerario partir de una visión española del mañana desde las bases institucionales y de poder actuales.

El príncipe es alto y seguramente tiene una formación educativa como ninguno de nuestros hijos podrán tener, y es hijo del rey actual y de la reina actual; pero ya está. A parte de esto nada más lo distingue de mí, o de cualquiera. No es que lo envidie, que su vida para él, su mujer para él y todas las tonterías del protocolo, para él, es lo que tiene, por eso cobra, y que yo sepa cobra bien.

Además, ya que en su tiempo no pudimos elegir entre el sistema de gobierno que queríamos; pues nos dijeron que si la transición, que si la madurez política tras la dictadura del enano, que si mil gaitas…con el único fin de hacer lo que quisieron hacer y a callar, como siempre en esta España mía. Ahora ya no hay excusa para que libremente sea el pueblo, el gobernado, en el que reside la soberanía, quien decida si quiere seguir manteniendo a un Monarca o a un Presidente de República. La decisión versaría sobre eso, que al final es de lo que se trata en esta política de mierda, en mantener a unos o mantener a otros.

Bueno, como el futuro ya vendrá y todos deseamos verlo, ya veremos, o como dijo un gran sabio de Cobatillas (Teruel), “andaremos y veremos y cuanto más vivamos más veremos”. Vamos a centrarnos en el presente, en el gran papelón de nuestro príncipe, gran actor estelar de la comedia nacional, encarnando el papel de sí mismo en el de futurable rey de “las Españas”, (digo esto por deferencia a las ciudades de Marruecos y a las canarias, que también son de aquí, aunque estén allí). En Asturias, su principado, se paseó con su séquito y sus numerosísimos guardaespaldas por un pueblo de unos dos mil habitantes que lo aclamaban a su paso. Esto no tiene nada de particular en un país que siempre ha aclamado a sus monarcas, sean quien sean y aunque los jodan luego a palos; pero siempre es así. Por lo que estos vítores no tienen la menor importancia, somos así. (Recordemos como el pueblo animaba, aplaudía y aclamaba  hace poco tiempo a otro rey, pero este del fútbol, Mesi, a la salida de los juzgados tras demostrar que había defraudado a las arcas públicas lo que no ganaremos entre muchos de nosotros en varias vidas que viviésemos).

Su papel de Oscar y el de Leticia nada, hay pasiegos que actuaron mejor en su papel de extra. El colofón de su actuación fue su discurso, frente a los pobladores del galardonado pueblo asturiano de Teverga, en el que imaginándose que lo que decía era verdad, se atrevió a decir, palabras textuales: -“esa España desmoralizada de la que se nos habla no es la España verdadera”-. Esto lo dijo, y se quedó tan ancho, ante un auditorio de menos de dos mil habitantes que tiene el pueblo, ya que supongo que algún republicano habrá, solo que los huecos de los que no asistieron del pueblo, a buen seguro que fueron cubiertos por la extensa y hambrienta comitiva real. Por lo que vamos a redondear el auditorio en dos mil personas.
Central Termica de Aliaga Hoy. En ruinas
¡Ojalá!, Felipe, ¡Ojalá!, pero me temo que no es una falacia y que gran parte del reino de tu padre, que todavía no es tuyo, y por mi parte tampoco de él, pasa hambre y otros pueblos que sufriron la desindustrialización, no han levantado cabeza. Muchos murieron y otros subsisten a duras penas con algo más de doscientos habitantes, que contemplan los cimientos derruidos de esa gran industria que en su día los dejó huérfanos. Si quieres ejemplos pásate por Teruel y yo te enseñaré ejemplos de lo que hablo. Y si hacen falta más datos, objetivos, te cuento Felipe, que:

En España, cerca del 4% de nuestros ayuntamientos atraviesan serias dificultades financieras por un exceso de deuda, aunque no se hayan declarado oficialmente en bancarrota el estado de sus cuentas es financieramente insostenible.

Los últimos datos del ministerio de Hacienda, conocidos en el mes de junio, desvelan el estado de las cuentas de los consistorios españoles 518 municipios con problemas de tesorería o deudas con acreedores públicos.

De ellos, únicamente 64 tienen una población superior a los 20.000 habitantes. Por comunidades, el mayor número se encuentra en Andalucía (112), Castilla La Mancha (94) y la Comunidad Valenciana (61).
Y es que los municipios siguen estando muy endeudados, aunque en el último año sea la que menos creció. Las entidades locales tienen una deuda de 42.700 millones de euros. De esa suma, 15.000 millones se concentran  en 20 grandes municipios.
Cada una de estas ciudades pactará un plan individualizado con Hacienda de cara a recuperar la estabilidad presupuestaria cumpliendo con un plan de ajuste.

Ahora vete a cualquiera de estos sitios y repite tu discursito allí, y convéncelos de que su situación no es la verdadera, veremos a ver si también te salen a recibir los niños vestidos con los trajes típicos de la zona. Más bien creo que los que te recibirán serán sus padres y seguramente te enseñarán la salida del pueblo, ya que podemos ser pobres y cabezones y rudos; Pero lo que no somos es tontos.
Saludos a su padre señor príncipe y que se recupere pronto, que no me gusta ver a las personas mayores sufrir, aunque sean reyes.
Juan Carlos Vázquez


viernes, 25 de octubre de 2013

EL HOMBRE ES EL ANIMAL QUE TROPIEZA DOS VECES CON LA MISMA PIEDRA; PERO CON LA CABEZA

¡Vivan las “caenas”!, gritaba el pueblo llano al regreso de Fernando VII, al tiempo en que gentes sin nombre, salidos de un pueblo sumido en la miseria y el analfabetismo, desenganchaban los caballos de tiro de su carroza y ocupaban el puesto de las bestias para conducir a su rey a Palacio. Este, llamado “el deseado”, se encargará de devolver el favor a base de latigazos y de la imposición de un férreo absolutismo. Todo ello con el apoyo y beneplácito de la iglesia, por supuesto, y del ejército, por supuesto también.
Las ideas de modernidad, las igualdades y derechos, la fe en el progreso y la razón, que triunfaban de los pirineos para arriba y que quisieron implantar en España tanto José I, como los liberales de Cádiz, (aunque cada uno por su lado), se fueron a la mierda de un plumazo. Y es que no tenemos más que lo que merecemos.
Los renovadores, los que tenían la cabeza bien amueblada y no eran ni religiosos, ni militares de oficio, vieron en el hermano de Napoleón un mal menor, y en sus ideas una posibilidad de sacar a España del anquilosado y caduco orden del Antiguo Régimen; pero claro, como era francés, ¡a la mierda!. De la misma forma, nuestro actual monarca es nacido en Italia y educado en el franquismo bajo la tutela del propio dictador y aquí lo tenemos.
No solo expulsaron al francés, sino también a los llamados afrancesados, que compartían sus ideas y a los liberales, que desde otro púlpito pregonaban ideas similares a las del francés. Digo expulsaron cuando debería decir persiguieron y asesinaron. Los que lograron escapar se llevaron con ellos todo un capital intelectual imposible de medir.
Aquí se quedaron los analfabetos, de un lado, del lado de la miseria y los cuatro listos del otro, del lado rey, de los que mandan, Fernando, su camarilla, la iglesia y el ejército.
Este es a grandes rasgos el mapa social de España en esa época.
Tras años de gobiernos y desgobiernos, de pobreza, de miseria, de ilusión, de pérdida de la ilusión, conseguimos lo que parece que siempre hemos buscado, es decir, nada. Pasamos de ser la primera potencia mundial a ser lo que somos hoy, una mierda pinchada en un palo, por mucho que se empeñen los absolutistas de hoy en presentarnos lo contrario.
Bueno, seguimos sin ser nada hasta que salió otro salvador, Francisco, y más de lo mismo, guerra, miseria y hambre. Y otra vez iglesia (que esta vez se pasó confiriendo origen divino al poder del enano), ejército y dictador, el mismo esquema que con Fernando. Por supuesto este "capullo", ya que por su estatura es como si no hubiese acabado de florecer, también tuvo sus apoyos en el pueblo, que si bien, algo menos analfabeto, seguía marcando unos índices elevadísimos. 
Entre la gente llana el clientelismo, favorecido por el caciquismo, reforzó el poder de este elemento de pequeña estatura y muy malas ideas. Pero, si hubiese tenido carroza, no le habría faltado gente para tirar de ella en vez de los caballos; pero esto sigue siendo España, la misma de siglo y medio atrás. Por supuesto la persecución de los contrarios al régimen fue una constante, (designada por la Iglesia como cruzada, ¡te cagas!), lo cual contribuyó, otra vez a la fuga de talentos.
Pues bien, dicen que muerto el bicho muerta la rabia. De eso nada, en la actualidad, pleno siglo XXI, la era de la tecnología, de la información, del postmodernismo, seguimos emulando los tiempos pretéritos, que parece que nos persiguen, y estamos en las mismas, con un gobierno absolutista de mayoría absoluta, apoyado por la iglesia y las fuerzas de represión del Estado, que se pasa por el forro al pueblo, con un príncipe al que nadie quiere casado con una Nanci, (más nuestro que la Barbie) un rey impuesto, quebrado y gastado. Recortando derechos y libertades a su libre albedrío, proteccionismo exacerbado de la empresa privada a costa de cargarse los servicios públicos básicos, la sanidad y la educación, y que sigue produciendo una incesante fuga de talento fuera de nuestras fronteras. Y con todo esto hay gente dispuesta a tirar de su carroza. Es que no hemos aprendido nada. Quizás es que España es así, no sabemos lo que queremos si ser ciudadanos libres o súbditos aborregados, visto lo visto no hay más.

Juan Carlos Vázquez


lunes, 21 de octubre de 2013

HA SIDO DIVISADA EN PENSILVANIA LA PRIMERA RANA CON PELO. ASÍ QUE OJO AL DATO



Todos tienen derecho a un trabajo digno
Al pasar la vista por un titular de prensa, las letras gordas, para que nos entendamos, la impresión ocular ha engañado a mi entendimiento; pues me ha parecido que leía lo siguiente: “varias mujeres han sido detenidas por ejercer la constitución en la calle”. En un primer momento no he caído en la cuenta de lo que mi cerebro había transcrito y continué pasando las hojas del diario. Pero instantánemente una alarma se ha encendido en mi sentido de la lógica y me ha hecho volver a leer más detenidamente el texto, buscando el causante de mi desconcierto. Parece que decanso cuando al volver a detenerme frente al párrafo en cuestión, fijo la mirada en la palabra prostitución. ¡Joder, había leído constitución!.
Este error, esta especie de lapsus, me ha hecho pensar en la posibilidad de que lo que había leído por error fuese cierto, o más bien, en la posibilidad de que realmente sea así. 
La constitución resalta una serie de derechos, entre los cuales está el de un trabajo digno; también el de una vivienda digna, de la salud, de la educación, y  un montón de derechos más que hoy día suenan como términos abstractos no pertenecientes a la realidad. Es como si lo que dictase la constitución perteneciese a un plano teórico, sin implicación alguna con la práctica cotidiana de la vida de los hombres.
Es curioso que las leyes que nosotros mismos hemos creado para protegernos y normalizar nuestra existencia son las que nos condenan, o más bien las que penalizan a los más desprotegidos, crenando para nosotros mismos lo que alguien denominó "la jaula de acero". 
Por un lado estamos declarando a bocajarro una multitud de derechos, que nos pertenecen a todos por igual; pero curiosamente, estamos criminalizando a aquellos que no pueden ejercerlos. Las mujeres que se ven obligadaas a vender su cuerpo no lo hacen por el mero placer sexual, con hombres jóvenes y musculosos, bien parecido y limpios, al menos en su gran mayoría. Se venden a cualquiera que pague su precio. Quizás haya putas que ejerzan su profesión por mero lucro personal, eligiendo a sus clientes de carteras repletas; pero no son estas las que la ley persigue, ni las más representativas. Se ceba en las putas baratas, en las que pueblan las calles de ciudades y de polígonos industriales con el culo y las tetas al aire, haga frío o calor, esperando un conductor o transeunte que necesite aliviar su atasco sexual o sus reprimidas fantasías sexuales. Estas putas, las baratas, son las perseguidas y las que soportarán el peso de una ley que, por un lado grita a los vientos sus derechos y por otro las persigue por no poder alcanzarlos de otra forma diferente a la que lo hacen, me refiero, como no puede ser otro al derecho al trabajo.
Actualmente tambien destacamos otro derecho de los que tenemos; pero que no gastamos, el de la vivienda digna. Nuestras calles se pueblan, cada vez más de unos seres harapientos que duermen en cajeros o en cualquier otro rincón que les ofrezca un mínimo cobijo del frío y del aire, que son molestos a los ojos de los demás. Mendigos que agachan la cabeza frente a un cartel que pone que es español y que no tiene para comer, como si el hecho de ser español estableciese una especie de jerarquía entre los más miserables y le otrorgase preferencia en la limosna. Una vivienda digna, ¡una mierda!. No tienen ni donde morirse y como no tienen nada e incluso huelen mal, se mean en la calle, afean nuestras calles, nuestros principales paseos, las entradas a los grandes centros comerciales, las puertas de nuestros principales templos religiosos misericordiosos. Son un estorbo para el turismo y un incordio para los ciudadanos de bien, por lo que ya hay gobiernos que se plantean la penalización de esta práctica. Prohibido mendigar bajo multa de hasta 700 euros, ¡te cagas!, con perdón.
Inmigrantes corriendo con sus sacos de baratijas de un lado para otro escondiéndose de los municipales, sanitarios de blancas batas manifestándose a diario en las redes sociales y ocasionalmente en las calles de nuestras ciudades reclamando otro de los derechos inalienables, el derecho a la salud. Maestros reclamando una escuela pública de calidad,…
Esta es nuestra situación actual, un  mundo en el que tenemos que luchar por unos derechos que nos corresponden por lo que son, derechos. Un mundo en el que se está criminalizando la no posesión de esos derechos, un mundo en el que para que prime la ley y el orden lo único que se precisa es más policía, más ejército.
Por todo esto, aunque esta vez me haya confundido al leer la noticia, no es extraño que llegue, sin mucho tardar, el día que al releer el texto, pensando que me he equivocado, lea el siguiente titular: "las ranas de Pensilvania están criando pelo", y debajo, también en portada pero con letras de un caracter más pequeño:“varias mujeres han sido detenidas por ejercer la constitución en la calle”.

Juan Carlos Vázquez

jueves, 17 de octubre de 2013

EL ABSOLUTISMO DEMOCRÁTICO DEL SIGLO XXI.



Rajoy en uno de sus sueños de gloria

la invasión francesa de principios del siglo XIX, unió a los habitantes de la metrópoli, de lo que hasta entonces fue el gran imperio español, con el fín de librarnos de estos seres intrusos e ilustrados, que solo unos años antes se abanderaron revolucionarios, bajo las premisas de la igualdad, la libertad y la fraternidad. Esos personajes que se sublevaron con uñas y dientes contra el poder en manos de una monarquía y una nobleza que tenía al pueblo francés sumido en la miseria, solo unos años después de su revolución, intentaron dominar a sus vecinos del sur, lo cual resulta a todas luces incongruente; pero así fue y así nos lo han contado. Los invadidos por ellos, nuestros antepasados, se unieron en la lucha contra el ejército ocupante, en torno a unos ideales, entre los que destacaban: su apoyo al rey, a la fe católica y el amor a la Patria; además, por supuesto del odio a los franceses.
Pues bien, tras vencer a los franceses, consiguieron lo que querían, volvió el rey, la Iglesia y la Patria; pero tras tantas muertes y sacrificios, fueron premiados con un rey que no querían y que instauró el absolutismo, una Iglesia que solo pensaba en lo que hasta entonces solo había pensado, es decir, en incrementar sus riquezas. Y volvió la Patria, una España unida por la opresión de un absurdo monarca ambicioso y estúpido. Total, tanta sangre para qué, para que después de todo, lo único que consigues es que te dejen el culo como un bebedero de patos.
Esta es una pequeña parte de nuestra Historia que debemos recordar y de la que debemos aprender, ya que los protagonistas de la victoria no fueron ni el ejército ni las tropas del Monarca y los Señores feudales, fueron las guerrillas. Por decirlo de una forma simple, logramos expulsar al organizado y firme ejército francés a pedrada limpia, tal como nos recuerda Goya en varios de sus grabados de la serie “los Desastres de la Guerra”.
En los tiempos que corren hoy en día, seguimos igual que en el que corría por aquel entonces, antes descrito, en el sentido de que somos igual de idiotas; pero con una diferencia, tenemos en nuestras venas horchata, en lugar de sangre. Y nuestra pose habitual es en pompa, con el culo al aire, para que el poder de turno haga cosas feas con nuestro orificio de salida de excrementos, digo de salida, ya que este boquete, a no ser por voluntad propia tiene solo dirección de salida.
La crisis actual, fruto del capitalismo aberrante, ha llevado a nuestro pueblo a una situación miserable, por mucho que intenten vendernos otra moto. Hecho que podemos refrendar con las cifras de paro, las pérdidas de garantías sociales, el retroceso en materia de salud y educación, la impunidad de los delitos fiscales realizados por los gerentes políticos,…y en definitiva el empeoramiento de la calidad de vida.
Situación digna de una auténtica revuelta social, como las producidas a fines del siglo XIX y principios del pasado lustro, en las que el pueblo, digo pueblo refiriéndome a las clases menos pudientes, con el refuerzo y apoyo de los nuevos movimientos políticos y sindicales, se sublevaban contra los estamentos de poder en pro de las mejoras salariales y de sus condiciones de vida.
Hoy vivimos una alternancia política bipartidista cual moderados y liberales, si bien menos sangrienta, no por ello menos perjudicial para el pueblo. Más aún cuando uno de los dos partidos mayoritarios alcanza el poder con mayoría absoluta y concentra en torno a él los tres poderes, en una especie de cuasi absolutismo constitucional monárquico con la venia de un pueblo resignado a su suerte. Esta forma de gobierno en mayoría dirige la política con criterios irrevocables por una oposición ninguneada que no tiene nada que hacer.
Vivimos la política del ya denostado “aquí mando yo, por la gracia de Dios”, en la que las antiguas instituciones oligárquicas han recuperado pleno poder y dirigen el curso de la sociedad a su antojo. La Iglesia recupera su importante papel de épocas pretéritas y las altas esferas sociales incrementan sus beneficios a partir de un empobrecimiento cada vez más acelerado del pueblo oprimido y sin fuerzas ya ni para la protesta en la calle.
La política basada en el miedo al futuro para llegar al poder, sobre la base de la única elección posible entre el caos y la austeridad, solo puede conducirnos a la pérdida de todo lo conseguido con años de esfuerzo, sudor y sangre, que no es otra cosa que el adiós al llamado “Estado del Bienestar”. Según dice Castell en uno de sus artículos para el diario digital “público.es”, se argumenta que en tiempos de crisis no da para estos lujos, llamando lujos a tener un trabajo digno que te permita comer todos días y algún pequeño capricho de vez en cuando. Pero la salida de esta situación, tal como asegura el sociólogo Vicenç Navarro en su libro “Hay Alternativas”, no pasa por lo que dictan los mercados, sino por no perder el Estado del Bienestar, ya que este es la base de la productividad y de la competitividad, gracias a la investigación, la educación, la salud pública y las garantías sociales. Ya que estas consolidan e incrementan el capital humano, el cual en un círculo vicioso genera productividad y competitividad.
El todopoderoso Rajoy, en su trono absolutista, o no se entera o no quiere enterarse. Si no se entera pase; pero si no quiere enterarse es que es tonto.

Juan Carlos Vázquez.