Me he tomado la licencia, previo permiso del autor, de
hacer uso de este escrito para llenar una de las humildes páginas de mi modesto
blog, el cual, sin duda, y gracias a esta desinteresada aportación se verá enriquecido.
La modestia de mi amigo me impide, colocar su firma al
final de este texto. Solo deciros que es una persona que conocí hace 25 años y
con la cual, pese a no habernos visto desde entonces guardo una sincera
amistad.
Al comentar este texto y decirle lo que del mismo
pensaba, creí hacer el más absoluto e impresionante ridículo, puesto que con
certeza pensaba que la base de sus críticas iban dirigidas a la actitud de los
poderos frente a los pobres y hoy día a su pesar, Europeos, los Helenos.
El germen de una civilización Occidental, principio de
Historia antigua y buen ejemplo para la contemporánea (sobre todo en ciertos
aspectos de su filosofía y de su práctica política), ejemplo también de
Democracia, si no la única que de verdad podemos llamar como tal, es hoy día
vapuleado por sus herederos y deudores culturales.
La sorpresa y la vergüenza fue cuando mi amigo me comentó
que el foco del escrito lo compone la clase médica, con su prepotencia y
arrogancia, y sobre todo con su alarde de poder y superioridad manifiesta. No
deja de ser una crítica del poder y pese a que se empeñe en que en origen, este
ametrallamiento verbal fuese dirigido a
la clase médica, o mejor, siguiendo a Weber, a la situación de status médica,
no podremos evitar dirigir nuestro pensamiento al pueblo griego.
Cuando lean el
mismo verán como sus mentes se orientan sin remedio a ese pueblo del Egeo que
tanto sufre el acoso fratricida de sus propios herederos, los superpoderosos
países de la Europa próspera y orgullosa, que no son otros que los
imperialismos Británico y sobre todo Alemán. Germanos olvidados, no solo de la
Historia con mayúsculas, sino de la suya propia, de sus propias y aberrantes debacles.
Sin más os dejo con este fantástico texto:
Sombrío horizonte el de los sin rostro
traicionados por
los hodiernos vástagos del Egeo,
triste patrimonio para el saber de la vida.
Insensible mecánica de huesos y carne,
agrio elixir de
sangre y lágrimas.
Cifras que no suman deambulan temerosas por desiertos
impolutos y relucientes,
trascendiendo vanos fronterizos entre la risa y el llanto,
la vida y la muerte condenas eternas e indultos efímeros.
Henchidos por la bilis de una grey endogámica y codiciosa,
falsos
próceres sepultan el valor de un legado milenario,
regentando destinos ajenos
, abstrayendo su legitimidad,
ignorando sus temores , indolentes ante las insolubles
incógnitas que marchitan su devenir.
Monarcas bastardos en sus fatuos tronos ,
observan
impasibles la procesión de sombras groseras que importunan el espejismo de su nirvana
,
condenándoles al limbo de su indiferencia.
A los mercaderes del Templo.
Amigo Bigotes, he visitado tu blog y he visto que publicaste lo que te envié, la verdad es que al verlo he sentido un "prurito" de vergüenza, si llegas a poner el nombre ni te cuento. De todas formas me he sentido orgulloso y honrado por tenerlo en tan buena consideración, gracias de corazón.
ResponderEliminarComentas que te sentiste incómodo por no haber interpretado correctamente la temática que trataba y lo cierto es que el texto se presta al subjetivismo. Te sentiste ridículo dices, nunca podrás hacer nada que sea ridículo, recuerda que te he visto pasar retreta beodo y en botas camperas y una divertida noche en Cuenca, igualmente beodo (quiero decir inspirado) fui testigo de tus postmodernas alabanzas a un tipo con más mierda que la bombilla de una cuadra, sobre unos cuadros que pintaba metiendo un matamoscas en un bote de pintura o aquella misma noche conduciendo creo que un Tálbot Samba de tu tia y a la vez vomitando con la puerta abierta, imposible amigo, ridículo jamás.
Ahora en serio, como tu comentas con acierto, la referencia indudable es el Egeo y la traición a unos digamos valores que son los cimientos de nuestro mejorable mundo, entre esos valores está la democracia y su forma de articularse que es la política, más o menos, tu sabrás corregirme pero creo que se entiende. Aristóteles decía que la Ética es el bien de uno o al menos "el buen hacer" y la política "el bien de muchos" , estos señores que yo denomino "Chamanes" cuyo mayor característica debería ser su vocación de servicio a muchos (al igual que los llamados políticos) debe de ir inextricablemente de la mano de una Ética no sólo profesional sino moral, en cuanto forma de respeto al individuo que no ha tenido o sabido aprovechar las oportunidades que ellos han tenido y a mi modo de ver también supone una mala práxis, porque si dejas de respetar eso te conviertes en un puto mercader, un mercenario y eso es lo que yo pienso que son la mayoría de galenos, FUNCIONARIOS O BURÓCRATAS DE LA SALUD, un oficio más.
Por que Bigotes cuantas veces has oído a uno de estos chamanes con titulo universitario admitir que se han equivocado y aceptar su responsabilidad, a pesar de los seguros millonarios de R.Civil que contratan para "subsanar" posibles lesiones y sin embargo se cierran en banda, el sistema al completo trabaja para ellos, un CORPORATIVISMO DESPIADADO y no hablamos sólo de lesiones también hay muertes, pero como solía decir mi padre "firman el parte, al hoyo y no pasa nada". Ellos hacen política sanitaria fiel reflejo de la nacional, les importa un huevo.