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| Mascota real |
¡Viva el rey!, dice el rey, y la reina dice ¡viva!, pues
bueno, ya tenemos rey, reina y monarquía de dos personas, el rey y la reina.
Pero hace falta algo más, sí, ¿quizás un pueblo?; claro que sí, una monarquía
sin pueblo es como un jardín sin flores, como una piscina sin agua, como un
monasterio de mariposas de vida promiscua, como una democracia neoliberal, como una
justicia igual para todos, como la inteligencia militar,…Es decir, es realmente
incomprensible.
Bueno, si eso es todo, sea, -dijo el rey-.
¿Sea qué?, -dijo la reina-.
Sea el pueblo, -dijo
el rey-.
¡Ja!, ¿pero tú quién te crees que eres?, -dijo la reina-.
Yo, su majestad el rey, ¿te vale reina?, -contestó el rey-.
¿Dónde has “estudiao”, “pa” eso?, -dijo la reina-,
olvidándose del protocolo lingüístico que la situación obligaba, ante la
sumarísima presencia de su marido y majestad el rey, y algo cansada de seguirle
el juego al atontado de su marido.
Yo no tengo que estudiar nada, soy el rey. –dijo el rey-,
con voz grave irguiendo el cuello un palmo por encima de lo normal y girando la
figura levemente, a modo de posado. Hizo el ademán de alzarse la capa por
encima de su hombro izquierdo, con el fin de terminar el dibujo de su real
figura; pero se dio cuenta de que iba en pijama y no llevaba la capa puesta.
La reina se situó frente a él, de puntillas, a fin de
igualarse en altura con su real esposo, con los brazos en jarra. Una vez
situada en su posición de igualdad, la reina le dijo: ¡sabes lo que te digo,
rey!, ¡sabes lo que te digo!, que eres tonto; pero tonto del culo.
Mujer, no te pongas así, que no es para tanto, si no te
gusta lo de rey jugamos a otra cosa, -dijo el rey-.
¿A qué quieres que juguemos?, por tí siempre estaríamos
jugando, ¡como si no hubiera nada que hacer!, - dijo la reina-.
Es que me aburro, -dijo el rey, subiendo el labio
inferior a modo de cortina, hasta cubrir con él el superior y con la cabeza
agachada como los campesinos del Ángelus de Millet.
Si te aburres abdica y calla, que tengo mucha “faena” y
no puedo hacer nada si atiendo todas tus tontadas.
Juan Carlos Vázquez
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