¡CARIÑO, LA TAZA DEL WATER PIERDE AGUA!

Abuelo inexpresivo, dirigiéndose a Rajoy

Mientras que nuestro país exporta el talento, es decir, personas que se han formado en nuestras universidades, con nuestro dinero, y su esfuerzo, para vender su fuerza de trabajo fuera de nuestra frontera y dar al país que los acoge los frutos de la simiente aquí plantada y regada. Los idiotas de nosotros nos dedicamos a importar a jovencitos que le dan patadas a un balón. Además, se pagan por ellos fortunas que no se tienen, o mejor dicho, que se adeudan al fisco de nuestro país;… pero ya se pagará.

Mientras los primeros han dedicado los mejores años de su juventud, de su vida, al estudio y a la ciencia, los otros le han pegado patadas al balón, de mil formas y con los más inverosímiles movimientos, acto por el cual duplicarán y triplicarán y cuadruplicarán y más, las ganancias de los primeros; ya que total, los primeros, a lo más que pueden aspirar es a conseguir el remedio para sanar una u otra enfermedad, o unos motores más eficientes y que consuman y contaminen menos, o simplemente pensar sobre el hombre y el porqué de su estancia en el mundo. Esto no tiene la menor importancia frente a las piruetas imposibles de los que con una elegancia y maestría sin igual, empujan, con la puntita de su bota, una pelota hasta el fondo de una red. Eso sí, custodiada marcialmente por un fiel cancerbero, que también se lleva lo suyo por evitar que la pelotita entre en el agujero.

Si colocamos en una balanza lo que exportamos en talento y el dinero que ha costado formarlo y en la otra escudilla los tatuados y repeinados niñitos del fútbol, la balanza dará un valor totalmente negativo para nuestras arcas; pero es lo que hay, fútbol y toros, y que dure, que si no nos dará por pensar, y como pensemos se puede liar y una vez se lía, quien lo desliará, el desenliador que lo desenlíe, buen desenliador será.

Pues bien, a los que no nos gusta eso del “peloto”, en este año del señor y de las olimpiadas, tenemos tiempo para pensar y si piensas y dices lo que piensas acabas jodiendo a alguien, así que a joder tocan.

Parece ser que hasta los militares tienen algo de ocio para reflexionar, con la de trabajo que tienen hoy día, con tanta guerrita que se monta en este mundo; aunque yo no sé si me crea eso de las guerras, creo que deben ser montajes de cine. Por ejemplo en Siria, país que llevan tiempo dándose de tortas y matándose entre civiles y militares, no había guerra; sino un simple conflicto, conflicto que, hasta hoy no ha sido reconocido por el cabroncete de Putin. Entonces si hoy hay conflicto y hasta ahora no lo ha habido, los muertos desde que empezó lo que fuera hasta hoy, no cuentan. Vaya muertes más inútiles.

Eso sí que es morir a lo tonto.

Como iba diciendo, lo militares también piensan, por lo que quizás eso de la inteligencia militar no sea un eufemismo, y es más, se atreven a decir lo que piensan, y esto último es lo importante, así, como describe detalladamente mi amigo Sogas en su blog, mundialmente conocido, “El ojo atípico”, un general de división (que debe ser muy gordo) y un coronel, (que también debe ser bastante gordo), se han atrevido a expresar sus ideas respecto al déficit que según dice el gobierno, tiene el ministerio de defensa. Según estos, y en resumen, este déficit no atiende a gastos pertinentes a nuestro ejército, sino a maniobras y programas políticos con claros intereses económicos, aunque sobre un telón de fondo militar, en los que los únicos beneficiados fueron ciertas industrias extranjeras, mayormente, y en una pequeña, casi ínfima proporción con respecto a esta, una minoría social de trabajadores, con los escasos puestos de trabajo que dejaron las privatizaciones de esas empresas de armamento. En estos programas también debemos destacar el beneficio de políticos de turno y de algunos generales, beneficio en el sentido de mérito, no vayamos a ser malinterpretados por su parte ni malintencionados por la mía. Concluyen, además, en sus locuciones, con los escasos conocimientos económicos y financieros de los que nos gobiernan.

Y es que el ejército, es el garante de la nación, de la paz; del gobierno; pero si un gobierno actúa en contra del interés nacional, por tanto de la paz dentro de las fronteras nacionales, ¿debe defenderlo a capa y espada o a cañonazo limpio?, ¿o no?.

Es como si, en sentido figurado, hiciésemos un concurso de tontos y el que gane, como premio, será defendido por el ejército, ¡Ea!, aunque el ganador sea el segundo y haya perdido por tonto. Tonterías aparte, los militares son los militares y yo soy de aquellos que prefiero tenerlos de amigos que de enemigos, aunque quitando a la UME, todos los demás, para mí, sobran; pero siendo que estar, están, amigos.

Si el gobierno jode al pueblo y los tiene de amiguetes (al ejército), no pasa nada; pero como sea el propio gobierno el que los joda a ellos, (al ejército), cuidado con lo que pueda pasar. Y por lo que dicen esta pareja, todo puede pasar, que de momento solo son dos; pero son muy gordos.

Lo mismo pasa en el seno de nuestra Santa Madre Iglesia Católica y Apostólica, además de arcaica y desfasada. De estos me atrevo a decir más descalificaciones, pues aunque tengan mucho poder, armas, lo que se entiende por armas, no tienen. En este santo seno han surgido movimientos progresistas enfrentados a la Curia Romana, curas y monjas rojos, los teólogos de la liberación, el cura rojo de Madrid, y la madre Teresa Folcades, que desde las redes sociales hace temblar, al cuestionarlos, los principios más controvertidos de la religión católica, sobre todo en lo concerniente a varios aspectos de gran poder mediático hoy día, como el aborto, la píldora del día después, la sexualidad, la crisis económica, el llamamiento a la insumisión al pago de la deuda, etc.

Con voces internas del ejército y del clero en contra del gobierno, se puede dar por cerrado el círculo de antipatías sociales desde gobernados hacia gobernantes. Pocos son los partidarios de la política de desguace charlotero de estos fantoches del neoliberalismo que gobiernan nuestra nación a costa de nosotros mismos, por lo que deberían repensarse sus fascistas políticas opresoras sobre los de siempre; ya que hasta sus propios partidarios están hasta los mismísimos cojones, con perdón, de ellos, y como el pueblo explote, van a desear que el universo sea infinito para tener terreno para correr.

Así que sigan, sigan rajoyneando España, que quedará poco cuando acaben con su destrozo; pero lo poco que quede será suficiente para darles a ustedes lo que les tienen que dar, y no serán las gracias.

Juan Carlos Vázquez