Retrato robot del futuro candidato a ministro de industria |
Vamos a ver, señores del
PPeroni mafioso, representantes dogmáticos del "usted no sabe quién soy
yo". No sé qué clase de asesoramiento tienen ustedes que les inducen a
ametrallar la sociedad con bombas a base de decretazos impopulares. Ya os
habéis empuercado hasta el cuello con vuestra contabilidad B, con el proyecto
de la sanidad madrileña, ahora continuáis con la pauperización de la
dependencia, con el control del sistema judicial, con el desmantelamiento educativo
público, ¿es que no vais a parar nunca?.
Hoy por hoy, gracias a las
absurdas políticas energéticas del ministro Soria, duplicado caricaturesco de
la estética aznariana, desministrado del ministerio de “yo qué sé lo qué hago”,
la madriguera del decretazo de la calle Génova, comienza a oler a purines.
Tanto es así que cuando los dictadores decretadores llegan a casa su mujer se
aparta de ellos por su apestoso olor a cerdo, a excremento y orín de cerdo.
La rebaja de las
subvenciones a la producción eléctrica alternativa a los grandes oligopolios,
está soltando un tufo insoportable, ya no son solo los molinos eólicos, que no
son propiedad de Endesa o Hiberdrola, ni las placas solares de pequeños
inversores, ni la cogeneración de empresas de capital diverso, también están
las plantas transformadoras de purines. No se les ha pasado por la cabeza, que
no cerebro, (que no teinen), pensar que mierda de esa hay mucha, que sumada a la
que vosotros producís es más y que tanta mierda si no se trata es mucha mierda
y todo huele a lo mismo.
Tengo una propuesta de
solución al problema de los purines sería que os los comierais con patatas,
pese a que debe ser muy indigesto. Ya os daré algún que otro omeprazol, que
creo que va con receta. Ya preparo el mantel, hagan cola que hay para todos.
Según parece a esta
cuadrilla de bandoleros le están explotando los decretos en toda su puta cara.
Aunque, si pensamos un poco, quizás el resultado final sea el realmente
deseado, por ellos claro. Me explico, para reducir las subvenciones a las energías
renovables entre un 30 y un cincuenta por ciento, proponen de partida una
reducción del 75 %, a continuación rectifican y pasan del 75 al 20, 30, 50 o
más, según el caso. Tras darse cuenta de su desastrosa gestión, en la que sin
estudios que avalen la decisión tomada y sin considerar todos y cada uno de los
aspectos implicados, dan un paso atrás. Nos hacen ver que están equivocados y
rebajan los recortes hasta hacerlo asumible por las empresas implicadas. Objetivo
cumplido, las empresas subvencionadas se dan por satisfecho con este paso
atrás, que pueden presentar como "victoria", y los capullos
abanderados del decretazo se salen con la suya. En fín, piensa mal y acertarás,
más ahora y con estos en el poder. Sea.
Juan Carlos Vázquez
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