martes, 29 de abril de 2014

SI ALGO SOBRA HOY EN DÍA SON SANTOS. SANTAS MADRES QUE NO TIENEN QUÉ DAR DE COMER A SUS HIJOS, SANTOS PADRES SIN TRABAJO, SANTOS POBRES DE SOLEMNIDAD.

Pobres recibidos por el Papa de los pobres
La verdad es que hoy por hoy, no sé en qué mundo vivo, y creo que no voy borracho. Estoy en un mundo con dos Papas, que a mí como si son diez; pero no debe ser un hecho muy común, además esos dos coinciden en espacio y tiempo en una ceremonia en la que han acordado hacer Santos a otros dos compañeros suyos, bueno, mejor dicho excompañeros.
De pequeño, cuando era niño, me enseñaron o trataron de hacerlo, sobre la distancia entre el mundo terreno, el nuestro, el de los hombres de carne y hueso y el de Dios, los santos y las almas puras. Una distancia insalvable e incalculable. Pensaba que había 365 Santos, tantos como días tiene el calendario y que cumplían una función meramente significativa o simbólica, de recordarnos a todos y cada uno de nosotros cuando era el día en el que debíamos celebrar nuestro Santo, y con ello recibir nuestros regalos, tan esperados en esa etapa de nuestra vida.
Nada sabíamos de las vidas de estos personajes tan ilustres y destacados del santoral, ni nos preocupaba; pese al afán doctrinario de nuestra cultura católica, lo que nos importaba era el premio, los regalos de nuestros parientes y amigos. Hoy, en el mundo de los dos papas, cual dos lunas o dos soles, resulta que los santos no son personajes de tiempos pretéritos que se dejaron arrancar las tetas o los ojos o las tripas en vivo. Son personas que nacieron ayer, como aquel que dice, que conocimos su obra, su vida, sus hazañas y sus despropósitos. Sabemos lo que hicieron y lo que no hicieron y, la verdad, si lo veo con los ojos de aquel niño que hace tiempo dejé de ser, me vería frustrado al saber que los santos no son lo que yo creía. Ya no son seres sobrenaturales dotados de poderes o asesinados de forma cruel por sus semejantes. Vaya mierda, si se trata de santificar por santificar sea, que a mí me da igual, ni me va ni me viene; pero creo que ya vale, más que nada lo digo por lo que esto de la santificación nos cuesta a los pobres. Quién si no ha pagado los viajes del séquito monárquico pepero que asistió en primera fila al evento, quién pagó el avión que los llevó, quién pagó las cenas de todos ellos, quién pagó el traje diseño Julio Romero de Torres de la reina. Si quieren hacer santos que los hagan, es fácil, con decir unas palabras vale, yo Papa tal te hago santo y vale, luego se publica en los periódicos y a correr. Además, el Papa de verdad, el que de los dos que hay hace de Papa, que tanto predica  de pobreza y humildad, cómo se presta a estos lujuriosos eventos, cómo permite que los asistentes sin título hagan largas colas, mientras por la puerta de detrás entran directos a sus asientos de terciopelo los gobernantes, poderosos y demás representantes de la oligarquía mundial; junto con algún que otro dictador y asesino en masa. Pobres no vi ninguno, yo no tengo ni para ir a Roma en autoestop, así que como no se colase algún foráneo que no creo, de pobres cero. Así que menos humildad y menos pobreza teórica y doctrinal y más práctica y ejemplo que para eso os hicieron Papas; aunque ya digo que a mí plín.


Juan Carlos Vázquez 

jueves, 10 de abril de 2014

¡MAMÁ, MAMÁ, EL HERMANITO SE HA HECHO CACA!, NO HIJO, ES QUE HOY HA VENIDO EL SEÑOR MINISTRO DE INDUSTRIA AL PUEBLO. ¡ANDA, CIERRA LA VENTANA Y PONTE A HACER LOS DEBERES!

Retrato robot del futuro candidato a ministro de industria
Vamos a ver, señores del PPeroni mafioso, representantes dogmáticos del "usted no sabe quién soy yo". No sé qué clase de asesoramiento tienen ustedes que les inducen a ametrallar la sociedad con bombas a base de decretazos impopulares. Ya os habéis empuercado hasta el cuello con vuestra contabilidad B, con el proyecto de la sanidad madrileña, ahora continuáis con la pauperización de la dependencia, con el control del sistema judicial, con el desmantelamiento educativo público, ¿es que no vais a parar nunca?.
Hoy por hoy, gracias a las absurdas políticas energéticas del ministro Soria, duplicado caricaturesco de la estética aznariana, desministrado del ministerio de “yo qué sé lo qué hago”, la madriguera del decretazo de la calle Génova, comienza a oler a purines. Tanto es así que cuando los dictadores decretadores llegan a casa su mujer se aparta de ellos por su apestoso olor a cerdo, a excremento y orín de cerdo.
La rebaja de las subvenciones a la producción eléctrica alternativa a los grandes oligopolios, está soltando un tufo insoportable, ya no son solo los molinos eólicos, que no son propiedad de Endesa o Hiberdrola, ni las placas solares de pequeños inversores, ni la cogeneración de empresas de capital diverso, también están las plantas transformadoras de purines. No se les ha pasado por la cabeza, que no cerebro, (que no teinen), pensar que mierda de esa hay mucha, que sumada a la que vosotros producís es más y que tanta mierda si no se trata es mucha mierda y todo huele a lo mismo.
Tengo una propuesta de solución al problema de los purines sería que os los comierais con patatas, pese a que debe ser muy indigesto. Ya os daré algún que otro omeprazol, que creo que va con receta. Ya preparo el mantel, hagan cola que hay para todos.


Según parece a esta cuadrilla de bandoleros le están explotando los decretos en toda su puta cara. Aunque, si pensamos un poco, quizás el resultado final sea el realmente deseado, por ellos claro. Me explico, para reducir las subvenciones a las energías renovables entre un 30 y un cincuenta por ciento, proponen de partida una reducción del 75 %, a continuación rectifican y pasan del 75 al 20, 30, 50 o más, según el caso. Tras darse cuenta de su desastrosa gestión, en la que sin estudios que avalen la decisión tomada y sin considerar todos y cada uno de los aspectos implicados, dan un paso atrás. Nos hacen ver que están equivocados y rebajan los recortes hasta hacerlo asumible por las empresas implicadas. Objetivo cumplido, las empresas subvencionadas se dan por satisfecho con este paso atrás, que pueden presentar como "victoria", y los capullos abanderados del decretazo se salen con la suya. En fín, piensa mal y acertarás, más ahora y con estos en el poder. Sea.



Juan Carlos Vázquez




martes, 1 de abril de 2014

DALE A UN TONTO UNA ESCOPETA, ANTES QUE A UN IMBÉCIL PODER POLÍTICO,

Aliaga, Teruel, año 2070. Museo Etnográfico y Parque Geológico.

Imagen de edificio industrial abandonado en la década de los años 80 del pasado siglo
Este escondido rincón de la provincia de Teruel, guarda los vestigios de la existencia de vida humana en un pasado reciente. Gracias a la buena conservación de sus edificios civiles e industriales, numerosos antropólogos y etnólogos se congregan todos los años en el mes de agosto, con el fin de realizar unas jornadas científicas sobre la evolución de la sociedad en el medio rural.
Este pueblo es para la sociología una verdadera fuente epistemológica, gracias a la cual los estudiosos de la evolución social, pueden experimentar in situ los efectos de la desidia política. Es un claro ejemplo de las irreversibles consecuencias de las políticas erróneas. Se ha convertido en monumento a la incoherencia de gobiernos ineptos e inútiles, en talismán de lo que nunca debió suceder. Cuando se traspasa un determinado umbral de la estupidez política las lamentaciones son en vano.
Este pueblo fantasma encierra una historia de lucha social, con grandes victorias ensombrecidas por la lucha continua por la supervivencia. Mientras en las grandes urbes el crecimiento económico se fundamentaba en atraer más y más empresas, los pequeños núcleos rurales, dotados en el mejor de los casos de pequeños complejos industriales, debían orientar los esfuerzos a la conservación de los escasos recursos y servicios en los que basaban su subsistencia.
Frente al cansino discurso político a favor del asentamiento de la población rural, el desarrollo del medio rural, la incentivación rural, bla, bla, bla rural. La realidad de la práctica política estaba en otro lado, hasta el punto de dejar en el olvido todo ese "ruralismo" que empapaba los discursos electorales o mejor electoralistas.
Este pequeño pueblo, defendido hasta la saciedad por sus antiguos moradores, es hoy día un pueblo fantasma, habitado por las almas de sus hijos que se niegan abandonarlo. Un homenaje a los Mierdas de la política, con perdón de la verdadera Política, de personajes para el olvido que no miran más allá de sus tripas gordas grasientas, políticos sordos a sus propias palabras, inútiles gobernantes babosos y perezosos, incompetentes, pelotas, cerdos.
En invierno silencio y frío, en verano antropólogos y geólogos, contemplados por las casas vacías cuando pasean sin estorbo por sus aceras y calles. Ejemplo de lo que nunca debió suceder, al igual que las ruinas de Belchite, verdaderos monumentos erigidos en honor de la estupidez humana.

Juan Carlos Vázquez