miércoles, 1 de mayo de 2013

DINOSAURIOS EN LA AUTOPISTA y PAVOS REALES EN LAS CATEDRALES.

Pava Real de la dinastía de los Pérez

No se extrañe nadie por ver paseando un Tiranosaurio Rex, con toda tranquilidad por una autopista de nuestra geografía, es más, no nos alarmemos si nos dicen que son vecinos nuestros.
Desde las sociedades más antiguas, hasta las actuales, pasando por las cazadoras recolectoras y las sociedades agrícolas; el hombre ha sufrido un proceso evolutivo particular, debido a su condición social. Las abejas, las hormigas y ciertos grupos de primates, entre los más característicos, también son sociedades; pero distintas, al menos en el aspecto evolutivo. (Lo que no significa que seamos mejores, ni que sobrevivamos a estas). Lo que si que nos diferencia es nuestra cultura, nuestra capacidad creativa y libre.
Pues bien, en este devenir humano, hubo un hito que supuso un punto de inflexión en nuestro desarrollo a todos niveles, (político, social, económico, cultural, etc.), la Revolución Industrial y junto a ella y no menos importante la Revolución francesa. Esta Revolución Industrial, que ni fue Revolución, ni tampoco simplemente Industrial, pues fue un proceso que afectó a todos los ámbitos sociales, no solo a la industria. Supuso la culminación de un proceso fraguado desde mucho tiempo atrás y que explotó a fines del siglo XVIII, transformando la estructura Social Estamental, en la actual Sociedad de Clases, la aplicación de la Ciencia Moderna a la Industria, la aceptación de la Razón y el método y un cambio, que afectó todos los niveles de la vida social, con sus consiguientes beneficios y perjuicios, problemas y contradicciones.
Centrándonos en la superación de los estamentos, en la cual la sociedad se dividía en estratos, supeditados a un poder central monárquico, bajo el cual se situaba la nobleza y la iglesia, y bajo estos como siempre los siervos, los encargados de trabajar, ya que los anteriores estaban exentos de esta labor, pudiendo dedicarse así a tareas ociosas como el gobierno, las artes y letras, el conocimiento, (en el mejor de los casos y bajo la atenta mirada de la religión), el ejército o el espíritu.
Estas revoluciones debieron acabar con esta división social que esclavizaba a una parte de la sociedad, con el fin de que la otra pudiese vivir, y vivir sin dar un palo al agua, claro. Pero no es así, ahora las llamamos clases sociales; pero podemos establecer un cierto paralelismo con los antiguos y caducos estamentos. Paralelismo que no responderá a la estructura en sí, sino a las actividades que cada estamento realiza.
Seguimos teniendo una Monarquía, como la de antes, no hay más que ver el teatro de estos días en Holanda. Un desfile de pavos, reales, eso sí, igual de inútil y sin sentido, cuya única función es no hacer ninguna función, y vale más que así sea.
La nobleza, encabezada por Botín, compuesta por una cuadrilla de bandoleros dispuestos a arrasar todo lo que se pone en su camino.
Los políticos que no hacen y si lo hacen vale más que no lo hagan; pero ahí están, y siempre los mismos. Creo que la política en España ES como la realeza, algo heredable por linaje de sangre, como  nuestro insigne ministro Gallardón, etc.
La Iglesia con los privilegios de siempre, si no son más, y gracias a que la Pepa acabó con la Inquisición, que si no…
En fin, que tanta revolución y tanta tontería para nada, todo aquello por lo que lucharon en esa época, sigue existiendo actualmente, con otros nombres, otras estructuras; pero sin perder los estatus de poder sobre los de abajo, que siempre son los mismos, los tontos que se matan en las guerras, los estúpidos que trabajan, los consolados por Nuestro Señor; pues bienaventurados ellos que sufren, (sufrir  en aquella época significaba trabajar, ya que los que no trabajaban no sufrían y si lo hacián que se jodan). Quizá, si les damos tiempo, no estemos tan lejos del planeta de los simios o de las hormigas o de las abejas, o quien sabe si volverán los dinosaurios en tu balcón sus nidos a colgar. En fín, ya me he ido, abdico de escribir por hoy.

Juan Carlos Vázquez   

1 comentario:

  1. Rajoy no ha evolucioando. Lo único que le han crecido son los bolsillos y el estomago, pero eso no es evolucion. Un saludo

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