lunes, 19 de diciembre de 2016

VOLVERÁN LAS OSCURAS GOLONDRINAS EN TU BALCÓN SUS NIDOS A COLGAR...PORQUE LO QUE ES LOSSINDICATOS NADIE SABE DONDE ESTÁN...



Sindicalista de pro.

LAS PERSONAS Y SUS DERECHOS LO PRIMERO, DEFIÉNDELOS.
Qué bonito lema para unos pasquines publicitarios que anuncian que los sindicatos viven. Si esto lo acompañas con textos tan “manidos” como: empleo de calidad, salarios dignos, pensiones con garantía de poder adquisitivo y sostenibles, prestación mínima contra la desigualdad,…ya te cagas por las patas abajo, con perdón de la expresión. (o sin perdón)
Este es el cabecero de la propaganda repartida por CCOO y UGT para la convocatoria de manifestación del 15 de diciembre de este año, y lo publican ahora, 8 años más tarde de cuando debieron hacerlo.
Los párrafos comienzan con entradillas del tipo: “Es el momento de aprovechar…”, “es el momento de presionar…”, es el momento de negociar…”.Y digo yo-¿Ahora?, -digo yo- ¿ahora?. Vuelvo a decir yo…¡serán sinvergüenzas!, digo yo también.
Dónde han estado todos estos años de dominio ppero, de dictadura parlamentaria sobre la base de la mayoría absoluta. Donde han estado cuando la reforma educativa, la reforma laboral, la ley Mordaza, los recortes, el rescate bancario a coste cero, los desahucios, …
Dónde han estado en los años más duros de la “CRISIS”, DE LA MIERDA DE CRISIS EN QUE ESTUVIMOS (ESTAMOS) LOS POBRES, no ellos
Quizás hibernando con los osos de los polos, o escondidos tras la hoja de una patatera, todos juntitos, calentitos. Dónde está ese sindicalismo de antes, ese sindicalismo de los tiempos difíciles, ese sindicalismo con sentido de ser y existir, ese sindicalismo con apoyo obrero. ¿Dónde está?, ¿qué mierda de sindicatos y sindicalistas tenemos ahora?.
Y la sociedad, ¿dónde está?, ¿a qué se dedica?, ¿a qué tiene miedo?, Cuando hemos perdido casi todo, (algunos todo), lo único que podemos temer es que nos despeinen, como dice un buen amigo mío, y que eso suceda me importa una mierda, (mierda en el sentido más asqueroso y pestilente que se pueda imaginar, además de con toda la mala educación de la que se pueda hacer gala).
LAS PERSONAS Y SUS DERECHOS LO PRIMERO, DEFIÉNDELOS., este lema es propio de un tiempo en el que estos peligran, de un tiempo en que aún no se tienen y se quieren obtener, no ahora que ya se han perdido. El lema de hoy está más conforme con RECUPERAR que con defender, y de todos es sabido que lo primero es más difícil que lo segundo.
Los derechos se adquieren con lucha y tiempo y se pierden por decreto en un instante, conseguirlos cuesta sudor esfuerzo y en algunos casos hasta sangre; pero luego hay que mantenerlos y consolidarlos, nunca, digo nunca, dejar que un grupo de pperos, con la connivencia del gran capital y sus fieles votantes, nos los arrebaten bajo la justificación de una crisis que a ellos, ELLOS, no les afecta. Con esto afirmo que a sus votantes, sin ningún pudor, y digo que a los votantes del PP la crisis no le ha afectado; ya que de otra manera, la idea de colocar el desfibrilador de tontos en todas las esquinas no sería descabellada. (Esta idea del desfibrilador se la he robado a Carlos Herrera, afamado periodista que por cierto no me cae nada simpático. Ello no quita que de vez en cuando tenga su minuto de oro, como es el caso de esta idea)
Bueno, que comienzo con los votantes pperos, o con los simpatizantes de esta mafia y me pierdo del tema principal, que no es otro que la sinvergüencería sindical de hoy día. Sindicatos conformados y conformistas, con representantes asentados en sus puestos cómodos de las empresas y administración, que cuando pasa la tormenta nos piden que saquemos el paraguas. ¡Tontos del culo!, vosotros, no nosotros, iros a tomar por donde amargan los pepinos y no contéis conmigo. Solo y cuando la regeneración alcance también al sindicalismo me podréis encontrar, antes no, ¡que os den!.

Juan Carlos Vázquez



lunes, 8 de agosto de 2016

LOS CORRUPTOS SON LADRONES Y PRESUNTOS TAMBIÉN; PERO NO PRESUNTOS LADRONES; PUES LADRONES SON, EN TODO CASO SERÁN PRESUNTOS HIJOS DE PUTA.

El calor en el exterior era realmente sofocante. Así que rebusqué entre los viejos discos y encontré uno de Mikel Bublé, a todas luces heredero del gran cantante y mafioso al que dieron en llamar, con toda razón, "la voz". Salvando diferencias, este chico no lo hace mal. Me gusta; así que le dí marcha al aparato y el disco comenzó a girar al tiempo que reproducía lo que llevaba impreso.
Las baladas se apoderaron del ambiente y llenaron todos rincones de mi casa vacía.
Conecté por cuarta vez en todo el verano el aparato de aire acondicionado y me senté frente a la televisión. No, ni siquiera la conecté, la propia música parecía decirme entre sus ritmos que no lo hiciera, la televisión no. La televisión no, desde luego que no. Casi no han comenzado las Olimpiadas y ya estoy hasta las narices de deporte y no quiero decir con esto nada en contra ni del deporte ni de los deportistas, todo lo contrario, es más, y digo esto como profano en este tema, estos deportistas son los verdaderos deportistas, atletas sacrificados y en muchos casos sin recursos para poder dedicarse a ello. Y es que le tengo mucha antipatía a los Cristianos, Messis y compañía, productos "cocacolos" de los intereses de unos pocos.
Y si no quieres deporte toma noticias, subjetivadas por los intereses de turno.Siempre lo mismo, mafiosos en el poder gracias a un pueblo temeroso de que le quiten lo que por ley es suyo, mejor dicho de que le quiten lo poco que tienen y que por ley es suyo. Este robo por parte del Estado y justificado con la teoría del bien común de Olsen, se produce por medio de lo que llaman impuestos y que por lo visto solo lo pagan los pobres. un 21 % por cada compra que haces, que has de pagar sí o sí, como si comprar fuese delito, un delito penado con una multa llamada impuesto. Además siempre la misma canción, los ladrones, perdón, "presuntos" ladrones, campan a sus anchas en las primeras líneas del poder culpando a los que aún no han tenido ocasión de robar de su intención de hacerlo. Esto es de chiste de mal gusto.
Digo yo que hay que llamarlos ladrones y como tal juzgarlos y tras el juicio, si es justo condenarlos; además hay que llamarlos por su nombre, ladrones, lo de presuntos lo dejaremos para poder decirles presuntos hijos de puta, ya que no conocemos el oficio de su madre y en ese caso sí serán presuntos.
Así que tenemos para elegir entre Olimpiadas y mierda de política española cutre...
Mikel Buble sigue sonando en el ambiente, por suerte, ya que me retorna a la calma y me tranquiliza.
Que le den a Rajoy y demás clowns de la escena política nacional, que yo me quedo con la música de este señor.

Juan Carlos Vázquez

viernes, 5 de agosto de 2016

Cuento triste de un caballero pobre y una bella princesa, pobre también, una noche de verano

Qué te pasa princesa?, le preguntó el caballero de la armadura oxidada, al ver los ojos enrojecidos de su bella dama.
Nada, le contestó; pero en ese nada había implícito un mensaje que daba a entender todo lo contrario, ese nada quería decir "otra vez te vas", ese nada quería decir "de nuevo me quedo sola, de nuevo te vas solo", ese nada quería decir "aquí me quedo triste, allá te vas triste". De igual forma ese nada era como un "mejor que no te lo cuente, no quiero preocuparte".
Pero el caballero no soportaba ver así a su hermosa niña, como el le solía llamar, y seguía insistiendo; aún sabiendo lo que sucedía, ¿qué te pasa?.
Pero ella estaba cerrada en sí misma, se creó su propia torre y se colocó sus grilletes de aire que la aprisionaban en su propio yo, y respondía "nada" tantas veces como fue interrogada.
Cierto es que las historias de caballeros errantes y bellas damas son casi calco las unas de las otras, al menos en los aspectos generales. Estas historias están marcadas por la distancia como principal característica. Los caballeros embutidos en sus pesados trajes metálicos, cabalgando de aquí para allá; pero siempre lejos, en busca de aventuras y victorias, cuando lo que realmente desean es estar junto a su dama. Las princesas por su lado, a su propia vida atadas, ardiendo en deseos de correr hacia su caballero.
Pero, pese a sus verdaderos deseos vuelven a ensillar su caballo una y otra vez para partir de nuevo; mientras su princesa contempla desde el balcón su partida. Ambos llenan sus ojos de lágrimas saladas que resbalan por sus mejillas cuando giran sus miradas en sentidos contrarios tras realizar un leve gesto de despedida.
Así, uno queda...el otro se va, el uno queda y el otro se va, el uno queda y el otro se va...
Tristeza, sufrimiento, melancolía, recuerdos, esperanzas,...Agrio menú, remojado con un vino de lágrimas.
Estos son los protagonistas de los cuentos que nos narraban de pequeños y con los que de forma casi imperceptible, nos preparaban para el cuento de nuestra propia vida. Una forma sutil de adiestramiento para el futuro, con el fin de evitar que el pobre se rebele.
Las princesas de hoy, (aunque también las hay ricas y podridas de dinero, maniquíes cebados por los pobres y vestidos con el dinero de estos por los mejores modistas del mundo, que son las menos), son princesas pobres y los caballeros de las novelas medievales son simples personas, agobiadas por sus mierdosos trabajos de mierda con sueldos más mierdosos si cabe, que funcionan como el gran lastre de las armaduras antiguas. El trabajo como la armadura es necesario para la supervivencia de los caballeros, para soportar los espadazos continuos del fantasma de la pobreza. 
Y dicho esto, nada cambia, y quizá es de lo que se trata, de que nada cambie, que las personas, cuya gran parte son pobres, se conformen con ser meros engranajes de esta gran maquinaria que es la sociedad, pero la sociedad al servicio del gran interés, no del interés personal y particular de nuestras princesas y nuestros caballeros pobres.
Y aquí, qué es lo que le queda al pobre, ¿el servilismo?, ¿el conformismo?. El autoconvencerse de que esta es su situación, que esta es la realidad que le ha tocado vivir. Autoconvencimiento reforzado con las promesas religiosas de una vida mejor o de los mensajes institucionales en pro del orden social. Las personas quedan reducidas a zombies, muertos andantes, muertos en el mundo de la esperanza y la ilusión; pero vivos sin alma en "el mundo real" 
En esta situación el pobre caballero enamorado se pregunta ¿dónde están los poetas?, ¿hay otro mundo posible?. ¿qué es de este mundo sin amor y poesía?, nada.
Así, nuestro protagonista; caballero errante y pobre, se coloca su armadura para partir a ese mundo plagado de poetas y locura, ese otro mundo posible donde, en la distancia, lo espera su amada con una tierna sonrisa. Hacia ella cabalga...



Juan Carlos Vázquez


viernes, 29 de julio de 2016

YO SOY REBELDE PORQUE FUI CREADO A MI IMAGEN Y SEMEJANZA, EA!

Estoy cansado, agotado más bien, solo necesito tiempo, un poco más de tiempo para terminar de desorganizar mi vida.




Juan Carlos Vázquez

martes, 5 de julio de 2016

IDIOTAS

La idiotez es una cualidad que solo podemos encontrar en el ser humano y aunque es muy común no es generalizable a esta especie animal. 
Las teorías biologicistas buscan una explicación genética a la posesión de este atributo; pero no está demostrado su carácter innato. Otras teorías buscan una explicación social, según las cuales esta cualidad, que afecta tanto las actitudes como las aptitudes, se adquiere en el trancurso del proceso socializador. Así, por ejemplo los funcionalistas se afanan en afirmar su utilidad para mantener el orden de la sociedad, las feministas más aférrimas llegan a considerarlo un atributo intrínseco del género masculino y los postmodernos una característica de la parte de la sociedad proclive al necesario cambio.
Sea como sea, objetivamente, lo que si podemos afirmar es que los idiotas son personas que desafían continuamente el sentido común, sin ser conscientes de ello, por lo que se convierten en un auténtico peligro, tanto para ellos mismos como para el resto de la sociedad.
Además quien la posee lo hace en su grado máximo, es decir, no existe el idiota al diez por ciento o al 40, ni al 30. El que es idiota lo es del todo, y siempre en su máxima expresión; por tanto, no es un concepto porcentualizable. Lo que si es posible es ser idiota durante más tiempo, lo cual se logra, simplemente, madrugando más.
 
Por último decir que esta cualidad acompaña al individuo durante toda su trayectoria vital, desde el momento en que la adquiere y hasta el final de sus días. Hay que dejar claro que no está demostrado su carácter hereditario; aunque existe una elevada correlación. A este respecto se están produciendo importantes avances gracias a estudios sobre resiliencia, que demuestran que el hijo de un idiota no tiene que ser necesariamente idiota.

Este tema se está convirtiendo en un problema social, debido al elevado número de idiotas presentes en nuestra sociedad, con incidencia variable según sexo, clase social, ocupación laboral (con especial incidencia en la clase política) y variando también según
los países. España ocupa uno de los primeros puestos a nivel mundial. 
La solución de este tema debe ocupar la agenda de científicos y políticos...(pero estos últimos deben desestimarse por considerarse parte del problema), ya hay quien la ha clasificado la situación de idiotez actual como pandemia.

Juan Carlos Vázquez

lunes, 23 de mayo de 2016

UN DIA CUALQUIERA

Había puesto el aparato de música
y liquidaba a pequeños sorbos un té
que me quemaba las entrañas. 
Sonó el timbre de casa.
¿Quién es?
Soy la soledad
Pasa,... pasa,...
hoy necesito compañía.

Juan Carlos Vázquez

martes, 26 de abril de 2016

CABALLERO DE HOJALATA



Sobre la cama reposaba su pesada y oxidada armadura. Yelmo, coderas, rodilleras, hombreras, peto, escarela, greba, escarpes y manoplas. En una esquina, en pie, una espada y un escudo abollado.

En silencio y riguroso orden, se fue colocando todos y cada uno de los elementos de su exoesqueleto férrico.

Entre la luz de la ventana se colaba de polizón el ruido de la ciudad. La puerta entreabierta de la habitación solo dejaba hueco para apreciar los afilados colmillos de la soledad.

El bullicio urbano se mezclaba con el jazz de su aparato de música y con su sudor frío.

Nuestro hombre de hojalata, bajó en ascensor hasta el portal del edificio. Se colocó el yelmo sobre su cabeza, despidiéndose de su mundo para adentrarse en otro nuevo.

Forrado ya por completo de metal, el sudor empapó todo su cuerpo y el corazón comenzó a latir con mayor celeridad. Podía oír perfectamente los movimientos del motor que le daba la vida, como si se hubiese metido dentro de sí mismo.

Entre las grietas de su yelmo la realidad se reducía al frente y a unas pocas rayas horizontales, entre las que buscaba impaciente la silueta de su princesa de la lluvia.

Juan Carlos Vázquez